conociendo al doctor genus

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 Kurama, junto a Medu, estaba viendo anime cuando sintieron la presencia de Saitama entrando en la casa. A pesar de que la energía de Saitama era realmente notable, comparada con otros seres de este mundo, no era más que un 12 a 18% de la fuerza de Kurama. Y frente a Medu... bueno, ni siquiera era necesario compararlo. Kurama le dijo a Medu:

—Quiero conocer a alguien.

Medu, sorprendida, respondió con entusiasmo:
—¡El señor Kurama quiere conocer a alguien! ¡Yo también quiero conocerlo!

Sin más, Kurama y Medu encontraron a Saitama en el pasillo, pero pasaron delante de él sin saludarlo. Saitama, viendo cómo sus "mascotas" lo ignoraban, se quedó sin palabras y suspiró:

—Mis mascotas son realmente arrogantes, ni siquiera saludan a su dueño.

Kurama, corriendo a una velocidad increíble, comenzó a buscar por las montañas utilizando su percepción de chakra, pero no encontraba nada. Suspiró. Según lo que sabía, el Dr. Genus, creador de Carnage Kabuto, una amenaza nivel dragón, tenía su base en estas montañas. Kurama quería ver qué pasaría si el doctor usaba su sangre para crear algo. Observó a Medu, que dormía cómodamente en su cabeza, y pensó: No importa lo que haga Genus, no será más fuerte que Medu.

Tras 40 minutos de búsqueda, Medu se estiró y Kurama la envolvió suavemente con sus 10 colas para que durmiera sin frío. Pasaron otros 40 minutos antes de que Kurama detectara una energía en una gran torre de 40 metros de alto. Sin pensarlo mucho, con su cuerpo de 10 metros hizo un agujero en el suelo y comenzó a bajar. Al chocar contra una superficie metálica, la atravesó y llegó a un pasillo lleno de clones. Luego de un momento, una persona idéntica a los clones, pero con ropa negra, apareció y habló

 Luego de un momento, una persona idéntica a los clones, pero con ropa negra, apareció y habló

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—Mis satélites detectaron su acercamiento, señor Kurama —dijo con respeto y algo de miedo.

Kurama asintió y dijo:

—Quiero que hagas un experimento con mi sangre.

El Dr. Genus se sorprendió y, emocionado, preguntó:
—¿Por qué el señor Kurama quiere que use su sangre para experimentos?

Kurama respondió con naturalidad:

—Quiero ver lo fuerte que será la criatura que crees con mi sangre.

Acto seguido, despertó a Medu con suaves golpecitos de su cola. Medu se estiró y, al observar su alrededor, exclamó sorprendida:

—¡Cuántos humanos iguales! ¿Cuántos partos sufrió esa mujer para tener tantos hijos gemelos?

Kurama, conteniendo la risa, le explicó:
—Son clones, Medu.

—¡Ah, menos mal! —respondió aliviada—. ¿Pero no podrían rebelarse y volverse el original?

El Dr. Genus intervino:
—No es posible. Cada clon tiene una bomba conectada a mi corazón. Si se rebelan, me romperé el corazón y todos morirán.

Kurama se quedó sin palabras. Este tipo realmente sabe cómo intimidar.

Después de esto, Kurama comenzó a mover sus colas y aparecieron otros dos clones de él. Los clones se dirigieron a una mesa y comenzaron a escribir. Kurama le explicó a Genus:

—Están escribiendo investigaciones relacionadas con mi sangre. Todo lo que necesitan saber sobre ella está ahí.

Kurama no mentía. Recordaba todo lo que Vegapunk había investigado sobre su sangre, y ahora le estaba dando al Dr. Genus información que le tomaría décadas descubrir por sí mismo. Tras esto, Kurama cambió de forma, volviendo a su forma física para arrancarse un trozo de carne, lo que casi lo hizo gritar de dolor. Regresó a su forma de chakra, donde el dolor desaparecía rápidamente y sus heridas comenzaron a regenerarse. Miró a Genus:

—No me importa si lo que crees se parece a mí, pero espero que no se vuelva un loco destructor.

Kurama luego dirigió su mirada hacia Medu y, con algo de culpa, le preguntó:

—Medu, ¿me darías uno de tus tentáculos?

Medu, como si no fuera un problema, respondió alegremente:

—¡Claro, señor Kurama! —y uno de sus tentáculos cayó al suelo.

—Soy una medusa, no tengo sistema nervioso, no siento dolor —aclaró Medu.

Kurama suspiró, aliviado. Volvió su atención al Dr. Genus, esta vez con una mirada intensa y solemne:

—Quiero que investigues los genes de Medu, y que bajo ninguna circunstancia lo que crees con ellos se vuelva más fuerte.

La seriedad en su voz era inquebrantable. Kurama temía que algo similar a Medu, pero mucho más fuerte, podría destruirlo mientras dormía. El Dr. Genus, al escuchar la gravedad en su tono, asintió con determinación. Después de todo, conocía la información de Medu y Kurama. Un clon suyo había estado en la ciudad cuando Kurama apareció, y había grabado la escena. Sobre Medu, la información era mundialmente conocida: Medu, la Medusa de Sangre, había derrotado a Tatsumaki, la mujer que podía atraer meteoritos del espacio. Ahora tenía en sus manos el tentáculo de un ser tan poderoso, lo que lo motivaba aún más para lograr el pedido de Kurama.

 Ahora tenía en sus manos el tentáculo de un ser tan poderoso, lo que lo motivaba aún más para lograr el pedido de Kurama

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¡KURAMA SOY INVENCIBLE EN VARIOS MUNDOS¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora