¡KURAMA SOY INVENCIBLE EN VARIOS MUNDOS¡

La preparación

Luego de los eventos que presenció, Izuku solo tenía dos cosas en mente: entrenar y golpear villanos. La prueba de admisión a la U.A. sería en cinco meses, y sin tiempo que perder, sabía que debía mejorar su físico. Sin embargo, tenía un problema: no tenía la menor idea de cómo lograrlo.

Kurama le dio una solución curiosa. Le indicó que fuera a la playa y le asignó una misión: despejar la zona de toda la basura acumulada, pero sin usar sus poderes. Así que Izuku empezó desde cero, arrastrando bolsas, moviendo muebles oxidados y transportando llantas, además de correr desde su casa a la playa todos los días. Kurama, estricto pero no un monstruo, le permitía teletransportarse de vuelta al final de la jornada. Y así, cada día al llegar a casa, Izuku se daba una ducha reparadora mientras Kurama creaba su cena con un toque de magia.

Un día inesperado, tuvieron una visita en casa: el héroe conocido como Destello Amarillo. Un joven de 19 años, de cabello rubio y mirada afable, saludó al peliverde con una sonrisa.

—¡Hola, joven Midoriya! Soy Destello Amarillo, pero puedes llamarme...

Sin embargo, su voz se cortó de repente cuando notó el cambio en Izuku: sus ojos se habían vuelto azules, con una pupila rasgada similar a la de un zorro.

—Hola, Naruto. Un gusto verte. ¿Así que decidiste nombrarte como Minato, de la línea original? Pasa, adelante.

El rubio, que había entrado confiado, se quedó atónito, y aunque logró entrar, su paso fue lento y su expresión insegura. Una vez sentados, Izuku (o más bien, Kurama en su cuerpo) habló con calma:

—Cuéntame, ¿qué ha pasado desde tu perspectiva?

Naruto suspiró antes de empezar a relatar:

—Después de caer en este mundo, Edgar y yo fuimos de un lado a otro salvando a la gente. Al principio nos reportaron por no ser héroes oficiales y usar quirks sin permiso, pero la gente empezó a tomarnos aprecio, y eso nos dio los permisos necesarios para continuar. ¡Ah, y me casé!

Kurama lo miró sorprendido.

—¿Te casaste?

Naruto explicó rápidamente cómo, unos dos años después de su llegada, tuvo que enfrentarse junto a los héroes contra All for One.

—No sabes la fuerza que tiene All Might, ¡ere increíble 15 veces el poder del original realmente fue asombroso! La pelea fue increíble, pero no pude hacer mucho, solo observé.

Naruto, en un tono de orgullo, añadió:

—Ah, pero usé el dios del trueno volador para salvar a la maestra de All Might. Fue ahí que ella se enamoró de mi encanto chino.

Mientras decía esto, acomodó su cabello como si se estuviera jactando de su éxito. Kurama, sin interés en su pose, le preguntó sobre el desenlace de la pelea entre All for One y All Might. Naruto continuó, describiendo cómo Edgar apareció en el último momento y, con un ataque brutal, distrajo al villano lo suficiente para que ambos pudieran combatirlo juntos. Finalmente, el villano se retiró, y Naruto aprovechó para usar ninjutsu médico y ayudar a los heridos.

—Fue ahí donde terminé de conquistar a la maestra de All Might... ¡y sí, al final me casé con ella!

Kurama dejó escapar un suspiro y añadió, casi burlón:

—Sabes que ella tiene casi 30 años más que tú, ¿verdad?

Naruto, mirando al techo con una sonrisa nostálgica, recitó:

—El amor es como el viento, llega y se va cuando menos lo esperas. Donde el sauce brota, hay estabilidad... y ella era mi sauce.

Kurama se quedó pensativo ante semejante filosofía y, con una pizca de curiosidad, preguntó:

—¿Tenía buenos muslos, verdad?

Naruto solo asintió satisfecho. Luego, aprovechando la pausa, le preguntó:

—¿Y qué hay de ti, señor Kurama? ¿Qué ha sido de ti en este mundo?

Con resignación, Kurama suspiró y respondió:

—Me sellaron en Izuku.

Naruto lo miró con sorpresa y envidia, algo que Kurama no pasó por alto. Apretando los dientes, exclamó:

—¡Así que no has perdido las ganas de recibir una paliza, enano!

Naruto sacudió las manos en son de paz, pero ya era demasiado tarde. Un moretón apareció en su cabeza tras el 'toque' de Kurama. Mientras el rubio se sobaba, Kurama continuó su interrogatorio casual:

—Entonces, ¿Cómo supiste que Izuku vive aquí?

—Ah, eso fue fácil —respondió Naruto, acomodándose—. Vi la lista de concursantes de la U.A. y reconocí su nombre. Pensé en convertirlo en mi discípulo, pero veo que eso no será posible, ¿verdad?

Kurama asintió, satisfecho.

—Así es. Ahora mismo está limpiando la playa de manera inútil.

Izuku, que estaba observando la conversación desde el espacio mental, aprovechó para preguntar a Medu:

—¿A qué se refiere con que es "inútil"?

Medu, sin rodeos, le explicó la realidad.

—¿Realmente creíste que levantar basura y muebles era buen entrenamiento físico? Si levantar cosas fuera suficiente, los albañiles serían los más musculosos del planeta. Solo con entrenamientos específicos y una buena dieta mejoras el físico. La razón principal de tu avance muscular es la carrera diaria para llegar a la playa.

Izuku se quedó helado, anonadado ante semejante revelación. Tras otra charla animada, Naruto se despidió, y Kurama le devolvió el control del cuerpo a Izuku, quien aún no podía creer que tres meses de entrenamiento solo le habían servido para limpiar la playa.

Al día siguiente, decidido a empezar un entrenamiento real, Izuku usó sus blaster blasters para limpiar la playa en minutos y comenzó un régimen exigente: 5 kilómetros de carrera, 100 sentadillas, 100 abdominales, y 100 flexiones al día, emulando el famoso entrenamiento de Saitama, aunque aumentando la intensidad.

Finalmente, el día de la prueba de ingreso a la U.A. llegó. Izuku estaba listo para enfrentar el desafío.