Capítulo 82: I don't gonna leave you

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-¡ME ACOSTÉ CON ÉL! -Le grito a Avril y ella se petrifica al instante.
Chloé deja de ladrar, como si entendiera lo que acabo de gritarle a su dueña.

De repente... lágrimas comienzan a manar de sus ojos y caer espontáneamente.

-Eso no es cierto...

-De veras desearía tanto que no lo fuera pero...

-Kian no me haría eso.

La miro, con pena tal vez, con vergüenza de mí misma y con lástima por el hecho de que no me crea el tipo de chico que podía ser él.
Entonces me mira de nueva cuenta, con esa mirada tan acusadora, frunce los ojos, el ceño, su cara se torna de un leve color rojo, y aprieta los puños.

-Habla. -Me ordena.

Trago saliva intentando que la voz no se me corte.

-¿Cuándo? -Pregunta.

-Hace un mes. En la fiesta de ese chico Hayes.

-En ese entonces ya sabías que yo sentía algo por él, ¿cierto?

-Avril, estaba borracha, ambos lo estábamos yo...

-Eras mi mejor amiga.
Intento acercarme a ella.

-Avril yo no quería que... -Me corta con un tremendo bofetón que casi me hace caer.

Debo aceptarlo, me dolió como el infierno, aunque también me sorprendió la furia y la fuerza que tenía. Vale me lo merecía.

-Avril...

-Vete de mi casa.

-Déjame explicarte.

Se aproxima a la puerta y la mantiene abierta para que yo salga.

-¡Largate! -Me grita.

Tomo mi bolso y rápidamente salgo.
Bajo corriendo las escaleras. Las lágrimas empañan mis ojos y no consigo ver con claridad lo que está al frente. Abro la puerta principal y tropiezo con un chico. Chris.

-Hey hey, tranquila, ¿Estás bien?
Lo miro a los ojos y niego con la cabeza al mismo tiempo que me echo a llorar. Él desconcertado me conduce al jardín.

Avril

¿Por qué jamás podía pasarme algo bueno? ¿Por qué tenía que ser precisamente mi mejor amiga?
Después de que se ha ido me echo a llorar en mi cama maldiciendo a todos, maldiciéndola a ella, maldiciendo a Kian, maldiciéndome a mí por ser tan estúpida. Destruyo todo a mi paso, enojada, decepcionada, asqueada.
Mi teléfono suena insistentemente y es Kian. Sin dudar contesto de inmediato

-Pequeña...

-Vete... a la mierda. -Cuelgo.

Inconscientemente empiezo a imaginarme al chico que quiero y mi mejor amiga juntos en una habitación, haciéndolo. Él sobre ella y ella...
Qué puto asco.
El estómago literalmente se me revuelve y como una flecha salgo disparada hasta el váter y vomito todo lo que he comido hace un rato.
Jalo de la manija y me cepillo los dientes.
Aún llorando tomo mi teléfono, un poco de dinero y salgo de casa.

Kian

Vete a la mierda.

Fue todo lo que oí antes de que me cortara la llamada. Me quedé anonado, atónito, ¿qué había hecho ahora? No había hecho nada malo en estos días, solo dedicarme a quererla y estar con ella. ¿Qué estaba pasando?
Tomo mis llaves y me dirijo a casa de mi abuela. Conduzco lo más rápido que puedo y cuando llego subo a su habitación. Genial. No está. Pregunto a Chris por ella pero su única respuesta es: Es mejor que esperes a que vuelva y le des un tiempo.
Eso me dejó aun más desconcertado, ¿algo había pasado con Mark? ¿Conmigo?
Oh mierda.
Salgo a buscarla. Pero... ¿Dónde podría estar?
Llamo a Gabriela, tal vez ella sepa.
No. No sabe.
¿Jamie?
Me manda a la mierda.
Joder.
Doy un golpe al volante y nuevamente pienso en dónde diablos podría estar. Voy a su parque favorito, busco entre todas aquellas personas y niños corriendo pero no la encuentro ahí. Tampoco en la cafetería a la que suele ir siempre con sus amigas.
No se me ocurre dónde más. Así que busco por las calles en mi auto.
Me doy por vencido.
Regreso a casa de la abuela. Por suerte ella no está.
Es al rededor de las 7 pm intento llamarla pero siempre me manda al buzón. Y al parecer soy en único que la busca. Chris trata de que no lo haga, él dice que está bien. Pero... ¿Cómo lo sabe?
No es hasta las 10 pm. que por fin llega. Me levanto con gran rapidez y voy hacia ella. Pasa por la sala sin siquiera mirarme dirigiéndose hacia las escaleras.

