¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sol descendía lentamente sobre Konoha, pintando el cielo de tonos cálidos mientras las sombras de las montañas se alargaban sobre la aldea. Naruto Uzumaki caminaba por las calles, disfrutando de un raro momento de calma. La aldea prosperaba bajo el liderazgo de Kakashi como Hokage, pero Naruto seguía siendo el alma energética y apasionada que todos conocían. Sin embargo, esa tarde algo lo inquietaba.
Había quedado de encontrarse con [T/N] en la cima del Monte Hokage, un lugar especial para ambos. Desde que se hicieron pareja, ese lugar había sido su refugio. Pero hoy, el mensaje que le había enviado tenía un tono distinto: urgente, lleno de seriedad.
Naruto llegó y la vio, de pie al borde del risco, observando el horizonte. Su cabello danzaba con la brisa y sus ojos reflejaban la luz del atardecer, pero había algo en su postura que lo alarmó.
—[T/N], llegué. ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? —preguntó mientras se acercaba. Su habitual sonrisa estaba teñida de preocupación.
Ella giró hacia él, mordiéndose el labio inferior. En su mirada había una mezcla de culpa y resolución. Sabía que esta conversación cambiaría todo.
—Naruto... hay algo que tengo que decirte. Algo que he estado ocultando.
Naruto arqueó una ceja, sorprendido. —¿Ocultando? Vamos, [T/N], ¿qué podría ser tan grave? Soy tu novio, confía en mí.
Ella cerró los ojos y respiró profundamente antes de hablar. —Es sobre Sasuke. Yo... yo sabía dónde estaba todo este tiempo.
El rostro de Naruto se congeló. Era como si el aire a su alrededor se hubiera vuelto pesado. —¿Qué dijiste? —su voz salió más baja de lo habitual, casi un susurro.
—Naruto, escúchame. Por favor, déjame explicarte. —[T/N] dio un paso hacia él, pero él retrocedió, su mirada fija en ella, como si estuviera tratando de comprender lo que acababa de oír.
—¿Sabías dónde estaba Sasuke? ¿Todo este tiempo? —repitió, su tono subiendo. Su mandíbula se tensó y sus puños se cerraron.
—Sí... pero no podía decírtelo. Fue por tu bien, Naruto. Por el bien de todos.
Naruto soltó una risa amarga, llena de incredulidad. —¡Por mi bien! ¡Por el bien de todos! ¿Qué clase de excusa es esa, [T/N]? ¡Era mi mejor amigo! ¡He pasado años buscándolo, luchando por traerlo de vuelta! ¿Y tú simplemente... lo ocultaste?
Ella sintió que las lágrimas amenazaban con brotar, pero se negó a llorar. Necesitaba explicarse. —Sasuke me lo pidió, Naruto. Me dijo que no debía interferir. Dijo que estaba siguiendo su propio camino y que revelar su paradero solo causaría más problemas.
—¿Y decidiste escucharlo? —gritó Naruto, su voz cargada de dolor. —¿A Sasuke? ¡El mismo Sasuke que abandonó la aldea, que me dejó atrás como si no importara! ¿Elegiste su palabra sobre la mía?
—No fue así de simple... —[T/N] intentó acercarse de nuevo, pero Naruto dio un paso atrás, su mirada reflejando más que enojo: decepción.
—¿Entonces cómo fue? —la interrumpió, con los ojos brillando de rabia contenida. —Explícame, [T/N]. Porque yo pensé que éramos un equipo. Pensé que tú y yo... que éramos algo más que esto. Pero parece que estaba equivocado.
Las palabras de Naruto golpearon a [T/N] como un puñal. —¡Nunca quise lastimarte, Naruto! Te amo, ¿sí? Pero también entendía el peso que llevas en tus hombros. Tenías tantas responsabilidades, y perseguir a Sasuke... temí que te destrozara si fracasabas otra vez.
Naruto la miró fijamente, sus ojos azules fríos como el hielo. —¿Y tú decidiste por mí? ¿Decidiste que yo no podía manejarlo? ¿Sabes cuánto me dolió cada día no saber nada de él? ¿Cuántas noches pasé cuestionándome si estaba vivo o muerto?
[T/N] sintió que las lágrimas finalmente rodaban por sus mejillas. —Solo quería protegerte, Naruto. No fue una decisión fácil, pero sentí que era lo correcto en ese momento.
—¡No necesitaba tu protección! —gritó Naruto, interrumpiéndola. Su voz resonó en el silencio del lugar. —Necesitaba tu apoyo, [T/N]. Necesitaba que confiaras en mí. ¡Se suponía que estábamos juntos en esto! Pero tú... tú me traicionaste.
Ella sacudió la cabeza, desesperada. —¡No fue una traición! ¡Lo hice porque te amo!
Naruto soltó una amarga carcajada. —¿Amor? ¿Esto es amor para ti? Ocultarme algo tan importante, mentirme día tras día... ¡Eso no es amor, [T/N]!
Ella se quedó en silencio, incapaz de responder. Cada palabra de Naruto era como una bofetada, pero no podía culparlo. Sabía que había cometido un error, uno que tal vez no tendría redención.
El silencio entre ambos se volvió insoportable. Naruto finalmente desvió la mirada, sus ojos llenos de dolor. —Todo este tiempo pensé que podía confiar en ti. Que eras la única persona en la que podía apoyarme de verdad. Pero ahora... ni siquiera sé quién eres.
[T/N] extendió la mano hacia él, pero Naruto la apartó con un gesto brusco. —Naruto, por favor. No quería que las cosas terminaran así. Dame una oportunidad para explicarlo mejor.
Naruto negó con la cabeza, su expresión endureciéndose. —No hay nada más que explicar. Dijiste lo que tenías que decir, y yo... no puedo aceptar esto.
Ella sintió que el suelo se abría bajo sus pies mientras Naruto daba media vuelta, comenzando a alejarse. —Naruto, espera. ¡No te vayas así!
Él se detuvo, pero no miró hacia atrás. —No puedo mirarte ahora, [T/N]. No después de esto.
Y sin decir nada más, Naruto se marchó, dejándola sola en la cima del Monte Hokage. Las lágrimas de [T/N] cayeron sin control mientras lo veía desaparecer en la distancia. Sabía que había hecho lo que creía correcto, pero ahora, se preguntaba si había valido la pena.
