El Placer De Estar Contigo |HOT| *Carlos pena y tu *

cap 61

MINI-MARATÓN [3/3]

~~~> Capitulo 61


Los siguientes días transcurrieron sin mucha novedad más que ese necesario distanciamiento entre los dos. Carlos iba de aquí para allá y apenas pensaba en el tema ya. _____, por igual, iba y venía de la compañía de diseño gráfico en la que trabajaba y no se le pasaba por la cabeza nada relacionado con Carlos. Kendall la había llamado un par de veces y ella le había respondido sintiéndose estúpida. En realidad no era el tipo de chica que mantenía una relación meramente telefónica con alguien al que había visto una vez. Pero le sabía mal no contestarle... hasta que un día no le cogió y bueno, esa relación sin sentido se terminó. Ahora salía bastante con James, los dos estaban solos y cuando él tenía libre solía invitarla a ver alguna película, algún concierto... Se lo pasaban bien, y como ya se conocían de antes, la confianza estaba presente. El día que Leslie llegó con Tom, el niño, _____ acompañó a James a recibirla. Leslie no la recibió a ella muy bien. _____ pudo notar la cara de disgusto al verla junto a su pareja. James se apresuró a presentarlas para que no hubiera tiempo de confusiones.

— ¿Sí? -dijo James contestando el teléfono de ____, que se encontraba ayudando a Leslie-

— ¿Se puede poner ___?

— Ahora mismo no puede.

-—Mmmm ¿Puedes decirle que la he llamado?

— Sí claro. De parte de ... ¿Quién?

— Eh.. soy Carlos. Dile que me llame.

Colgaron y James fue a buscar a ____. Le entregó el móvil.

— Te llamó Carlos.

— ¿Ah? ¿Qué quería?

— No me dijo nada, sólo que lo llames.

Pronto ____ se marchó y cuando llegó a casa apagó el móvil para evitar recibir ninguna llamada. Se quitó la ropa y buscó su pijama bajo la almohada, se lo puso y fue a la cocina para prepararse algo que cenar. Mientras esperaba al lado de la sartén, miró el móvil un par de veces.

Cuando se sirvió en el plato, y bajo el silencio de su casa, encendió el móvil sin remediarlo. La había llamado una vez más.

— ¿_____? -dijo Carlos al otro lado de la línea- ___, por fin.

— ¿Qué quieres?

— Nada en especial.

— ¿Entonces?

— ¿Podríamos vernos?

— ¿Para qué?

— Para vernos...

— ¿Tú quieres verme?

— Se podría decir que sí.

— ¿Y por qué?

— No tengo una razón clara que pueda ser convincente.

— Voy a cenar y mañana tengo que madrugar.

— ¿Puedo ir a tu casa?

— ¡Claro que no!

— Joder ___, hace mucho que no te veo... y ahora estoy aburrido, me apetece hablar contigo.

— ¿Te acuerdas de mi cuando te aburres?

— Que no joder, simplemente quiero verte y punto.

— Ahora me hago una foto y te la envío.

— ___... por favor. ¿Acaso no quieres verme?

— Pues no, soy sincera. No quiero verte.

— ___, por favor... ¡Eh! ¿Quién era el tipo que me ha contestado antes?

— James.

— ¿Tu novio?

— No tengo novio. ¿Qué te importa a ti lo que yo haga?

— No sé, me sale solo. Sin yo quererlo. ¿Nos vemos? Últimamente soy inofensivo. No temas por tu integridad...

— No temo por mi integridad. No te veo capaz de hacerme daño.

— No me refiero a eso...

Los dos se quedaron callados. Simplemente se oían ambas respiraciones.

— Voy a verte.

— No vengas.

— Sabré que estás dentro.

— Joder Carlos eres un cabezón. ¿No entiendes que no quiero verte?

— Ahora nos vemos.

— No...

— Sí, necesito verte.

— ¿Pero por qué?

— Porque te quiero.

No pudo ni pensar una respuesta, ni darle la réplica. Antes de que pudiera procesarlo Carlos había colgado. ¿Habría oído bien? ¿Te quiero? Ya no pudo llevarse un bocado, no pudo cenar, no pudo hacer nada. Sólo esperó a que llamara al timbre, pero no apareció nadie durante toda la noche. Le esperó despierta, deseando que la llamara. Ella le abriría y fingiría estar enfadada, pero finalmente él terminaría convenciéndola con esa sonrisa manipuladora. No podía ser cierto, le estaba mintiendo. ¿Te quiero? ___ se negaba a pensar que aquellas dos palabras tenían significado para él. No sabía qué era eso. ¿Y si si lo sabía? No lo veía desde hacía algunos cuantos días, y aquella noche se planteó cambiar los planes del día siguiente. ¿Y si iba a verlo poniendo otra excusa? Eso sería como tirarse desde un precipicio... Él no podía quererla. Era imposible. Pero aquella idea cambió, no hay nada imposible... solo poco probable...

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