KianHa pasado más de una semana desde que Avril ha venido a mi casa para que le enseñe álgebra. Empiezo a creer que no es como yo creía que era. Es muy inocente, su mirada me lo dice, normalmente las chicas más atractivas son las más presumidas, pervertidas, egoístas y chocantes, pero ella a pesar de ser muy bonita no es así. De hecho era muy tierna y dulce, aunque yo me comportaba como un hijo de perra con ella.
—... fácil, si estás multiplicando pasas dividiendo y si estás restando pasas sumando y viceversa. Es algo básico. —Le explico.
—Oh, cierto.
-A ver... entonces despejo "X" y pasa al otro lado ¿dividiendo...? —Pregunta confusa tratando de resolver algunas ecuaciones que le he dado.
—Exactamente. -Respondo y ella sonríe triunfante.
—Okay —vuelve la vista a su libreta y se concentra.
La miro, y sonrío al hacerlo.
—¿Qué? —me pregunta arqueando una ceja al darse cuenta de que la observo.
—Nada —respondo y le sonrío.
—¿Okay...?
—¿Sabes? ya me aburrí, ¿qué te parece si vamos a comer a algun lado?
—¿Qué? No, faltan 3 días para el bendito examen y tengo que entender esto, aún falta el tema de la raíz cuadrática.
—Eso es fácil, eres inteligente, lo aprenderás en un par de horas, vamos.
—No Kian, de verdad, además no tengo hambre.
—Por favor, vamos, yo sí tengo hambre. —Le tiendo mi mano, ella rueda los ojos, la toma y se levanta.
—Okay, pero solo esta vez.
Noto en su voz un poco de irritación y rio por ello, rio por que tengo que rogarle para que acepte ir conmigo.
Salimos de la casa y vamos hacia el garage donde está mi auto, mi precioso ferrari.—Bonito auto —Añade.
—Gracias. Cuando subas asegurate de no rayar la pintura con tus tacones.
Me fulmina con la mirada y suelto una carcajada.
—Es broma, vamos, sube.
Sube en el asiento del copiloto y cierro su puerta, rodeo el auto y subo al lugar del conductor. Un gesto nada común en mí. Me detengo un segundo cuando caigo en cuenta de lo que hice segundos atrás, qué extraño.
—Y, para que lo sepas... —Comienza a hablar cuando ya he subido también —no uso tacones.
Me inclino hacia ella para ver sus zapatos y efectivamente, no usa tacones, usa converses. Sonrío por ello y arranco. Últimamente con ella sonreía más de lo normal. Parecía un estúpido.
La llevo a un restaurant italiano pero al parecer no le ha gustado la idea.—¿Y si vamos a otro lado?
—¿Por?
—No vengo muy bien vestida para estar en un restaurant así.—expresa con la cabeza baja, mirando su atuendo.
La miro lleva una blusa negra, con el hombro descubierto, unos jeans negros y el cabello levemente alborotado por el aire que ha entrado por la ventanilla del auto, no lleva maquillaje, es solo... ella.
—Estás bien —afirmo despreocupado pasándole la mano completa por la cabeza para que los cabellos se le asienten un poco, me mira un tanto extrañada con una expresion de "no vuelvas a hacer eso" lo que me hace reír. —Yo tampoco estoy bien vestido.
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Somebody To Love [Terminada]
Fiksi PenggemarAvril Lavigne tiene 14 años. Se la vive vagando por las calles de Nueva York. Hasta que algo totalmente inesperado sucede... Una señora de la alta sociedad, adinerada y sofisticada, la recoge de la calle llevándola a vivir consigo, dándole una vida...