Pide un deseo

64. Una escapatoria.

—No vives por aquí, ¿verdad?

Levanto la cabeza al escuchar su pregunta. Bloqueo el móvil y lo guardo de nuevo en el bolso para no parecer una maleducada.

—Que va —le contesto, bebiendo de mi vaso.

—Alexa me ha hablado un poco de ti. Se ve que sois muy buenas amigas.

—Sí. —Sonrío con amabilidad y dejo los codos apoyados sobre la mesa. Parece un chico muy majo.

—¿Hace cuánto tiempo que os conocéis?

—Pues... unos cuantos años. —No he hecho la cuenta si soy sincera. Se nota que trata de rellenar el silencio con lo primero que se le pasa por la cabeza, y me gusta en cierta parte porque soy pésima iniciando conversaciones.

—Me ha dicho que eres muy buena en los estudios. —Se peina el flequillo con los dedos y no aparta la vista de mí.

—Bueno... —Sonrío—. Vamos a dejarlo en "buena" simplemente.

—Imagino que seguirás estudiando.

—Sí, claro. —Empiezo a sentirme incómoda con tanta pregunta—. ¿Y tú? ¿Eres bueno? En los estudios, me refiero.

—Más o menos —admite con una sonrisa muy marcada—. Hago lo que puedo.

Fuerzo una sonrisa y vuelvo a beber un sorbo.

—¿Tienes Instagram?

Dejo de beber y me trago el contenido rápidamente. ¿Acaba de preguntarme por una red social?

—Eh... Sí.

—¿Me dices tu usuario? —Con mucha confianza se saca el móvil del bolsillo y lo aguanta en sus manos, esperando a que se lo diga.

Estoy tan perpleja que termino dándole mi Instagram a este chico.

—No tienes muchas fotos —dice, toqueteando la pantalla unos segundos.

—Porque tampoco tengo tanto tiempo como para emplearlo en sacar fotos.

—Buena respuesta. —Asiente sonriendo y guarda el móvil otra vez—. Te hablaré por mensaje directo.

¿Qué? Miro a mi alrededor en busca de Alexa, pero solo veo camareros con pantalones apretados.

—¿Por qué ibas a hablarme por mensaje directo?

—No sé, para mantener el contacto. ¿No quieres que te hable?

—No —espeto, sin cortarme un solo pelo. Pero ¿qué me está contando este tío?

—¿No? ¿Por qué?

A él le parece muy divertido y muy cómico porque no para de sonreír y reir al mismo tiempo.

—¿Por qué quieres mantener el contacto conmigo? No necesito más amigos.

Me ha parecido cruel hasta a mí, pero no me arrepiento de haberlo dicho.

—Ah, entiendo... Ya tienes amigos... ¿Amigos chicos?

—Sí —contesto porque no sé qué narices puedo decir.

—¿Solo amigos o amigos con confianza?

Arqueo una ceja. Me estoy cabreando.

—Me refiero a amigos con los que también te lías. Bueno, novio, o como quieras llamarlo, depende de lo que hagas con él.

Parpadeo perpleja. Acabo de darle mi Instagram a este personaje. ¿Adónde se ha ido el chico mono que se sentó en esa silla hace una hora?

—No contestas, eso significa que no tienes novio. Entonces, ¿por qué no quieres mantener el contacto conmigo?