Capítulo 45

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Éber tenía razón.

La chica que habla del otro lado de la pantalla de mi celular expone su opinión sobre lo que pasó en la preparatoria.

"Chicos, al parecer el que fue herido es el nieto del gobernador de este pueblo y yo estoy segura de que el chico que le disparó lo hizo por un motivo pasional. Tal vez y ambos están enamorados de la misma chica"

Apenas suelta dicha información muestra una fotografía de Darek que parece haber sacado de alguna red social, en la foto se observa a Darek junto a Damien.

"El chico que salió herido es el de pelo gris", explica y su cara vuelve a aparecer en la pantalla. Acto seguido, muestra una fotografía de Adán para agregar: "El rubio fue quien le disparó. Y no sé ustedes, pero yo me muero de ganas por visitar ese pueblo y poder vivir todo este misterio en primera persona".

Lo que dice llega a producir náuseas en mí, es por esto que pauso la imagen e intento respirar. Dirijo la mirada a la cantidad de me gustas que tiene el video y quedo con la boca abierta, 300 mil de personas le ha parecido buena idea dejar un corazón. No puedo comprender lo dañada que puede estar la sociedad actual para hacer comentarios tan insensibles de temas tan delicados como puede ser un tiroteo.

Sin embargo, al entrar a los comentarios entiendo que la humanidad está mucho peor de lo que imaginé.

"¿Cómo se llama el de pelo gris? Si alguien tiene el ig de ese chico pásemelo" "Da un corazón aquí si eres team rubio" "Deberíamos hacer un grupo para viajar a ese pueblo y poder conocerlos" "Nombre del pueblo" "Esto está mejor que cualquier novela 😂"

«¿Qué carajo le pasa a la gente?», eso es lo que me pregunto mientras deslizo el dedo por los comentarios y ninguno expone nada razonable.

Me encuentro tan metida en las palabras que absorben mis ojos que no noto la presencia de mis amigos hasta que la voz de Éber sobresalta.

—Con que viendo Tiktoks tan temprano, eh.

De forma inconsciente volteo el celular. Él, sin pedir permiso, se sienta a mi lado mientras la presencia de Abril se apodera de mi campo visual.

—Hola, Mer. —Me besa la mejilla y procede a tomar asiento a mi otro lado. —¿Darek está mejor?

Me doy un segundo para respirar y al recordar que ayer pude hablar con él y que vi el bonito color de sus ojos, una sonrisa se me va asomando en los labios.

—Sí, está mejor.

—No lo puedo creer —comenta Éber con los ojos clavados en mi semblante, el tono en el que dice esto es de burla pura —, estás sonriendo por Steiner.

Me hago consciente de lo que dice el imbécil de Éber e intento disimular la mueca.

—Solo recordé algo gracioso —me excuso.

Se ríe.

—¿Qué es gracioso? Lo enamorada que estás de Steiner —dice, con ese tono que siempre usa cuando sabe que tiene razón. Me apresuro a abrir la boca para responder con cualquier idiotez que se me ocurra cuando él me gana y agrega: —No te moleste en decir nada, el brillo de tus ojos al pensar en él nos ha dicho todo.

De reojo noto como Abril aprieta los labios, conteniendo la risa que le nace desde las profundidades de la garganta. De inmediato me vuelvo y la miro.

—¿Estás de su lado?

Se encoge de hombros a la vez que alza las cejas.

—Sabes que nunca estoy de su lado, pero...

—¿Pero?

No acercarse a DarekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora