CAP. 47 RUPTURAS Y REVELACIONES: EL PROYECTO QUE DESENTERRÓ DEMONIOS

4 2 0
                                    

La oficina de la organización estaba repleta de actividad. Los equipos discutían sus proyectos, compartían avances y estrategias. En el centro de la sala, Rafael observaba a los grupos con una mirada crítica pero comprensiva.

- ¿Cómo van con sus trabajos? —preguntó, su voz resonando en la sala.

Cada grupo comenzaron a responder uno a uno.

- Vamos muy bien, hemos avanzado bastante —dijo Luisa, con una sonrisa de satisfacción.

- Nosotros también, casi tenemos todo listo —agregó Diego, recibiendo un asentimiento de aprobación de Rafael.

Rafael se acercó a Arthur, quien estaba sentado solo, revisando algunas notas.

- Arthur, Ingrid, me pidió que te entregara esto —dijo Rafael, extendiendo un flash drive hacia él— Aquí está toda la información que necesitabas saber. Ella me dijo que era parte del proyecto.

Arthur tomó el flash drive sin decir nada, su expresión impasible.

- Gracias —murmuró, sin levantar la vista.

De repente, Luisa levantó la mano, llamando la atención de todos.

- Señor Rafael, una consulta... ¿Por qué no vino Ingrid hoy?

Las miradas se dirigieron hacia Rafael, llenas de curiosidad y preocupación. Jimena y Diego también preguntaron, sus voces reflejando la sorpresa de ver a Ingrid ausente, ya que nunca faltaba a estas reuniones.

Alejandro, visiblemente más interesado, también intervino.

- ¿Ingrid está bien? Es raro que falte, se toma esto muy en serio.

Rafael mantuvo la calma, a pesar de la tensión en el ambiente.

- Ingrid tuvo algo importante que hacer hoy —dijo, tratando de sonar convincente— Está trabajando en otro proyecto y tenía reuniones que no podía posponer. Además de esta organización, Ingrid es parte de varias otras y a veces necesita atender esas responsabilidades.

Los murmullos de preocupación continuaron, pero Rafael se mantuvo firme en su explicación.

- Ella nos pidió que entendiéramos su ausencia hoy —agregó— Confía en que ustedes seguirán adelante con sus proyectos.

Para aliviar la tensión, Rafael cambió de tema con una sonrisa.

- Además, tengo una buena noticia —dijo, captando la atención de todos— Este fin de semana tendrán un merecido descanso. Los invito a todos a mi casa, donde podrán disfrutar de la piscina y relajarse. ¡Se lo han ganado!

La atmósfera en la sala cambió instantáneamente. Los rostros preocupados se iluminaron con sonrisas y murmullos de aprobación.

- ¡Gracias, Rafael! —dijo Diego, aliviado— Necesitamos un descanso.

- Sí, ha sido un mes agotador —agregó Luisa, riendo.

- ¡Esto será genial! —exclamó Camilo— Una fiesta en la piscina suena perfecta.

- ¡Definitivamente, lo necesitamos! —dijo Mánzer, chocando los cinco con Adam.

- Seguro que sí —dijo Adam— Nos vendrá bien relajarnos un poco.

A pesar de la preocupación, los amigos comenzaron a planificar la fiesta en la piscina de Rafael. La idea de un descanso los animaba.

- ¡Esto será genial! —dijo Camilo, sonriendo— Necesitamos relajarnos un poco.

- Definitivamente. ¡Gracias por invitarnos, Rafael! —exclamó Mánzer, chocando los cinco con Adam.

- Sí, ha sido un mes agotador. ¡Nos merecemos este descanso! —añadió Luisa, riendo.

QUÉDATE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora