Capítulo 8: Brothers

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Por la tarde los chicos me invitaron a salir a un parque, ya que Nicky quería probar su nueva tabla de skate. Los dejé algo sorprendidos cuando me paré sobre ella y empece a andar. Fue algo que aprendí con mis amigos en el tiempo aquel donde no tenía en donde vivir.

Más tarde Mark me invita a su casa y yo acepto ir con él. Desde el parque no tardamos más de 10 minutos en llegar a un portón blanco, muy elegante por cierto. Éste se abre permitiendo la entrada del auto. Pasamos por un caminito de piedras que se encuentra enmedio de la gran extensión de césped. Aparca el auto frente a la entrada de la casa.
Baja y yo también lo hago.

—Bueno esta es mi casa.

—Es muy... linda.

Observaba todos los lugares, era casi igual de grande como la que solía tener antes de que papá muriera; piscina, jardines, fuentes...

—¿Entramos? —Sugiere.

—Claro —respondo y subimos las escaleras, él abre y me hace pasar. Todo es tan lindo por dentro, muebles, floreros, cuadros, pinturas... es una mansión muy elegante y hermosa.

—¿Qué hace ella aquí? —pregunta una voz, volteo, es Kian bajando por las escaleras.

—Yo la he traído —responde Mark con voz firme.

—Lo sé, lo que no entiendo es ¿por qué?

—Porque quise, ¿acaso yo te digo algo cuando tú traes a alguna tipa a casa.

Evidentemente se ha molestado por aquello que su hermano le ha dicho. Baja las escaleras y se dirige a la que supongo es la cocina.

—Solo... ignoralo, ¿vale?

—Me he acostumbrado a hacerlo —respondo divertida.

—Eso es genial —sonrío y él me devuelve la sonrisa

—Y ¿no hay nadie más aquí?

—La servidumbre, pero es la hora de descanso, papá nunca está así que nosotros les damos la mayor parte del tiempo libre, no nos gusta que nos estén vigilando y así.

—Oh ya veo.

Mark me enseña la mayor parte de su casa, incluida su habitación.

Es una habitación muy ordenada, tiene todo tipo de cosas para divertirse, X-box, una consola de Wii, una súper pantalla, reproductor de DVD, Blu-ray, varias películas, una cama enorme, un escritorio desordenado con varias libretas y lápices sobre éste; el piso es de madera, las paredes son color blanco, y tiene varios cuadros de réplicas de pinturas expresionistas muy hermosas, la mayoría son réplicas de Salvador Dalí. Y otras originales de Lonid Afremov.

—Es... wow, genial —Añado ensimismada.

—Está un poco desordenado, perdona por eso...

—¿Bromeas! Está más ordenada que mi habitación. Y eso que soy una chica.

Él solo ríe por lo bajo.
Nos sentamos en el suelo recargados de la madera de la cama.

—Así que... Te gusta el arte —es lo más inteligente que puedo decir.

—Me encanta. De hecho... compré estas recientemente —Señala los cuadros. —Son mis favoritos.

—Vaya, sí, son muy lindos, me gustan los colores.

—Este... -señála uno de los cuadros —se llama Night in Venice. Es original, lo estaban subastando y lo compré.

—Wow, es... muy bonito —respondo ensimismada por tales combinaciones y gamas de colores, el rojo, el azul y el amarillo predominaban más.

Somebody To Love [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora