Capítulo 81: Treason

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Jamie

Hace un mes un chico de la escuela había dado una fiesta, a la cual Mark, Avril, y Gaby, se habían negado a ir, yo tampoco iría pero sucedió que un chico guapo me invitó. Me había gustado y contemplé a ciegas la posibilidad de salir con él. Así lo hice, fui a la fiesta pero no lo encontré. Vaya cosa. Ahora estaba sola.
Resultó que la fiesta no era tan mala. Había buena música y unos cuantos conocidos con los que empecé a platicar. Pero después de unas horas vislumbré a Kian a lo lejos, hice una cara de desagrado y seguí con mi conversación. Al poco rato Kian se unió, empezabamos a jugar algunos juegos con varios chicos y chicas ahí. No recuerdo la última vez que había bebido tanto, el alcohol empezaba a hacer efecto. A decir verdad no estaba tan ebria, solo mareada. Podría resolver ecuaciones fácilmente y algunos cuantos problemas de física, o matemáticas así que...
Entre gritos y risas sin sentido alguno, estaba pasándomela muy bien. Entonces alguien me susurró al oído unas palabras.

-Te odio y todo pero debo admitir que estás guapa.

Volteé y me encontré con Kian atrás de mí. Me ofreció un poco de agua mineral la cuál rechacé sin dudar. A lo mejor solo habría querido ser amable pero él no me agradaba y yo lo rechacé de inmediato, ¿qué si ponía algo en mi bebida? Realmente no confiaba en él.

-Gracias, no. -Dije con voz dura después de que me volviera a ofrecer por enésima vez. Él levantó las cejas y alzó los hombros, acto seguido se tomó el agua.

-¿Qué haces aquí? -Me preguntó.

-Qué te importa.

-¿Eres así de grosera con todo el mundo?

-Solo con la gente estúpida que me cae mal.

-Ouch. Lo bueno que tú y yo somos buenos amigos.

-Haha, ¿Quién lo dice?

-Yo.

-Eres un estúpido.

-Dime algo que no sepa.

-Bueno, eres un marica. -Fingió reír.

-Bueno si yo soy un marica entonces tú eres una zorra.

Me levanté del sillón de golpe y lo encaré.

-¡Yo no soy una zorra! -Dije seguido de un golpe en el estómago. Estoy segura de que no le dolió.

-Pegas como niña.

-¡Soy una niña! -Exclamo poniendo los brazos en jarras.

-Oh cierto... entonces ¿Zorra sí? -le brindo una buena patada en la espinilla. Él se doblega un poco por el dolor.

-Largate, ¿sí?

Empieza a reír y se aleja cojeando.
Media hora después vuelve con dos vasos en las manos. Ruedo los ojos.
Me ofrece uno, al parecer contiene solo soda.

-¿Le echaste algo? -pregunto arqueando una ceja.

-No quiero follarte, si eso es lo que te inquieta. No eres mi tipo. Ni en mil años lo haría contigo.

Le doy un golpe en el brazo y tomo la bebida.

Estamos en la cocina y ambos nos sentamos frente a la barra.

-¿Por qué siempre vistes de negro? -Me pregunta.

-¿Por qué no? No hay una ley que lo prohíba. No sé por qué la gente estúpida estereotipa todo, me visto así porque me gusta, es mi color favorito, si fuera el rosa me vestiría de rosa. Pero no. No pareceré una ridícula puta flor como luce tu estúpida novia. 

Somebody To Love [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora