cap 132

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[MARATÓN 1/4]


~~~> Capitulo 132

- Entonces supongo, que ahora te sientes muy bien. ¿No es cierto?..

- Sí, contigo todo es mucho mejor -le dio un beso en una de las manos- ¿Sabes una cosa? Tengo un retraso de cuatro días. Y no quiero alarmarte pero...

Dejó de pasar su mano por la cabeza de ella. Frunció el ceño y después de un rato en silencio habló.

- Si... si ha pasado pues... -suspiró- nada. ¿No?...

- Tranquilo -sonrió- seguro que es una tontería. Pero sí que deberíamos usar más a menudo...

- ¿Tú quieres? Con lo bien que se siente... así sin nada de por medio.

- Bueno, yo no digo nada.

- Está bien, comenzaremos a usarlo.

- Quizá sea demasiado tarde.

- ___.

- ¡Es broma! -rió poniéndose de rodillas para sentarse sobre él. Lo abrazó- Te quiero Carlitos...

- Sigo diciendo que tú hoy estás muy pastelosa. ¿Te ha pasado algo? Si quieres, cuéntamelo. Qué digo, no si quieres, te obligo a que me lo cuentes.

- Lo único que me pasa eres tú. Y sé que es la historia de siempre, pero te quiero -besó su nariz- me siento un poco imbécil, porque nunca me había sentido así de... -se encogió de hombros- de amada por alguien.

- ¿Te sientes amada por mí?...

- Mucho, y no lo niegues. Sé que me adoras. Y más aún cuando es probable que alguien sea papi.

- ¿No hemos quedado en que era broma?

- ¿No te gustaría? Porque a mí sí. ¿Te imaginas? Sería fantástico.

Carlos solo escuchaba a __. No estaba muy convencido

- No sé si sería conveniente ahora.

- Qué importa lo que sea conveniente o no. La vida se hace a base de sorpresas. Sorpresas como las que yo me llevé al descubrir que me gustabas... y que yo a ti también... y que quería acostarme contigo... y que más tarde te quería... fue todo una gran sorpresa.

- ¿Y qué dices si te propongo irnos a dormir? -la acercó a su boca, rozando con su lengua una de sus frías orejas- estás congelada. Vámonos...

- No, no. Yo no quiero irme a dormir tan pronto, quiero estar contigo aquí. Hablando de nuestras cosas.

- Estás helada.

- Ya me tapo con la manta -estiró su brazo derecho y se tapó la espalda- ¿Ves? Te quiero -fue a darle otro beso más- qué bien hueles -gimió y metió su mano debajo de la camiseta que llevaba puesta Carlos- Sí... me siento muy afortunada por tenerte aquí a mi lado. Eres aquello que se define como el hombre de mi vida.

- ¿Segurísima? No quiero hacerme ilusiones con pasar el resto de mi existencia contigo y que dentro de dos meses me dejes.

- No te voy a dejar dentro de dos meses. Si tienes miedo pídeme que me case contigo y evitas las dudas.

- ¿Casarnos? -dijo sorprendido, sí, definitivamente lo iba a pedir- No. Yo nunca me casaré.

- No me mientas, no te hagas el durito ahora porque no te pega -continuaba besándolo- Vamos a hacer un poquito el amor... -agarró los extremos de la manta y tapó a Carlos también- quítate esos pantalones. Me estoy empapando por tu culpa. Venga cariño... -dirigía su boca por su cuello- te haré un masaje donde sea si mañana te duele el cuerpo. Me echo la culpa por tenerte así de cansado. Soy una mujer que necesita de las atenciones de su nene...

- Cuando te pones tonta no hay quien diga que no.

- ¿Apagamos la tele o...? Pon el canal dieciséis, salen cositas divertidas.

- ¿Qué hay ahí eh...?

- Tú ponlo, toma -buscó el mando a distancia por el otro lado del sillón y cuando lo encontró se lo entregó- nunca hemos visto eso juntos.

- Yo recuerdo que en Los Ángeles lo puse y te volviste loca de celos.

- Perdóname por querer que solo me mires a mí. Está tardando mucho en levantarse hoy... -dijo mirando el paquete de Carlos- ¿Hago algo o puede ella sola?

- Qué vicio tienes eh -rió y le desabrochó el sujetador bajo la camiseta- no hagas nada, podrá con todo.

- Pero de igual manera yo quiero -metió su mano bajo la cinturilla del pantalón y acarició lo que encontró- parece estar muerta -rió...

- No está muerta... -miró hacia donde ella tenía la mano- creo.

- Quizá no sea tu noche.

- Nunca ha pasado, haz lo que quieras, es cuestión de minutos. Háblame mientras.

De repente se escucharon gritos. De la televisión.

- No, mejor no digas nada -rectificó al segundo- oh dios... dios... ___.

Ella empezó a reírse.

- Shh no te asombres. Tú ves eso a diario, imbécil. ¿Qué es mejor lo mío o lo de esa?

- Lo tuyo, sin pensarlo. Tú eres mucho mejor. Ya...

- Ya... sí. Quiero... eso...

- Has pasado de estar helada a estar caliente... -puso su mano en su cuello y la acercó una vez más a su boca- como una... perra...

Nada más oír eso __ se quitó la camiseta y los pantalones de pijama que vestía.

- Desnúdate Carlitos, me muero por sentirla.

- Me excitas de una manera sobrenatural cuando me miras y me hablas de esa forma. Tan morbosa y sensual.

- Será porque me pones tan cachonda que no puedo actuar de manera distinta.

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El Placer De Estar Contigo |HOT| *Carlos pena y tu *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora