Pide un deseo

11. 20 cosas sobre ti.

Camino al lado de mis amigas rumbo a la cafetería. Ellas hablan, las oigo de forma lejana, sin entender nada de lo que dicen. Yo estoy en mi mundo, pensativa, sin parar de darle vueltas a todo en mi cabeza. La pregunta de Alexa ha hecho que me lo plantee seriamente. Es que no puede ser. Me cuesta mucho que me atraiga un chico tanto como para decir que me guste. Hace algunos años que me he mantenido al margen de cualquier posibilidad de "gustar". No me ocurre con cualquiera... Mi inconsciente es muy exigente con ese tema, y me niego a pensar que Joel sea la excepción después de tanto tiempo.

-Helena, ¿en qué planeta estás?

Levanto la cabeza como un resorte al escuchar mi nombre. Es Karen la que ha llamado mi atención. ¿Por qué tienen que interrumpir cuando estoy pensando en mis cosas?

-En Venus -contesto, dándome cuenta de que ya estamos en la cafetería.

-¿Venus? -Karen frunce el ceño-. ¿Por qué Venus?

-Porque... me gusta el nombre.

Y ¿qué más da el planeta que haya elegido?

Nos dirigimos a una mesa rápidamente antes de que alguien la ocupe y tomamos asiento. Alexa coge la silla de mi derecha y Naia la de mi izquierda. Carlota y Karen quedan frente a mí. Yo saco mi desayuno de la mochila y aprovecho para revisar el móvil. No tengo ninguna notificación... Me parece muy extraño que Adrien no me haya escrito nada más después de ayer por la tarde, y no respondió a mi pregunta...

Dejo el móvil donde estaba y levanto la vista hacia la puerta.
Genial... Por ahí viene el trío y se sientan en la mesa más cercana a la nuestra.
Carlota conecta la antena de inmediato y le lanza una mirada a Michael, pero el chico ni se entera de que iba dirigida a él.
Karen ha visto su intención y se revuelve en la silla para que la chica se dé cuenta.
Todas nos damos cuenta del duelo de miradas entre ellas dos. No quiero ser pesimista pero, por lo que he podido ver, Michael no está interesado ni en Carlota ni en Karen, así que su pequeño juego de palabras y miradas por ver quien se queda con él, es inútil.
Y a lo mejor me equivoco...

Me como el sandwich que he traído mientras las escucho hablar. Carlota cuenta que este fin de semana ha empezado a hablar por WhatsApp con un chico que conoció el viernes por la noche, y de repente comienza a compararlo con uno de sus ex novios. Karen y Naia son las que más le prestan atención. Alexandra no parece que le apetezca mucho oírle hablar de chicos, y yo sí que la escucho pero reparto mi atención en tres puntos diferentes: ella, la conversación de los tres que están en la mesa contigua y las miradas de Naia que de vez en cuando se desvían a esa misma mesa. Le veo cierta inquietud en sus ojos color miel. Llevo varios minutos fijándome y mira hacia ellos justo cuando Joel abre la boca para hablar.
Tal vez los comentarios de Karen de la primera semana eran ciertos y sí que le gusta...

Mierda, pues espero que no.

Bueno, me da igual. Puede gustarle, claro... ¿Qué problema puedo tener?

Joder, sí que tengo un problema. Si a Naia le gusta Joel, voy a tener que ir olvidándome de esa supuesta atracción que siento por él.
Estoy empezando a hacer suposiciones por mi cuenta sin saber nada realmente. Mejor me calmo y dejo de pensar tanto.

-Tengo que ir al baño, chicas -anuncia Alexa y se levanta de le mesa.

-Y yo -dicen Karen y Carlota a la vez y también se levantan.

¿Qué? ¿Las tres? Solo faltaría que a Naia también se le abriera la vejiga de golpe. Pero no, ella se queda sentada mientras las otras tres se marchan.
Suspiro y me giro hasta la chica de pelo castaño y piel pálida que tengo a mi lado.

-Menos mal que te has quedado. Me habríais dejado sola. -No sé qué otra cosa decir. Empezar conversaciones no es lo mío. Ella es la que habla, no yo.