Al despertar todo está obscuro tal vez sea por las cortinas o el hecho de que ya ha anochecido. Me desenredo los auriculares, la música aún sigue sonando. Enciendo la pantalla y vualá, son las 7:54 pm.
Me pongo de pie y entonces voy a la ventana. Ya todo está obscuro. La luna brilla con fuerza y las estrellas apenas se dejan ver. Sonrío para mí, enciendo las luces del balcón y con cuidado me siento en la barda. Recargando mi espalda de la pared y abrazando mis piernas. Logro vislumbrar una estrella fugaz, río y cierro los ojos pidiendo un deseo, recordando tiempos atrás cuando mi padre aún estaba conmigo. Solíamos salir al patio trasero y acostarnos en el cesped a la espera de que una estrella fugaz pasara sobre nosotros para después tomarnos de las manos, cerrar los ojos y pedir un deseo.
Todos aquellos recuerdos llegaron a mí.
Una lágrima cae rondado por mi mejilla. La seco de inmediato.Una voz me saca de mis pensamientos.
-No deberías estar ahí, podría secuestrarte, ¿sabes? -miro hacia abajo, de donde proviene aquella voz familiar. Claro, es Kian. Sonrío levemente, casi forzosa.
-Hola
-Hola, ¿qué haces ahí? -me pregunta.
-Nada, sólo... -alzo la vista mirando al cielo -Veo las estrellas.
-Puedes caerte.
-No, no lo creo -respondo.
-Solo... ten cuidado. Entraré.
Asiento con la cabeza y supongo que se dispone a entrar a casa. Miro al cielo de nuevo, los recuerdos llenan mi mente, recuerdos felices y tristes. Momentos preciados que jamás volveré a recuperar. Y por un momento pienso en ella. En mi madre. ¿Quién es? ¿Dónde está? ¿Se acordará de mí? ¿Por qué me dejó? ¿Me querrá? Todas aquellas preguntas no podría contestarlas y solo me queda resignarme a que nunca voy sentir el calor de mi madre, un abrazo o un beso, un consejo, nada... un nudo se atora en mi garganta pero cuando escucho a alguien entrar me lo trago y limpio las lágrimas que están a punto de salir.
-¿Sabes? Puenden raptarte desde ahí.
Dice Kian suavemente recargandose de una pared a mi lado.
-No creo que alguien quiera a alguien como yo.
-Todos querrían a alguien como tú.
-Ja...
-Lo digo en serio.
-Estás loco.
Acomodo mi cabello de forma en que actúe como una cortina entre ambos.
-¿Qué pasa? -me pregunta.
-Nada. -respondo y me maldigo por no sonar tan convincente. Además de que se me ha quebrado la voz. -¿Qué tal te fue? -ni siquiera me interesa en lo más mínimo pero no quiero que siga preguntando acerca de... <<¿cómo me siento?>>.
-Sabes que puedes confiar en mí.
Me encojo de hombros y él se acerca.
-¿Estás bien?
Asiento mientras miro al piso.
-¿Es Ryan?
Puede que en parte fuera él, pero... no se lo haría saber. Así que niego con la cabeza.
Él se acerca a mí y con cuidado de no tirarme me abraza.
-He traído películas - sonríe -¿quieres ver alguna conmigo? -lo miro.
-¿Por qué no vas a verlas con Jodi? -pregunto indiferente.
-No entiendo a que viene esa respuesta.
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Somebody To Love [Terminada]
FanficAvril Lavigne tiene 14 años. Se la vive vagando por las calles de Nueva York. Hasta que algo totalmente inesperado sucede... Una señora de la alta sociedad, adinerada y sofisticada, la recoge de la calle llevándola a vivir consigo, dándole una vida...