San, un pobre diablo con mala suerte, transmigró al cuerpo de Kurama, pero no a cualquier Kurama, sino al ¡Kurama recién creado! Plácidamente pensó: "Tengo 800 años para fortalecerme y conocer a Hashirama y Madara. Estoy seguro de que podré ¡derrota...
Kurama observó confundido cómo Evil Kurama desaparecía en el portal. Aún perplejo, desvió la mirada hacia Medu, quien miraba fijamente un punto cercano. De repente, el efecto negativo de la habilidad "Renovación" de Edgar hizo efecto, y Kurama colapsó al suelo. Medu, alarmada y preocupada, corrió hacia él.
-¡Señor Kurama! ¿Está bien? -preguntó con preocupación.
Kurama la miró con una confianza desbordante y una sonrisa arrogante.
-Estoy paralizado de las dos piernas, ¡pero no te preocupes! -declaró con absoluta seguridad.
Medu, sin dudarlo, lo levantó en brazos en una posición de princesa. Sin embargo, la situación avergonzó a Kurama, quien rápidamente protestó.
-¡¿Qué haces?! ¡Bájame con cuidado! -gritó, claramente incómodo.
Medu, conteniendo una sonrisa, lo bajó suavemente al suelo. Kurama, mirando al cielo, concentró su magia para transformar su vestimenta. Su ropa mágica se convirtió en un brillante diente de oro que se colocó en la boca con un gesto de satisfacción. Luego, miró a Medu con una expresión autoritaria.
-Ahora sí, ¡puedes cargarme, Medu!
Sin embargo, esta vez Medu lo cargó como si fuera un saco de papas, colgándolo sobre su hombro, hiriendo gravemente el orgullo de Kurama. Era un ser capaz de destruir continentes con facilidad, pero en ese momento era tratado como un simple saco. Resignado, dejó escapar un suspiro mientras el viaje continuaba.
-Señor Kurama, ¿cuánto tiempo estará paralizado de las piernas? -preguntó Medu, aún llevándolo como un saco.
-Cincuenta años -respondió Kurama, su voz amortiguada por la vergüenza.
Medu asintió, mientras Luminous y Ramiris los seguían desde atrás. Ramiris, queriendo presumir, se acercó a Kurama y comenzó a mover sus piernas en el aire mientras volaba, disfrutando de su movilidad. Kurama, sintiéndose completamente humillado, pidió con resignación.
-Medu... ¿puedes llevarme como princesa de nuevo?
Medu lo alzó nuevamente, esta vez con más cuidado, y Kurama, descansando cómodamente contra su pecho, suspiró satisfecho.
-Esto sí que es vida -dijo con una sonrisa, disfrutando del momento-. Es como estar apoyado en una pared suave.
Medu, quien inicialmente sonreía, frunció el ceño y estuvo a punto de dejarlo caer, pero resistió el impulso. El viaje continuó mientras Kurama, relajado en brazos de Medu, le preguntaba sobre la vida de Evil Medu. Mientras escuchaba, su expresión se tornó sombría por un momento.
-Me alegra que el Señor Kurama sea como es -dijo Medu, aliviada.
Kurama, intrigado, le preguntó:
-¿Y cómo soy?
Con una sonrisa juguetona, Medu respondió:
-¡El Señor Kurama es un arrogante insoportable, meticuloso, muy confiado, narcisista, pero una buena persona que disfruta ayudar a los demás!
Kurama no supo si sentirse halagado o insultado. Antes de que pudiera procesarlo, Medu le devolvió la pregunta.
-¿Y cómo soy yo?
Kurama, sin dudarlo y con total confianza, respondió:
-¡Muy plana!
Inmediatamente, Medu lo dejó caer al suelo. Aunque lo recogió poco después, decidió no dirigirle la palabra por un tiempo. Mientras tanto, Edgar, colgando de la cintura de Medu, rompió el silencio con uno de sus infames chistes.
-¿Saben por qué se extinguieron los mamuts? ¡Porque no había paputs! -dijo, soltando una risa que sonaba más como un chirrido, haciendo que tanto Kurama como Medu se sintieran incómodos.
Al ver que no se reían, Edgar preguntó:
-¿Y qué harán ahora?
-Refinar energía -respondió Medu.
-Aprender más magias para mi arsenal -añadió Kurama, recostado.
Tras un rato, llegaron a la ciudad de Luminous, donde Kurama le pidió a Medu que le forjara una silla de ruedas con materiales raros. Medu asintió; no le emocionaba la idea de cargar a Kurama todo el tiempo, pero tampoco quería que alguien más lo hiciera. Mientras Medu trabajaba en la forja.
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(fan servís de mi tabla de medu)
Kurama comenzó a estudiar la magia primordial, una magia antigua y poderosa, pero extremadamente compleja. Era mucho más avanzada que la magia vampírica o élfica, pues se enfocaba en la creación y construcción de seres vivos, también conocida como la magia "Twilight", la creadora de razas.
Con el libro de creación de Luminous a su disposición, Kurama comenzó su entrenamiento en esta magia legendaria. Después de 19 días de arduo trabajo, logró avanzar, pero solo un poco. Mientras experimentaba, una energía extremadamente corrosiva, pero curiosamente familiar, lo envolvió. No le hizo mucho daño, pero era inquietante. Entonces lo reconoció: no era exactamente chakra, pero la energía era casi idéntica a la que había absorbido del meteorito muchos años atrás. Y si no lo era, la diferencia era imperceptible.
kurama empezó a experimentar y dio con los mismos resultados excepto por uno la manipulación de la energía, esta energía era igual al chakra del meteorito excepto por su manipulación, pero el creía que eso se debía a la cantidad de la energía en este mundo donde esta se hacia mucha mas densa, de esta manera pasaron 37 años, kurama en este momento tenia 1866 años, se miro las manos orgulloso, había dominado la magia primordial en un 78% aunque siendo honesto posiblemente solo podría crear peces.
pero edgar en cambio había evolucionado ahora ya no era una espada ancestral era una espada imperial, luego de derrotar a el kurama del otro universo su obtuvo la suficiente experiencia para evolucionar.
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(usare la imagen completa en algún momento)
kurama con todo el orgullo de haber logrado su propósito, grito avergonzado a una sirvienta quien le trajo su silla de ruedas.
