Pide un deseo

62. Eso no va a pasar.

Intento centrarme en historia, lo prometo, pero mi cabeza está en varios sitios a la vez, uno de ellos en la escena anterior de la toalla. Sentí que dejaba de respirar, mientras a él no pareció darle ningún tipo de pudor al respecto. Es más, bromeó después sobre ello. Yo fui incapaz de mirar, ni de pensarlo siquiera.

Ahora él, ya vestido, me cuenta los temas, destacamos las palabras clave y las fechas de los acontecimientos más importantes e incluso me explica algunos de sus trucos y asociaciones sobre el tema.

-Me dijiste que solías estudiar en otros idiomas -lo interrumpo recordando el dato.

-En otros idiomas no -Sonríe-, solo en alemán.

-¿Cómo puedes estudiarte una asignatura en un idioma que no es el tuyo? -No salgo de mi asombro. Podría llegar a entender que lo utilice para palabras determinadas, pero ¿un tema entero?-. ¿Qué nivel tienes de alemán?

-Muy alto. He ido a clases desde muy pequeño. Además, el instituto del que vengo es bilingüe. Dar las materias en otro idioma no es nada nuevo.

-Y ¿por qué cambiaste de instituto cuando solo te quedaba un curso para terminarlo? -Sigo preguntando. Me gusta preguntarle y que responda con libertad, o al menos con más soltura que antes. Me gusta saber cosas sobre él. Nunca dejará de sorprenderme.

-Porque empezaban a haber quejas con algunos profesores. Joel fue el primero que dijo que se cambiaba, así que Michael y yo le seguimos. No íbamos a dejarlo solo, ¿no crees?

-¿De verdad fue por eso?

-Sí... Digamos que fue el principal motivo. -Frunce el ceño y me mira-. ¿Por qué no hiciste lo mismo con Alexa?

Me echo a reir y niego con la cabeza.

-Demasiado lejos -contesto-. Y ¿has ido a Alemania?

-Varias veces.

-¿Te gusta el país?

-Bueno... No es el que más, pero no está mal. Mis padres se escapan siempre que pueden. ¿Por qué estamos hablando de esto?

-No sé. -Me encojo de hombros. ¿Es que no quiere hablar de sus viajes? O ¿de qué es lo que no quiere hablar?-. ¿Cuánto tardas en estudiarte un tema como este?

-Pues... -Mira de cuantas páginas estamos hablando y resopla-. Unas horas.

-¿Cuántas? -insisto.

-En una tarde.

-Yo tardo el triple -admito. Tardo el triple y sin embargo no paro de buscarle conversación fuera de la asignatura. No me apetece estudiar estando con él. Me apetece aprovechar su presencia.

-Intenta usar la lógica, y asocia los datos.

-¿Esos son tus consejos?

-Sí.

-Yo no puedo pensar tan rápido como tú.

-No es cuestión de pensar, Helena -Me sonríe-. Es cuestión de entender y usar la lógica.

-Vale -digo rápidamente para cambiar de tema-. ¿Aún no sabes qué vas a estudiar?

-Eh, no...

Creo que se pone tenso.

-¿Por qué me estás haciendo una entrevista?

Me río y apoyo la cabeza en mi brazo, sin dejar de mirarle.

-Porque me gusta escucharte.

-¿Te gusta escucharme?

Admito que ha sido una respuesta muy espontánea. Simplemente he dicho lo que pienso, aunque solo sea por hoy.