-Avril. -La llamo pero no se vuelve a mí. Así que esta vez lo hago de nuevo pero con más fuerza, solo me mira por un segundo, tiempo suficiente para notar la indiferencia en su cara y lo rojo de sus ojos. Sube apresuradamente las escaleras. Y la sigo.
Intenta cerrar la puerta pero soy más rápido y lo impido. Ella no se resiste a dejarme pasar y se dirige al balcón. Posa los brazos sobre la barda que le llega a la altura de las costillas y se mantiene mirando hacia la obscuridad de la noche.

-Me tenías preocupado.

No responde.

-¿Qué pasa?

Nada.

-Avril, ¿qué pasa? Necesito saberlo para poder ayudarte.

Ella empieza a reír histéricamente y se vueleve a mí con una enorme sonrisa mientras sus ojos llorosos rojos me miran con furia.

-Si quisieras ayudarme te largarías en éste instante.

-Haría todo por ti excepto dejarte.

-No quiero verte.

-¿Por qué?

De repente ríe de nuevo, actúa demasiado raro. Me acerco a ella con cautela, intento abrazarla pero se aleja de repente.

-NO ME TOQUES

-¿En dónde estabas? -Pregunto tornandome serio.

-Qué te importa.

-Me importa y mucho.

Se dispone a entrar de nuevo pero la hago regresar tirándola de un brazo.

-¡¿Qué diablos te pasa!?

-¿En dónde demonios estabas?

-¡No tengo porqué decirte! O ¿acaso tú me dijiste cuando te follaste a Jamie?

Parpadeo incrédulo, tratando de analizar aquellas palabras, más bien tratando de comprender cómo es que ella lo sabía.
¡Mierda!
Jamie.
Me llevo ambas manos a la cara y ella pasa por mi lado, la sigo de inmediato.

-¡NO ME TOQUES! ME DAS... ASCO.

-Puedo explicartelo, Avril por favor.

-No tienes que explicarme nada, de verdad. Es mejor que te vayas.

-No lo haré. Abbey, por favor escuchame.

-No tengo nada que escuchar, por hoy ya fue suficiente.

Empezaba a temblar, estaba sientiendo miedo de verdad. El mismo miedo que sentí cuando mi madre me estaba dejando, exactamente el mismo puto miedo. Empiezo a llorar, es inevitable. La escena donde estoy jalando a mi madre de la mano tratando de detenerla viene de repente a mi mente y ahora mismo la estoy recreando, pero esta vez, con ella, con Avril y ahora yo lo había causado todo.

-Avril, no me dejes. Por favor... yo...

Caigo de rodillas al suelo.

-Mi mejor amiga Kian, te metiste con mi mejor amiga. Me habías dicho que me amabas y se te presentó la oportunidad y te metiste con ella. Ambos me traicionaron. Me hubiese importado menos si hubiese sido con cualquier otra pero no... tenía que ser precisamente ella.
Ya no creo en ti, quiero que te alejes de mí. Ojalá jamás te hubiera conocido.

Esas últimas palabras de pronto se me clavan como cuchillos en el pecho. Había cometido un grave error y bueno... esto era una parte de las consecuencias que traerían mis actos.

-Avril, por favor perdoname.

-No lo haré. Puedes irte ya.

-No... Avril, por favor...

Literalmente ahora estoy arrastrandome a ella suplicandole perdón.

-Deja de humillarte así, levantate. Y ¿sabes...? no sé en qué momento pasó por mi mente dejar a Mark por... ti. -hace una mueca despectiva al pronunciar ese <<ti>> -¿Sabes algo? Empiezo a creer que esto es el karma.

-Abbey.

-Vete.

-No lo haré.

-No quiero verte ya. No quiero nada que tenga que ver contigo.
Largate.

Me levanto lentamente y con pesar. La miro con súplica pero ella no se inmuta, salgo de su habitación y ella cierra de un portazo. Resbalo de espaldas por la puerta y caigo. Mantengo la cara entre las rodillas mientras lloro silenciosamente, escucho que ella también llora y... ahora mismo me siento el tipo más miserable del mundo.

Somebody To Love [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora