Capítulo 60: I do what I want when I feel like it

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Mark

Horas antes Kian y yo habíamos discutido el asunto de regresar con nuestro padre. Yo lo quería mucho y me daba la sensación de que se sentía solo allí sin nosotros. Obviamente Kian se negó, y después de muchos intentos llegamos a un acuerdo, yo viviría unos cuantos días con él mientras Kian se quedaba en casa de la abuela y después él se iría con mi padre y yo regresaría. Aceptó a regañadientes. Serían sólo unos 15 días pero en realidad yo no quería irme. No quería dejar a Abby. Pero en este momento sí estoy algo enojado con ella. No era el tipo de lugar al que una chica como ella debería ir y sin embargo ignoraba todo lo que le decía.
Así que empiezo a empacar mis cosas en una maleta pequeña.
Una vez que ya tengo todo salgo y bajo las escaleras. La voz de mi hermano me hace detenerme a la mitad del camino.

Está en el umbral, vestido con una camisa negra manga larga, con los primero 3 botones de su camisa desabotonados y unos jeans negros también, entubados. Y al mismo tiempo Avril y sus amigas salen de su habitación, ella viste un vestido muy corto color azul marino con los hombros al aire y... ¡Dios se ve tan hermosa!

Kian

Al ver bajar a mi hermano con una maleta colgando de su mano izquierda me desconcierto un momento.

-Mark -lo llamo y se vuelve a mí en un instante.

Pero escucho una puerta abrirse y varias pisadas de tacones. Volteo hacia el lugar donde se produce el sonido y veo a Jamie, Gabriela y Avril.

Las tres están preciosas pero Avril es la que interesa. Se ve realmente hermosa en aquel vestido azul marino, esos tacones la hacen ver aún más alta y su largo cabello rubio recogido en una coleta y su cuello descubierto, la hacen ver aún más sexy. Pero ella no me mira a mí, mira a mi hermano. Puedo notar cierta tristeza y arrepentimiento en su rostro.
¿Por qué?

-Avril, ¿a dónde vas? -Le pregunto y ella me mira.

-¿Cómo que a dónde? A la fiesta de Jim -Responde como si fuera algo obvio.

Mierda.

-No. -Me apresuro a decir -Tú no irás a esa fiesta -Miro a mi hermano, suplicándole ayuda. Él solo levanta los hombros como en señal de rendición y una mirada de <<no puedo hacer nada>>. Y ella rueda los ojos fuera del las órbitas.

-Déjalo hermano, es inútil, no la harás cambiar de opinión.

-¿Tú también te pondrás paranoico? Kian.

-No quiero que vayas.

-Sí iré, y ya dejen de molestarme. No son mis... padres.

Mark sólo agacha la mirada y se apresura a bajar las escaleras. Creo que Avril apenas se ha dado cuenta de la maleta que mi hermano sostiene y entonces lo sigue, pasando a un lado de mí. Va con tanta rapidez que se me detiene el corazón temiendo que con esos tacones altos vaya a caerse.

-Mark, Mark... -Lo hace detenerse colocándose frente a él poniendo sus níveas manos en el pecho de mi hermano. Las chicas observan todo desde el umbral de las escaleras, al igual que yo.

-¿A dónde vas? -Le pregunta ella con cierto temor.

-A casa. -Responde él fríamente.

-Pero...

-Hice un trato con Kian, estaré allá unos días, regreso pronto, dile que te explique -Me señala en un gesto con la cabeza -Diviertete. -La toma de la cara con delicadeza y entonces me mira por encima del hombro de ella. -Eh, Hermanito, cuídala por favor.

-Por supuesto -Respondo.

-Vale, te amo, cuidate mucho, te veo mañana en la escuela. -Escucho que le dice en un tono de voz muy bajo y seguido de esto le da un beso en los labios. Se vuelve a mi un segundo haciendome una señal de <<Te estoy viendo>> con los dedos. Río un momento y sale de la casa, no sin antes dedicarle una sonrisa a mi amiga, y decir "Hasta luego" a las otras chicas.

