El Placer De Estar Contigo |HOT| *Carlos pena y tu *

cap 47

MINI-MARATON [1/3]

~~~> Capitulo 47

Abrió su armario y comenzó a sacar ropa. Parecía un armario sin fondo. Se probó mil vestidos pero ninguno le gustaba. Sentía la clara necesidad de impresionar a Carlos.

A la una y media de la madrugada y casi sin aliento, encontró un vestido que estaba sin estrenar. Incluso tenía la etiqueta aún puesta. Lo había comprado hacía como un año para la boda de una amiga que al final no se llegó a casar. Pensó que no le serviría, pero gracias a dios le sacaría partido a ese vestido en tono rojo, con escote palabra de honor y con algo de pedrería en el cinturón(como el de la foto). Se lo probó varias veces y fue a buscar los zapatos. Esta búsqueda fue algo más sencilla, tenía unos recién comprados del mismo color que el vestido, con un tacón que la acabaría matando. Pero no importaba, prefería sufrir con esos zapatos a no verse bien.

Ahora sí, por fin a dormir.

Amaneció antes de lo que ella quisiera. Estaba muerta del cansancio, pero tenía que ponerse en pie ya. Iría a la peluquería a que le hicieran las uñas y la peinaran. Aunque ella supiera hacer todo aquello, prefería que otra persona se encargara de ello. Ella a veces se desesperaba al no conseguir el resultado deseado, no tenía la misma maña con ella misma que con otra persona.

Carlos le envió varios mensajes , tales como "¿A qué hora voy a recogerte?" , "Contéstame, necesito saberlo" o "¿Dónde demonios estás que no contestas?". Lógicamente, no pensaba contestarle mientras le estaban arreglando las uñas y pintándolas.

Nada más salir , ____ lo llamó.

— Qué diablos quieres con tanta urgencia. ¿No ves que no puedo contestarte?

— Pero dónde estabas

— Donde a ti no te importa.

— Joder ___, procurare no llamarte por las mañanas. Estás de un humor de perros. Mejor colgamos y te llamo a la hora de comer.

— No, dime ahora.

— Que a qué hora te voy a buscar...

— A las ocho.

— A esa hora ya habrá empezado.

— ¡Pues pon tú la hora! No sé a qué maldita hora empieza.

— En dos horas paso a buscarte. Tenemos que ir a Washington ¿Lo sabías?

— O sea, que no me vista

— Sí. No te vistas. Nos vestiremos en el hotel.

— Estoy harta de hoteles.

— Bueno pues nada, antes de llegar paramos y te vistes debajo de un árbol.

— ¿Y vamos en coche o qué?

— Si quieres llegar pasado mañana sí. ___, hoy estás espesa. Vamos en avión.

— ¿Otra vez avión?

— Venga tonta, no te pongas así. Si quieres a la vuelta repetimos lo de ayer.

— Déjame...

— ¿Podrías invitarme a comer?

— No tengo nada preparado.

— ¿Dónde estás ahora mismo?

— Frente a la estética de mi calle...

— Quédate ahí ¿Vale? Ahora mismo te recojo, yo estoy a un par de kilómetros.

— ¿Y qué haces?

— He ido a comprar algo. Nada importante. Y mejora ese humor, ¡sonríe! Ahora nos vemos, un beso

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