Escucho el latido de su corazón, calmado. Sus brazos me rodean la espalda desde hace varios minutos, bastantes. Despego un momento la cara de su pecho, porque creo que el botón de su camisa se me ha quedado marcado en la mejilla. Ya empezaba a molestarme después de un rato. Me acomodo de nuevo, esta vez evitando los botones, y cierro los ojos escuchando solo su respiración y la mía. Todo está en absoluto silencio ahora. Ya no hablamos, como hasta hace nada, simplemente disfrutamos de la compañía, sabiendo que tengo que irme pronto. Por muy a gusto que me sienta aquí, en su cama, debo regresar a casa cuanto antes mejor. Su petición de quedarme aquí a dormir queda totalmente denegada. Aunque... no quiero moverme. Quiero seguir sintiendo la tela de su camisa en mi cara, sus dedos presionando en mi espalda, su olor permanente que se extiende por toda la habitación, su respiración, su piel...
-Por favor... -susurra de pronto, muy bajito, estrechándome contra su cuerpo.
-¿Qué? -pregunto, tan bajito y con tan pocas fuerzas como él. Si se trata de su propuesta otra vez... no lo conseguirá por muchos "por favor" que diga.
-Déjame quitarte ese vestido.
Sus palabras activan mi cuerpo de inmediato. Paso de estar casi dormida, a reincorporarme sobre la cama en pocos segundos. Sí quiero que me quite el vestido.
Él queda sentado sobre el colchón de igual forma, y me acaricia la cara mientras sus ojos zigzaguean entre los míos y los labios. Me besa, muy despacio, y con apenas un roce. Se pone de pie, me coge la mano y tira de mí, levantándome.-Espera -me dice y va hasta la puerta. Gira la llave en la cerradura y luego vuelve.
Se coloca detrás de mí y lleva las manos hasta las cintas de mi vestido. Desata el lazo y comienza a aflojar las cintas sin demasiada prisa. De pronto siento sus labios en mi cuello, un gesto inesperado que me hace gemir, muy bajito. Continúa con las cintas unos segundos más hasta que noto el vestido lo suficientemente suelto como para quitármelo, pero no lo hace. Sus manos ascienden hasta mi pelo y empieza a quitar horquillas y a dejarlas en la palma de mi mano. Sé que tenía ganas de soltarme el pelo desde hacía rato. Los mechones comienzan a caer sobre mis hombros, y deshace las trenzas de otros. Cuando por fin termina con el peinado, hace que gire sobre mis talones y me encuentre con su rostro. Me besa, con más ansia que antes, y disfruto de su boca. Para de pronto, se aleja y me acaricia el pelo mientras una sonrisa se forma en su cara. Me mira, con esa mirada brillante y llena de ternura que me hace sentir tan especial.
Me sujeta por las caderas y finalmente comienza a tirar del vestido hacia abajo, quedando mi sujetador sin tirantes al descubierto y posteriormente mis bragas. Entonces, después de haber cerrado la puerta, vuelve a hacer otra pequeña parada. Abre uno de los cajones de un mueble y rebusca entre ropa hasta que da con lo que busca. Vuelve a mi lado y me da un paquetito.
-Aguántalo -me pide, divertido.
¿Me pide que sujete el preservativo por si se olvida? Sonrío, cerrando la palma de la mano.
Cuando me doy cuenta ya está quitando el enganche de mi sujetador, por lo que este cae al suelo rápidamente. Nuestras bocas se unen otra vez, al tiempo que me rodea la espalda para pegarme a su cuerpo por completo. Sus dedos descienden hasta introducirse entre mi ropa interior. Mete las manos en ella y comienza a bajarlas por mis piernas, hasta que ya se deslizan solas hasta el suelo. Soy incapaz de describir la sensación que me produce estar completamente desnuda pegada a su cuerpo, completamente vestido. Mi deseo aumenta, como mis ganas de tenerlo dentro de mí.
Ahora sus dedos recorren mi espalda. Cada caricia suya me provoca una oleada de calor en todo el cuerpo.
Sus manos cambian de objetivo. Van hasta mis pechos cubriéndolos por completo. Gimo.
Me tumba en la cama, se quita los pantalones y se coloca sobre mí. Yo aprovecho para desabrochar los botones de su camisa con tanta rapidez como son capaces mis manos. Sigo sujetando el preservativo, a la espera.
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Pide un deseo
Fanfiction"Creo que estoy caracterizada por ser el diario de todo el mundo, sin tener uno propio. Si lo tuviera, lo poco que habría de contar, no sería de interés ni de agrado ni para mí misma." [TERMINADA]