«¿Te he dado motivos para no fiarte de mí? »
«Adrien... No quieres que nos veamos en persona, me queda más que claro. ¿Por qué? ¿Qué tienes que esconder? He confiado en ti, aun no teniendo motivos para hacerlo, porque, ¿cómo puedo confiar en alguien que no conozco? Y lo he hecho. Llevamos meses hablando, ¿para qué vamos a seguir haciéndolo si no nos va a llevar a ninguna parte? Solo sé de ti tu nombre y una foto. Tú decides.»
Y no respondió. Después de todo ese textito, no respondió. Yo sí que ya lo he decidido: no voy a perder más mi tiempo con un mentiroso, desconocido. He dejado de seguirle y ya no podrá enviarme más mensajes directos, en caso de que quisiera hacerlo. Si cambia de opinión, siempre podrá mencionarme en un tweet. Y si no lo hace, tampoco me preocuparé mucho. No se reirá más de mí.
«Buenas noches, ¿no?»
Pongo los ojos en blanco al leer el WhatsApp de Aaron. Lleva toda la tarde escribiéndome. ¿A qué narices se debe este interés repentino por hablarme? No me cae bien... A veces va de listo y de ingenioso con sus comentarios, pero se queda en el intento. No tiene gracia. Se nota que se esfuerza por ser "guay", caer bien y ser sociable, pero no lo logra. Es más, ¿por qué debería darle las buenas noches? Ni que fuera mi amigo... Solo le doy las buenas noches a Alexa, y en ocasiones muy puntuales. Es irritante. No me gustan sus confianzas.
Finalmente le escribo unas buenas noches simples, sin caritas, sin emoticonos. Tal vez de esa forma pille las indirectas.Me cepillo el pelo frente al espejo de mi habitación desenredando los mechones con cuidado. Maldito pelo largo.
Me hago una trenza cuando termino y me meto en la cama. Mi móvil marca las 23:14.
Entro a WhatsApp de nuevo y comienzo a cotillear fotos y estados. Es como un ritual que hago antes de dormir. Alexa ha cambiado la foto hace poco. Ahora tiene una de uno de sus dibujos: es un hada sentada sobre el tronco de un árbol en blanco y negro y solo las alas son a color, naranja concretamente. Me encantan sus dibujos. Hadas, bailarinas y rostros de chicas son sus favoritos. Tiene talento, aunque no quiera admitirlo.
La foto de Louis no ha cambiado: es la misma del perfil de Joel en Twitter. Entro en su chat para mirar su hora de conexión y lo descubro en línea. Salgo inmediatamente evitando tocar algo que no debiera de lo que luego pueda arrepentirme.
Por último la foto de Joel: sale con una chica, unos años mayor que él y que sonríe. Los dos tienen los mismos ojos verdes y la misma sonrisa perfecta y contagiosa. Son hermanos. Ahora que lo pienso... Karen mencionó a una hermana mayor, por lo que debe ser ella. Qué envidia de familia.Bloqueo el móvil, dejándolo en silencio y me cubro con las mantas por completo. La casa queda en silencio absoluto.
Suspiro y cierro los ojos. Quizá mañana sea un día mejor.***
Ahí vienen los tres, con pasos sincronizados y las manos en los bolsillos. A veces pienso que se lo preparan previamente para llegar pisando fuerte. Puedo ver los charcos de babas femeninos, y ahora sí que lo entiendo a la perfección.
Pasan por delante y siguen de largo sin saber muy bien adónde se dirigen. Los inspecciono de arriba a abajo hasta que desaparecen de mi campo visual.
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Pide un deseo
Fanfiction"Creo que estoy caracterizada por ser el diario de todo el mundo, sin tener uno propio. Si lo tuviera, lo poco que habría de contar, no sería de interés ni de agrado ni para mí misma." [TERMINADA]