JOEL.

1.7K 181 81
                                    

Supongo que nada es lo que parece, que las apariencias engañan y que si me dices de lo que presumes, te diré de lo que careces. Todas esas frases, y más, fueron creadas especialmente para mí.
Nada te afecta y todo te resbala, hasta que te rompen el corazón. Espero no sonar demasiado cursi y patético, pero es una de las pocas verdades que he dicho con respecto a este tema.

Duró un año y medio. Un año, seis meses y dos semanas y media para ser exactos. Acabó un jueves por la tarde la relación más larga, más seria y más verdadera que había tenido hasta el momento.

Me dejó. Paula me dejó después de un año, seis meses y dos semanas y media. Y, ya que estoy en un momento de sinceridad, lloré como no lo había hecho en mi vida. Ni siquiera creí que podía soltar tantas lágrimas en tan poco tiempo.

Hasta ese momento yo había ocupado el puesto de dejador. Me gustaba alguna chica, la conseguía y pasábamos unas semanas juntos hasta que me daba cuenta de que no me llenaba, que no era suficiente. Nunca fueron lo que buscaba y lo que necesitaba, hasta que salí con ella.
Fue la primera vez que me enamoré en mi vida, y ya se suele decir que eso no se olvida. Aquí estoy yo para confirmarlo. Pensaba que estábamos bien, mejor que nunca, y sentía que cada día que pasaba la quería más.

"Tío, deja de llorar como una niña."

Fueron las palabras del capullo insensible de Louis. Sé que intentaba animarme, pero que me comparara con una niña no era la mejor forma.

"No te merecía. Sabes que vas a conseguir a la chica que te dé la gana, cuando te dé la gana. Te vas a lanzar a la primera que te guste, que será mucho mejor que esta, y no te va a importar nada ni nadie. ¿Me estás escuchando?"

Buen consejo, si no hubiéramos tenido la suerte de fijarnos en la misma.

Recuerdo a Helena en mi casa preguntándome por la ruptura que más destrozado me había dejado.

Yo le mentí.

Le dije que yo también quería terminar con la relación, cuando no era cierto ni de lejos. No me lo esperaba. Nunca lo habría esperado.

También le mentí cuando le dije que ella no me gustaba. "Solo eres una tía a la que me tiraría", recuerdo. Sí, miles de veces, y no me cansaría.

Cuando Louis me habló de una chica mejor que Paula, supe desde el primer momento que Helena podría ser la candidata. Era rara, mucho. Tan callada y misteriosa... que despertó mi curiosidad desde que se sentó a mi lado aquel día. Parecía nerviosa, quizá por mí, y no paraba de utilizar sus coloritos en la libreta.

Me gustaba, mucho.

Pero ¿qué cojones podía hacer? Nada. Mirar desde la distancia porque sabía que con Louis había algo, por muy pequeño que fuera, se notaba, y por muy reservado que fuera él, yo me daba cuenta.

Así que hice todo lo que pude sin pasarme de la raya, o al menos intentándolo, hasta que finalmente ya me quedé en segundo plano. Fui yo mismo el que se retiró, negándome a entrar en una especie de competición con un amigo.

Y también le mentí cuando le dije que no sabía el motivo por el que Louis se comportaba extraño y cambiante. Yo estaba al tanto de que se iba a ir, y la dejaría a ella aquí, destrozada como lo estuve yo. Pero no podía hacer nada. No me correspondía a mí decirlo.

Lo intenté aún sabiendo que no sería el ganador. Un beso un día, una indirecta otro, miradas sugerentes y, sobre todo, muchas bromas.

Bromas para ella, sentimientos para mí.

Pide un deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora