Henrique miró a Samuel desconcertado, sería que Fernando fue en su busca.
- ¿Por qué motivo se ausentó?
- No lo se señor.
- No sabes nada, en cuanto venga quiero hablar con él.
- Sí señor.
Samuel salió del despacho, Henrique se quedó pensando, en todo lo que había pasado últimamente con Gisela, él la quería y le resultaba difícil creer que ella lo quisiera dejar.
- No te voy a dejar libre nunca, me costó mucho conseguirte, y no te voy a perder, vas a ser mía aunque no quieras.
Fernando y Gisela ya estaban apunto de salir de la cabaña, no querían volver a la realidad, querían quedarse el uno con el otro, atados para siempre, pero la realidad era otra. Fernando no soltaba a Gisela, la abrazaba y la besaba.
- Mi amor, tenemos que irnos.
- Me encanta cuando me llamas mi amor, no me quiero ir.
- Lo se, pero hay que volver a la realidad.
- Quiero que sepas que pase lo que pase, te voy a apoyar, voy a estar contigo.
- Voy a luchar por esto, te lo juro.
Se besaron, deseaban estar siempre juntos, pero no sabían como atajar la situación.
Fernando regresó a la casa solo,no querían levantar sospechas, entró y no vio a nadie, suspiró,
pensaba que el peligro había pasado, pero a la que iba a subir las escaleras una voz sonó detrás de él,
era Samuel, se acercó a él.
- Te busca Henrique.
- ¿A pasado algo?
Fernando no quería verse nervioso, pero era inevitable, sería que Henrique sospechaba algo, no les había visto en circunstancias extrañas, pero todo podía ser.Samuel lo volvió a mirar.
- ¿No me has escuchado?
- Sí.
- Pues vamos.
Samuel siguió el pasillo hasta la puerta del despacho, Fernando tomó aliento y fue al despacho, entró,allí estaba Henrique, su cara lo decía todo, no estaba contento, lo miró, se miraron,sin pronunciar palabras hasta que Henrique hizo una señal con la mano a Samuel para que se sentase, él obedeció. Henrique no pronunciaba palabra, Fernando menos, los dos no paraban de mirarse, parecía un duelo a muerte, por fin Henrique habló.
- ¿Dónde has estado?, Te he buscado durante un buen rato y no te he encontrado.
- ¿Necesitaba algo?
Fernando estaba esquivando la conversación, no sabía por donde le iba a salir Henrique.
- Necesitaba que hicieses tu trabajo, te he contratado para seguir a mi mujer, para que seas su sombra y no lo estoy viendo.
Henrique se alteró un poco.
- La he seguido señor, ayer fue mi noche libre y cuando llegué, ella salía, entonces cogí el otro coche para seguirla, estoy haciendo lo que me pidió señor.
- ¿A sí?, ¿Y qué hacía mi esposa?
Fernando quería gritarle a los cuatro vientos lo que había estado haciendo su esposa, toda la verdad, pero no podía, sabía que ese hombre era peligroso, así que se aguantó las ganas y mintió, que era lo que últimamente hacía siempre.
- Fue a la cabaña que está a las afueras, la que era de los antiguos trabajadores, y estuvo allí todo el rato, no hacía nada, solo pensar y... llorar.
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Como te imaginé
RomanceGisela Álvarez casada con un hombre mucho mas mayor, jamás a conocido el deseo, la pasión y mucho menos el amor.Hasta que llega a su vida Fernando Marín, un escolta que le pone su propio marido, el cual la hace sentir cosas que jamás imaginaba senti...