-¿Has visto a Karen? -pregunta de pronto como si le hubiera venido en ese instante a la cabeza.
-Sí -contesto, extrañada.
-Parece una bola de algodón de azúcar.
Me echo a reir, interrumpiendo la lenta melodía.
-No ha sido una buena elección -le apoyo con su comentario. Lleva un vestido de color rosa chicle con una falda corta y abultada.
-El año que viene tendrá la oportunidad de probar otra vez. Quizá lo mejore.
Sonrío, acercándome un poco más a su cuerpo.
-Qué malo eres.
Me gusta que las "critique" conmigo y que me haga reír con sus ocurrencias sobre ellas.
-Soy realista.
Puede que sea cierto... Puede que Karen se quede aquí repitiendo curso y de ese modo se gradúe de nuevo el año que viene. El caso es que no lo sé, y tampoco veo oportuno ir a preguntarle.
-Sois la pareja del curso. ¿No tenemos coronas para el rey y la reina del baile? -La voz de Joel nos sorprende, sin embargo no nos apartamos el uno del otro.
-¿Qué? -Louis frunce el ceño, divertido.
-Seis meses, chavales. Ya se os considera oficiales.
Sonrío.
-Vete, Joel. No nos molestes.
El de los ojos verdes levanta las manos en señal de paz y desaparece tras las palabras de Louis.
-Has sonado muy duro -le digo.
-Él me cogía las tareas a escondidas durante el recreo para copiárselas el segundo año de instituto. No he sido demasiado duro.
-Oye... -Formo una sonrisa-, deberías contarme más cosas de esas sobre vuestra amistad a lo largo de los años.
-Como quieras.
Estrecha los brazos en mi cintura y me abraza por completo, no sé durante cuánto rato. Quizás dos canciones más, o diez. Pierdo la noción del tiempo totalmente.
***
-¿Por qué me traes aquí fuera? -pregunto, sintiendo la brisa fresca nocturna en mis brazos desnudos.
-Porque quería besarte en privado. Espero que ya no te importe el maquillaje.
Sus manos me sujetan las mejillas y me acerca a su cara, a sus labios cálidos y húmedos, dulces, tiernos... adictivos.
-Con los tacones estoy a tu altura -digo cuando se separa pero permanece con su frente pegada a la mía. Hoy no tengo el pelo suelto por lo que no dispone de mis mechones para juguetear y acariciar, y lo echo de menos.
-Ya -susurra. Me separa los labios utilizando su dedo pulgar en mi labios inferior y nuestras bocas se unen otra vez.
No me gusta estar a su altura, así que me quito los tacones sin despegarme de él, notando el suelo frío. Ahora vuelvo a estar como siempre, alzando el cuello para llegar a sus labios, como me gusta.
De pronto pienso en todo lo que hemos pasado, desde el principio de curso, hasta ahora. Quién me iba a decir el primer día, cuando vi sus ojos de cerca por primera vez y me saludó tímidamente, que hoy estaríamos aquí fuera, alejados de todo y todos, solos, y besándonos.Acabamos sentados en un banco cercano a la entrada, yo sobre él y con los zapatos en la mano.
Le rodeo el cuello y me apoyo en su hombro. Qué bien huele. Ahora no quiero volver dentro, solo quiero quedarme aquí toda la noche si hace falta.
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Pide un deseo
Fanfiction"Creo que estoy caracterizada por ser el diario de todo el mundo, sin tener uno propio. Si lo tuviera, lo poco que habría de contar, no sería de interés ni de agrado ni para mí misma." [TERMINADA]