¿¿esto es una ciudad??

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(Hay bastante gente que se pregunta sobre Medu y qué le deparará el futuro. Aquí responderé varias cosas:

Primero, Medu, como la mayoría de las medusas, no tiene género, pero decidiré que sea mujer. ¿Por qué? Bueno, simplemente porque sí.

Personalidad de Medu: Medu es una medusa perezosa que solo busca vivir feliz, aunque es increíblemente decidida y entusiasta cuando lo desea.

Relaciones personales:

Kurama: Medu lo considera su aliado más cercano y tiene un fuerte apego hacia él.

Relaciones de conocidos:

Saitama: Para Medu, Saitama es alguien que intriga a Kurama, por lo tanto, también intriga a ella. Aunque no tiene mucho interés en él por sí misma, su curiosidad surge al ver la fascinación de Kurama.

Poder de Medu: Medu siempre será más fuerte que Kurama y continuará fortaleciéndose más rápido que él. Esto no cambiará en la historia.

Destino de Medu: No morirá en la historia. ¿Por qué? Porque Medu es el alivio cómico y el único personaje capaz de desinflar el ego de Kurama. Si lo piensan bien, Medu es el único ser que ha derrotado a Kurama. Aunque Tiwing empató con él, fue más por exceso de confianza de derrotar a kurama que por otra cosa.

Sin más que agregar... ¡continuemos!)

Saitama terminó su entrenamiento diario y, al entrar en la casa, vio una escena que lo dejó perplejo. Medu, la pequeña medusa roja, estaba sentada cómodamente en una silla, mientras Kurama agitaba una hoja gigante de 2 metros para abanicarla. Saitama, agotado, suspiró:

Diablos, hasta las mascotas tienen su propio servicio de refresco.

Sin darle más vueltas, se comió un pan y se fue a dormir.

Kurama, aún moviendo la hoja, recordó el porqué de su situación. La primera de las peticiones de Medu fue esta: agitar una hoja para darle aire fresco. Aunque lo encontraba humillante, romper su palabra sería incluso peor para alguien con su poder y orgullo.

Finalmente, después de cinco largas horas, Kurama dejó caer la hoja y, con un suspiro de alivio, le preguntó:

Ya pasaron cinco horas, ¿cuál es tu segunda petición, Medu?

Medu, pensativa por un momento, sonrió con esa inocencia que la caracterizaba y dijo:

Quiero que el señor Kurama me dé un masaje por siete horas.

Kurama sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. No podía creer lo que estaba escuchando, pero mantuvo su compostura. Al día siguiente, cuando Saitama se despertó para continuar con su entrenamiento, lo primero que vio fue a Kurama dándole un masaje a Medu. Saitama, sorprendido pero ya resignado, pensó:

¿Hasta las mascotas tienen masajes?

Finalmente, Kurama, contando los segundos con impaciencia, exclamó:

¡Listo! ¡Siete horas cumplidas!

Se detuvo inmediatamente y, con cierto tono de alivio, preguntó:

¡KURAMA SOY INVENCIBLE EN VARIOS MUNDOS¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora