Somebody To Love [Terminada]

Capítulo 39: Secrets

Mark

Me estaba enamorando de ella. Antes sólo me gustaba, mucho, pero ahora estaba enamorado.
El problema... bueno el problema era que ella era novia de ese troglodita idiota.
En fin...
Estamos haciendo nuestras maletas para mudarnos a casa de la abuela. Mi padre saldrá unos días del país (de nuevo) y no confía en que Kian y yo podramos estar solos sin hacer un gran desastre.
Tiene razón.
He empacado todo lo que me hará falta; dos maletas, una para ropa y otra para cosas como mi computadora y esas cosas.
Kian tambien lleva dos maletas y su fender roja. Solo eso.
Me despido de papá, Kian no lo hace, sòlo sale por la puerta. Él y mi padre jamás se han llevado bien, mi hermano aún le guarda cierto rencor y mi padre hace lo posible por acercarse a él pero Kian simplemente no lo permite.
Meto mis cosas en el maletero del auto, Kian hace lo mismo en el suyo.
Ambos subimos y conducimos en dirección a la casa de mi abuela.

En lo personal... amo a mi abuela, me conciente demasiado y eso me gusta. Kian también la quiere ella ha sido como nuestra segunda madre.

Papá nos ha dicho que la abuela ha recogido a una niña de la calle. Él por supuesto no esta nada de acuerdo pero la abuela es la abuela y ella manda. Así que ahora al parecer tendremos compañía en la casa. Mi abuela tiene un buen corazón aunque a veces sobre pasa de los límites.
Cuando llegamos los tipos abren la reja, el portón principal y entramos. La casa está igual, como la he recordado siempre. No la visitamos muy a menudo, por eso ella lo hace con.
Aparcamos los autos y cuando bajamos ella se aproxima a nosotros, casi corriendo.
Siempre tan elegante.
Esbozo una gran sonrisa al verla y corro a abrazarla también.

-Mi marky hermoso mira ya como has crecido en estos meses -dice apretándome las mejillas. Típico de las abuelas, ¿por qué ese afán en hacer eso?

-Abue, abue, me dejaras sin mejillas -río.

-Aun así te veras muy guapo- dicd y me besa en la mejilla, se aparta de mí para ir con Kian.

-¿Cómo está la abuela más hermosa del mundo? -dice Kian evidentemente feliz por verla.

-Mi vida has crecido demasiado tú también, oh Dios mío, tengo unos nietos muy guapos.

-Es genético -decimos Kian y yo al unísono y ella ríe.

Sacamos las cosas de los autos y entramos.

-Ya he dicho que arreglen sus habitaciones, de hecho ya están listas.

-Gracias abue -contestamos los dos.

Se escuchan pasos en las escaleras, supongo ha de ser aquella niña.

-Por cierto hay alguien a quien quiero que conozcan.

Se adelanta y Kian y yo nos miramos arqueando las cejas.

-¿Por qué la habrá recogido? -le pregunto.

-Ya sabes... la edad, no está tan cuerda como antes.

-Sí tal vez -respondo asientiendo y ambos sonreímos burlonamente.

Al verla, tanto Kian como yo y como ella nos paralizamos al instante.

-¿¡Túúúú!? -exclamamos incrédulos.

Ella nos mira asustada mientras juega con sus manos.

-¿Se conocen? -pregunta mi abuela.

-Eh... ellos... son mis compañeros de escuela... -dice apenas con un hilo de voz. -Lo lamento abuela. -Dice y sube corriendo las escaleras. Kian y yo aún estamos incrédulos a lo que acaba de pasar.

Avril

La abuela dice que sus nietos se quedarán a vivir un tiempo aquí en la casa. Eso me pone muy nerviosa y tensa, no creo que les agrade mucho la idea que de que me recogió de la calle. Además ¿cómo serán? ¿Serán de esos tipos presumidos, alzados y "refinados"? Seguramente sí. Sólo esperaba llevarme bien con ellos para que no me odiaran y terminaran por hacerme la vida imposible aquí también. Lo cierto es que últimamente he estado viendo demasiadas películas y novelas y ahora esa idea me aterroriza.

Bajo las escaleras cuando escucho voces, la abuela se acerca a mí y me lleva con sus nietos pero al verlos me quedo petrificada.
¡Mierda!
¡Son Kian y Mark!
¿¡Cómo demonios es esto posible!?
Debí suponerlo, debí suponerlo.
Pero ¡personas de apellido Egan hay muchas! Recuerdo que en el 6° grado habia dos niños en mi clase que se apellidaban así.
Dios esto no podía estar pasando. No a mí.
-¿¡Túúúú!? -chillan y están tan sorprendidos como yo.

Termino por irme corriendo a mi cuarto, me tiro en la cama y comienzo a llorar, esto no podía estar pasando.
Iba vivir con ellos, tenía que contarles la verdad... aunque era probable que mi abuela ya lo hubiera hecho.