Ella mantiene una mirada triste, agachado la cabeza.

-¿Qué pasó? -Le pregunto en un susurro.

-Nada, Kian...

-Bueno, ¿nos vamos?- pregunta Jamie.

-Sí, sí, vámonos -responde ella.

-Chicas, adelántense -Empiezo a decir, deteniendo a Avril, ellas le dan una mirada intertogativa primero -Yo la llevaré.

-¿Avril...?- pregunta Jamie.

-Las alcanzo allá -Responde y ellas salen.

-¿Qué ocurre?

-No quiero que vayas.

-Mira ya...

-Cállate, Escuchame -alzo la voz tensando la mandíbula y ella guarda silencio.

-Cualquier idiota puede propasarse contigo, y... no sé, hacerte algo. Hacen estás fiestas para "divertirse" créeme, no es tan lindo como lo pintan okay, y creo que tus amigas debieron de habertelo dicho.

Guarda silencio un momento sin mirarme a los ojos.

-¡Es solo una pinche fiesta! -exclama.
-No soy una niña.

-Para mí sí eres una niña.

-Kian, no eres mi papá.

-Ok.

Al final no consigo hacerla quedarse pero si logro convencerla de llevarla.

-Vale, escucha, no tomes nada que te den a menos que la bebida te la de yo, Brian o Shane, ¿de acuerdo?

Advierto cuando hemos llegado.

-Ya, sí, de acuerdo -responde.

-Avril, va en serio.

-Sí, lo sé

-Bien.

¿Por rayos siempre hacía lo que quería?

Avril

Bueno, como advirtió Kian no era una fiesta como la que yo imaginé. En la entrada Jim había colocado una caja de cartón largucha que decía "Donaciones" me pareció algo extraña y graciosa así que eche 5 dólares.

Al entrar un extraño ambiente abunda dentro. Huele más que nada a humo. Y sí, al entrar completamente algunos chicos están fumando. Me pregunto como haría Jim para que sus padres no notaran el olor impregnado en los muebles y las cortinas.

-Hey, hola, que bueno que vinieron, wow Avril, luces tan... Sexy -Nos da la bienvenida el anfitrión de la fiesta. Mientras me toma por la cintura y me apega a él. Kian le da una mirada de advertencia y ahora me atrae para sí.

-Gracias Jim -respondo sonriendo.

-Miren, allá está la mesa de las botanas, la de las bebidas, a fuente de chocolate, y si quieren entrar a la piscina, adelante.

-Oh, vaya, ¡genial! Gracias.

-Diviertanse.
¡Hey tú! Baja de ese mueble -Le grita a uno de los chicos en la sala y se aleja en aquella dirección.

-¿Quieres algo? ¿Soda?

-Sí, vamos. -Respondo a Kian y nos dirigimos a aquella mesa con decenas de vasos desechables y decenas de grandes refrescos de sabores.

-Por cierto... te ves muy linda hoy -Me volteo a verlo y tiene la mirada baja.

Sonrío por ello.

-Gracias. Tu también luces genial.

Después de unos minutos me encuentro con mis amigas que insisten en llevarme a bailar, muy a regañadientes acepto. Envidiaba a mis amigas, bailaban como aquellas bailarinas profesionales de televisión. Ambas movían mortalmente las caderas, así tipo Shakira, y vaya que lo hacían muy bien, no tardaron mucho en robar las miradas de los chicos, y también las miradas asesinas y envidiosas de la chicas. Ambas eran esbeltas, el cabello de ambas era lacio. El de Gaby era rubio, brillaba y lucía envidiable. El de Jay era negro, aunque se lo teñía, era tan rubio como el de Gaby, pero aún así lucía hermoso y sedoso.

Somebody To Love [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora