El trato

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Jessica lo miró, pensó, y no se le ocurría nada, así que Samuel repitió la pregunta:

- ¿Qué haces con el cepillo de Henrique?

- Pues que voy ha hacer... limpiar, lo que hago siempre.

- ¿Y lo traes en una bolsa de plástico?

- ¿Qué bolsa?

Jessica intentó esconderla detrás suya, pero fue inútil, Samuel se acercó a ella y se la arrebató de las manos, Jessica miró al suelo, y Samuel levantó la bolsa y como inculpándola de algo se la enseñó:

- Esta bolsa.

- Samuel no te tengo porque dar explicaciones, así que déjame en paz.

Jessica pasó por su lado y cuando cogió el pomo de la puerta para salir, Samuel la detuvo con sus palabras:

- A mi no, pero a Henrique sí.

Jessica tragó saliva, qué iba ha hacer, se dio la vuelta lo miró e intentó controlar su voz:

- No es nada malo, Samuel por qué no dejas de meterte en todo y te limitas a seguirlo en todo a tu jefe.

- Te recuerdo que también es el tuyo, dime una cosa Jessica, cuando Gisela se vaya con Fernando, si es que se llegan a ir, ¿Qué vas ha hacer?, ¿Te va a llevar con ella?,no tienen donde caerse muertos, por favor, a ti, al igual que a mi, nos lo ha dado todo Henrique, debes lealtad.

- Yo no debo lealtad a nadie, a mi no me han regalado nada, lo que he ganado a sido con mi sudor, y Gisela es una niña muy buena, que siempre me ha tenido en alta estima, y la quiero como si fuese mi hija, quiero que sea feliz y si su felicidad no es al lado de Henrique, que está claro que no la es, pues la voy a ayudar en todo, y si Henrique me quiere despedir por eso, que estaría en todo su derecho, pues que lo haga.

- Que fácil lo dices... ¿Dónde vas a ir?

- Donde sea, a mi no se me caen los anillos por trabajar, o por buscarme la vida, tu tranquilo. Más bien... dónde irías tú.

- ¿Qué?

- Sí, me queda claro que no estás al lado de Henrique por gusto, me queda claro que amas a Gisela y que nunca has dicho nada porque algo escondes o algo no quieres que se sepa.

- Tonterías, estoy enamorado de Gisela pero está casada con mi jefe y es una mujer prohibida, y además no vale nada, me ha quedado mas que claro.

- ¿No vale nada?, ¿Por qué?, porque no te ha elegido... o porque lucha por lo que quiere. Samuel no se cual sea el secreto que tanto te atormenta y por el que le pedías perdón a Gisela, pero lo podría averiguar, aunque tardase, se que Henrique te tiene amenazado por algo o alguien, y se que estás a su lado no por lealtad como tanto presumes, si no porque sabes algo, o él te oculta algo.

- Nada de eso.

Samuel se empezó a poner nervioso, quería salir de allí, Jessica lo miraba a los ojos.

- No te metas mas con nosotras, no estamos haciendo otra cosa que no sea luchar por la felicidad de Gisela, además no te conviene.

Samuel salió de allí casi corriendo, y Jessica respiró hondo:

- Por los pelos.

Llegó la noche, Rafael y Fernando decidieron cenar en el bar de Erica, los tres estaban sentados en una mesa:

- Que pena que no se haya podido quedar Gisela, me cae bien esa chica.

- Sí que pena, pero tiene al niño y tiene que estar con él.

Como te imaginéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora