¡KURAMA SOY INVENCIBLE EN VARIOS MUNDOS¡

el kurama oscuro (parte1)

Santiag22004 observaba desde las capas multidimensionales a Kurama del mundo principal, quien caminaba tranquilamente junto a Medu y Edgar, la espada. Sin embargo, desvió su atención hacia un universo paralelo mucho más oscuro, un lugar triste, lleno de desesperación y destrucción. La historia de ese Kurama, muy diferente al del mundo principal, comenzó a desplegarse.

En esta versión alterna, Kurama había reencarnado de la misma manera, engañando a la viejita del mundo de la reencarnación y obteniendo los mismos poderes. Pero los cambios en su carácter fueron radicales. Kurama absorbió el Agua Súper Divina y la Caja de los Deseos sin distracción alguna, sin ningún tipo de apego hacia la humanidad. Un joven de una tribu cercana, con mucho respeto, se le acercó y le pidió comida para su gente. La respuesta de Kurama fue fría e implacable:

—No vuelvas a interrumpirme o no tendrás tribu.

Desde ese día, nadie se atrevió a pedirle nada a Kurama.

La Oscura Dominación

Tras absorber la Caja de los Deseos, Kurama comenzó a vagar, sin apego ni piedad. En lugar de ayudar a los pelirrojos, como su contraparte del mundo principal, este Kurama los esclavizó, obligándolos a ceder el 50% de su chakra anualmente. Durante 280 años, sometió a los Uzumaki a una lenta agonía, hasta que solo unos pocos quedaron.

— ¿Cómo es posible que queden tan pocos de ustedes? —gritó, furioso.

Un aldeano, tembloroso, le explicó:

—Nos quitas demasiada energía... apenas podemos cultivar.

Kurama, en su frialdad, redujo el tributo al 30%, pero el daño ya estaba hecho.

La Ascensión al Poder

Con el paso de los años, Kurama absorbió chakra natural y creció en poder, alcanzando un tamaño de 890 metros. Con 600 años, este Kurama era mucho más fuerte que el mundo principal. Ya no necesitaba del chakra de los Uzumaki, y decidió dejarlos vivir. Sin embargo, su ambición no terminó ahí. viajo por el templo del futuro y viajo al universo paralelo Encontró a Madara y Hashirama, pero en lugar de observarlos y luego crear un plan mientras atrapaban al otro kurama, los ataco brutalmente. Aprovechó un momento en que Madara desactivó su Sharingan, embistiéndolo y cegándolo. Hashirama, a pesar de invocar su gigantesco Mokuton, no fue rival para el colosal Kurama de 890 metros. Ambos fueron absorbidos y Kurama obtuvo sus poderes.

Con su recién adquirida fuerza, recorrió el mundo, encontrando a los otros bijuu y sometiéndolos de la misma manera. y a cada uno de ellos aunque no podía absorberlos por el sello de hagoromo si podía golpearlos asta que le dieran su energía.

El régimen del terror

Kurama regresó a su mundo original, donde impuso un dominio tiránico. En tan solo 100 años, conquistó todo el mundo, sometiendo a la humanidad a un tributo anual del 30% de su chakra. Durante 150 años, este sistema funcionó, pero las rebeliones comenzaron. Ante esto, Kurama decidió absorber todo el chakra natural del planeta, y con él, se retiró a un mundo paralelo.

Llegó a la Cuarta Guerra Ninja, donde absorbió al Diez Colas hasta reducirlo a 700 metros. Luego, pasaron 20 años rompiendo el sello de Hagoromo. Tras liberarse, comenzó una masacre que no dejó a ninguna aldea indemne. Absorbió completamente a los habitantes de la Arena, la Niebla y el Rayo, enfrentándose a los Kage sin esfuerzo.

Finalmente, llegó a la Hoja. Naruto y Sasuke intentaron detenerlo, pero fueron inútiles. Kurama había absorbido tanto poder que su tamaño superaba los 1930 metros, y su poder era incomprensible. Ni las técnicas más poderosas podían hacerle frente. Cuando su obra estaba completa, no solo había absorbido a los humanos, sino que también destruyó el mundo.

La soledad y la locura

Kurama, ahora de 1930 metros, se dirigió a la luna, donde absorbió a todo el clan Otsutsuki. Luego, regresó al planeta vacío. Se adentró en el núcleo del mundo, comenzando a absorber la vitalidad del planeta mismo. La naturaleza perecía bajo su sede de poder. Los ocho bijuu, sus hermanos, intentaron detenerlo, pero no pudieron hacer nada. Fueron absorbidos sin piedad.

Kurama, ahora el único ser viviente en un planeta desolado, usamos toda su energía para envolverse en un resplandor blanco. Su boca se torció en una sonrisa enloquecida mientras pasaba los siguientes 20 años creando un portal. Finalmente, entró en él, dejando atrás un universo vacío.