pelea final en naruto word

687 76 4
                                    

 Kurama suspiró profundamente, listo para el combate. Su cuerpo se cubrió con una armadura de madera, y el sello de Hagoromo brilló con un intenso color rojo. A duras penas, Kurama logró aumentar su tamaño hasta alcanzar el kilómetro, lo máximo que podía alcanzar en ese momento. Observó al pavo real, la forma extraña que había adoptado el Diez Colas.

El pavo real, a su vez, miró a Kurama y luego gritó con voz estruendosa, llena de locura:
"¡Absorberé todo! ¡Todo será mío!"

Sus ojos brillaban con una locura insondable mientras gritaba:
"¡Te absorberé, maldito insecto!"

Kurama, sorprendido por la capacidad del Diez Colas para hablar, se dio cuenta de que, aunque había ganado inteligencia, aún mantenía su naturaleza destructiva. Sin más, ambos se lanzaron con furia el uno contra el otro.

Kurama atacó con sus poderosas patas, mientras el pavo real se abalanzó con sus afiladas garras. El choque fue devastador. Para su sorpresa, Kurama, el ser que nunca había sido derrotado desde que renació, fue expulsado hacia atrás, cayendo por primera vez en desventaja.

Enfurecido, Kurama perdió la compostura, gritando con una rabia descontrolada:
"¡Yo, Kurama, soy invencible en esta historia!"

Mirando al cielo con frustración, gritó de nuevo:
"¡Oye, autor! ¡Dame un power-up!"

Pero entonces, Kurama se dio cuenta de algo importante. Aunque el pavo real poseía un inmenso chakra, carecía de habilidades refinadas. Era un ser poderoso, pero su experiencia en combate era limitada, como un personaje de nivel 99, pero con habilidades en nivel 5. Aprovechando esa debilidad, Kurama gritó:

"¡Prueba mis Rasengan!"

De inmediato, en cada una de sus colas, creó un Rasengan de chakra natural. Luego, formó una Bijūdama y lanzó todos sus ataques hacia el pavo real. Al ver la avalancha de poder dirigirse hacia él, el pavo real generó una Bijūdama propia y la lanzó para contrarrestar los ataques.

El choque resultó en una explosión colosal. El pavo real fue envuelto por la onda expansiva, pero Kurama, anticipando el impacto, creó alas gigantes de chakra y voló hacia la atmósfera, escapando de la explosión.

Una vez en lo alto, Kurama se compactó en su forma más pequeña, transformándose en un meteoro. Luego, descendió a una velocidad increíble, impactando al pavo real, que apenas se estaba recuperando de la explosión anterior. A pesar de estar lastimado, Kurama se levantó rápidamente y creó otro Rasengan, lanzándolo de inmediato.

El pavo real, con sus alas abiertas, contraatacó con otra Bijūdama. Los dos ataques chocaron en el aire, creando una tensión que amenazaba con una nueva explosión. Sin embargo, Kurama, usando su habilidad de absorción, comenzó a corroer la Bijūdama del pavo real mientras mantenía su Rasengan como escudo. Poco a poco, refinó y absorbió el chakra de la explosión, creciendo 5 metros en tamaño en el proceso.

Así continuaron: uno atacaba, el otro escapaba. Kurama se dio cuenta de que, aunque no podría derrotar al pavo real en un combate físico o puramente energético, tenía una ventaja que el Diez Colas no poseía: la habilidad de absorción de chakra. Aunque cada vez que absorbía un ataque recibía el impacto de la onda expansiva, Kurama sabía que el daño no importaba en ese momento. Su única prioridad era ganar.

¡KURAMA SOY INVENCIBLE EN VARIOS MUNDOS¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora