Fui a un colegio religioso, solo femenino. A mí aquello no me gustaba, pero tampoco me quejaba porque yo creía que no había otra alternativa. No había conocido nada más allá de rezar treinta minutos cada mañana con las manos unidas junto a veinte niñas más. En realidad, no rezaba, solo fingía que lo hacía mientras fantaseaba con miles de cosas diferentes.
Recuerdo que me cambié tres veces de colegio, porque yo... "no encajaba". Mis profesoras decían que yo era muy callada y muy tímida, y que tenía que hablar más con mis compañeras. Yo les contestaba que ellas no querían hablar conmigo, y entonces me daban una alternativa: pues habla con Dios. Él siempre querrá hablar contigo.Yo no quería hablar con Dios. Yo quería tener amigas. Recuerdo algunos de mis cumpleaños como los peores días de toda mi vida, mi corta vida hasta entonces. Mis padres no eran unos padres normales, o al menos eso es lo que creía yo. Los padres de las demás niñas eran muy cariñosos y se preocupaban por sus hijas... Los míos se preocupaban, no lo pongo en duda, pero de otra forma. Nunca estuvieron demasiado pendiente de mí. Yo era una niña de diez años muy independiente. Es lo que me habían enseñado.
Justamente diez años cumplía cuando les dije a mis padres que quería celebrarlo con mis compañeras, a las que todavía no me atrevía a llamar amigas, porque no lo eran. Yo intentaba integrarme, sin embargo ellos no colaboraban en gran medida... Organizaron mi décimo cumpleaños, pero a última hora, el último día. Y, como era de esperar, no apareció nadie en mi casa. Yo sola me comí las golosinas y los sándwiches de mermelada, aunque ya estaban un poco duros de tanto esperar sentada en una silla con mi gorro con purpurina de cumpleañera.
No les eché la culpa. Al menos lo habían intentado.Luego llegué al instituto con la esperanza de que las cosas cambiaran, y así fue.
Había chicos, por primera vez, en mi clase y por los pasillos. No estaba acostumbrada, pero no tardé en hacerlo. Empecé a sentirme guapa, porque así me lo decían, y terminé creyéndomelo, quizá demasiado.
Hice amigas por primera vez en el instituto y no me resultó complicado ya que todo el mundo se me acercaba. Todos querían llevarse conmigo, y eso empezó a gustarme mucho.
Formé un grupo de amigas oficial unas semanas después, y por primera vez ya no me sentí sola.
Reconozco que, tras haber pasado una infancia complicada, tuve que adaptarme a no ser solo yo. Tal vez como nunca antes había tenido amistades, cuando realmente las tuve, no supe tratarlas.Me enamoré con trece años, creo. Al menos yo lo consideraba amor en ese momento. Él era mayor que yo. Tenía dieciséis.
Con esa edad, una relación ya significaba otra cosa. Ya no solo era cogerse de la mano, ir a dar un paseo, quedar para ir a la playa y al cine... No solo eran unos besos inocentes, era mucho más.
Terminó convirtiéndose en todas mis primeras veces: la primera vez que salí con un chico, la primera vez que besé a un chico, la primera vez que me acosté con un chico... y la primera vez que fui el objeto de burla de un chico. Siempre tuve aquella inquietud sobre que fuera mayor que yo, y que aún así se interesara por una niña como yo, pero le creí hasta el final. Un final que me dejó marcada de por vida. Fotos mías, íntimas, empezaron a circular entre los móviles de los chicos de su curso. Y yo me lo callé. No me atreví a hablarlo con mis padres, ni mucho menos a poner una denuncia. Era demasiado vergonzoso para que lo supieran, entonces no me quedó más remedio que hacer lo único que estaba en mi mano: suplicar.Las fotos no llegaron a más personas, ni siquiera a mi curso, pero tuve que pasar varios meses en la cama de ese chico, cumpliendo su parte del trato.
Entonces dije que jamás en mi vida iba a ocurrirme algo así otra vez. Nadie me iba a humillar y degradar de esa forma de nuevo. A partir de ese momento, sería yo la que jugara con ellos a mi antojo, sin sentimientos.
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Pide un deseo
Fanfiction"Creo que estoy caracterizada por ser el diario de todo el mundo, sin tener uno propio. Si lo tuviera, lo poco que habría de contar, no sería de interés ni de agrado ni para mí misma." [TERMINADA]