CAP. 50 SECRETOS Y SORPRESAS: EL VIDEO QUE DESNUDÓ UN ROMANCE OCULTO

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DOS DÍAS DESPUÉS

Ginebra se dirigió a la casa de Alessia, donde Arthur estaba viviendo. La empleada doméstica la recibió y la condujo al salón.

- Señorita Ginebra, espere un momento. Voy a avisarle al señor Arthur que ha llegado —dijo la empleada, antes de retirarse.

Ginebra se quedó de pie, observando alrededor con curiosidad. Momentos después, Arthur bajó las escaleras con una expresión de sorpresa al ver a su hermana tan temprano.

- Arthur, tu hermana te busca —anunció Alessia, quien había seguido a Arthur desde la cocina.

- ¿Ginebra? ¿Qué haces aquí tan temprano? —preguntó Arthur, frunciendo el ceño.

Ginebra sonrió de manera traviesa, disfrutando del desconcierto de su hermano.

- Quisiera saber por qué mi hermano aún no me ha contado que tiene pareja —dijo Ginebra, arqueando una ceja.

Arthur frunció el ceño aún más, claramente confundido.

- ¿Pareja? Claro que no tengo pareja. ¿De qué estás hablando? —replicó Arthur, cruzándose de brazos.

Ginebra fingió sorpresa y sacó su teléfono.

- Oh, no... Entonces lo que vi en el video que está circulando en internet no es real, ¿verdad? —dijo, mostrándole el teléfono a Arthur.

Arthur miró el teléfono, su confusión creciendo.

- ¿Qué video? ¿De qué estás hablando? —preguntó.

- ¡Dios mío! ¿Es que no te has enterado? —dijo Ginebra, su tono sarcástico— Vamos, Arthur, en serio, dime de qué está pasando. No me mientas.

Arthur suspiró, frustrado.

- Hablas tonterías. Yo no tengo pareja, Ginebra. ¿De dónde sacas esas ideas?

Ginebra soltó una risa sarcástica.

- Pues el video dice otra cosa —dijo, comenzando a reproducir el video.

En el video, Olivia estaba sentada y Arthur le estaba masajeando el tobillo torcido. La escena parecía íntima y cariñosa.

Arthur frunció el ceño al ver el video.

- ¿Y qué con esto? Solo la estaba ayudando porque se torció el tobillo —dijo, restándole importancia.

Ginebra no podía contener su risa.

- Ah, pero eso no es todo. Mira los comentarios —dijo, navegando hacia los comentarios del video.

Arthur suspiró, claramente exasperado.

- ¿Qué comentarios? ¿Por qué debería importarme?

Ginebra empezó a leer en voz alta, disfrutando cada momento.

- Uno dice: "Ay, qué tiernos se ven juntos". Aquí hay otro: "Yo quiero un novio así". Otro más: "Qué afortunada es la chica de tener a un bombón como él. Yo quisiera que él fuera mi novio". Y sigue: "Qué bonita pareja hacen". Y otro: "Qué tierno se ve, la ama mucho". ¿Quieres que siga?

Arthur rodó los ojos, claramente molesto.

- No necesito escuchar más, Ginebra. Es ridículo. Solo la estaba ayudando con su tobillo.

Ginebra seguía riendo.

- Vamos, Arthur, esto es oro puro. "Qué bonita pareja. Nunca había visto a un chico tan tierno como él". Otro más: "Qué afortunada la chica". Y este es mi favorito: "Yo los veo todo el tiempo juntos y la verdad hacen bonita pareja".

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