Mientras Kurama caminaba a lo largo de las orillas del mar, vislumbró una pequeña medusa roja que, inesperadamente, le habló telepáticamente:
—¡Hola, señor! Hace tiempo que no nos vemos.
Kurama, al ver a la diminuta medusa, respondió con cierta confusión: —¡Hola, pequeña! ¿Cómo lograste ese tamaño?
La medusa le contó su historia, y Kurama no pudo evitar sorprenderse. Durante todo el tiempo que estuvo fuera, la medusa había aniquilado a cualquier ser que poseyera haki. Justo antes de que murieran, usaba su habilidad de absorción de haki, una técnica que estaba a la par con la propia habilidad de absorción de haki llameante de Kurama. En uno de esos casos, había absorbido a un joven que poseía una fruta del diablo con la capacidad de encoger al usuario sin causar daños secundarios. Al darse cuenta de que en esa forma era más rápida y mantenía la misma fuerza que en su tamaño gigante, la medusa adoptó esa forma como su estado principal.
Kurama, aún sorprendido, exclamó: —¡Vaya!
Luego, la miró con curiosidad y preguntó: —¿Y qué haces aquí?
La medusa respondió: —Señor, ¿recuerda nuestro acuerdo?
Kurama, inicialmente confundido, recordó de repente. —Ah, ya recuerdo. Bueno, ahora dame el 20% de tu haki total.
Con entusiasmo, la medusa respondió: —¡Por fin el señor Kurama se acordó!
Kurama, mientras una gota de sudor resbalaba por su frente, pensaba: —¿Por qué lo dice como si darme el 20% de su haki total fuera algo bueno para ella?
Después de absorber el 20% del haki de la medusa, Kurama quedó asombrado al sentir un aumento del 15% en su propio haki. "¡Espera un momento! ¿Eso significa que esta medusa tenía solo un 5% menos de haki que yo?", pensó sorprendido. Mientras observaba a la medusa celebrar por haberle entregado su haki, Kurama no sabía qué pensar. Finalmente, suspiró y, con una sonrisa feroz, exclamó:
—¡Es hora de completar este mundo! En 15 años, el mundo temblará ante mí¡
Pasaron 15 años en los que Kurama pasó tiempo con la medusa. De repente, algo extraño llamó su atención, y le preguntó:
—Si tienes una fruta del diablo, ¿por qué no eres débil en el agua?
La medusa respondió rápidamente: —No me comí la fruta, solo absorbí sus efectos al absorber el haki que contenía.
Kurama quedó estático al instante, completamente sorprendido por la revelación. ¿Por qué no me di cuenta de que podía hacer eso? Miró al cielo y maldijo en voz alta:
—¡Mierda, fui un idiota!
Se quedó mirando el cielo, murmurando para sí mismo. Claramente, estaba calculando su edad. "Cuando el joven conoció a Dorry y Brogy, tenía 1705 años... pasaron 20 años más... luego otros 20 mientras ayudaba al joven a fortalecerse... y otros 15 años junto a la medusa..." La medusa, aunque no tenía ojos, percibía su presencia con intriga. Kurama, de repente, exclamó:
—¡Tengo 1750 años!
La medusa se quedó perpleja. ¿Qué acaba de pasar? Desde su perspectiva, Kurama había maldecido, mirado el cielo, y luego dicho su edad sin más contexto. No entendía qué clase de razonamiento había seguido. Sin previo aviso, Kurama soltó una nueva declaración:
—¡hay que alocarnos¡
De la nada, Kurama volvió a su forma gigante. Tomó a la pequeña medusa en una de sus gigantescas patas y, usando sus cuerdas vocales al máximo, infundidas con haki, gritó:
—¡Todos los humanos fuertes, enfréntense a mí en la ciudad de los gigantes o perecerán!
Su rugido fue tan poderoso que rompió ventanas y derribó a personas en un radio de 800 kilómetros. Kurama corrió por el agua a una velocidad increíble, y cada cierto tiempo repetía su desafío:
—¡Todos los humanos fuertes, enfréntense a mí en la ciudad de los gigantes o perecerán!
De esta manera, Kurama pasó 5 años completos desafiando al mundo. Cada cierto tiempo, destruía barcos de la marina por la mitad para que el Gobierno Mundial lo considerara una amenaza real. Incluso destruyó islas grandes, pero deshabitadas, para demostrar su poder sin causar bajas innecesarias. Los sobrevivientes de los barcos que destruía lograron fotografiarlo con caracoles transmisores, y pronto su imagen se difundió por todo el mundo.
La leyenda de un zorro de 1600 metros que amenazaba la civilización empezó a tomar forma.
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¡KURAMA SOY INVENCIBLE EN VARIOS MUNDOS¡
FantasySan, un pobre diablo con mala suerte, transmigró al cuerpo de Kurama, pero no a cualquier Kurama, sino al ¡Kurama recién creado! Plácidamente pensó: "Tengo 800 años para fortalecerme y conocer a Hashirama y Madara. Estoy seguro de que podré ¡derrota...