Cap. 6 - ENTRE LUCES Y SOMBRAS: EL DILEMA DE INGRID

14 2 0
                                    


- No es que yo lo permita, sino que él tiene razón en todo lo que dice o hace y déjame en paz, yo resolveré esto que según tú está mal– le mira a Arthur

- Me duele, verte sufrir de esta manera. No mereces el dolor ni el maltrato que estás experimentando. Estoy aquí para apoyarte, para escucharte y para ayudarte en todo lo que necesites. Eres valiente y fuerte, y mereces ser amada y respetada de verdad. No estás sola, estoy a tu lado para ayudarte a salir de esta situación y encontrar la felicidad que mereces, solo déjame ayudarte por favor. – le agarra de la mano – por favor déjame ayudarte – ella le interrumpe

- Por favor, entiende que a pesar de sus defectos – empieza a caminar hacia al parque -Necesito resolver esto por mí misma. Te pido amablemente que respetes mi decisión y me dejes en paz – Arthur queda completamente sorprendido, luego le mira preocupado, Ingrid se sacó la chaqueta, se sentó en el banco del parque, la mirada perdida en el horizonte mientras Paulo se sentaba a su lado, su presencia una sombra silenciosa que la envolvía.

- Ingrid – mira la espalda de Ingrid, las cuales estaban llenas de moretones, ella se da cuenta de eso y se vuelve a poner la chaqueta, antes que diga algo, lo interrumpe

- Arthur, no entiendes - sus palabras temblorosas mientras luchaba por justificar las cicatrices ocultas bajo su piel

- Ingrid, por favor – lo abraza sin darse cuenta de lo que está haciendo ni por qué lo hace, simplemente lo hace, abraza a Ingrid fuerte, lo aparta un poco para poder ver sus ojos, él no sabe qué le está sucediendo, en ese momento, se acerca un poco más, pero antes de que pase algo, Ingrid habla

- Mateo no es así todo el tiempo – Arthur al oír eso reacciona y se aparta - Él me ama, solo que a veces pierde el control - la miró con tristeza, su corazón retorciéndose en su pecho ante la negación de la realidad por parte de Ingrid

- Ingrid, nadie que te ame debería lastimarte de esa manera - respondió con voz suave, pero firme, Pero Ingrid sacudió la cabeza con obstinación, aferrándose a la ilusión de un amor que solo causaba dolor.

- No entiendes, Arthur, tú no puedes entender lo que tenemos Mateo y yo – el silencio pesado se extendió entre ellos, la tensión palpable en el aire mientras Arthur luchaba con sus propios sentimientos. Por dentro, se moría por ayudar a Ingrid a, por librarla del ciclo de abuso en el que estaba atrapada, pero sabía que sus palabras caían en oídos sordos.

- Está bien, Ingrid -dijo finalmente Arthur, resignación en cada palabra- Haz lo que quieras - Las lágrimas brillaron en los ojos de Ingrid, la sensación de desesperación envolviéndola mientras las palabras de Arthur resonaban en su mente

- Adiós, Arthur - murmuró con voz quebrada, levantándose del banco y alejándose con pasos vacilantes, Arthur la observó partir, el corazón hecho trizas por la impotencia de no poder salvarla de sí misma. Mientras Ingrid se alejaba, una sensación de desesperanza se apoderaba de él, sabiendo que ella continuaría sufriendo en silencio, incapaz de aceptar la ayuda que tanto necesitaba.

 Mientras Ingrid se alejaba, una sensación de desesperanza se apoderaba de él, sabiendo que ella continuaría sufriendo en silencio, incapaz de aceptar la ayuda que tanto necesitaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
QUÉDATE CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora