Se me ha hecho algo tarde y ahora voy a toda velocidad hasta mi salón. Se nota que la clase ha empezado hace varios minutos. Abro la puerta lentamente y con timidez hablo:
—Profesor Mcguire ¿me permite entrar? —pido desde el umbral de la puerta. El profesor se vuelve hacia mí.
—Claro, pase señorita Lavigne. —Responde con una sonrisa amable.
—Gracias —le sonrío educadamente y voy a mi lugar.
Cuando me siento abro el libro de historia en la página donde todos están, volteo hacía atrás y saludo a los chicos con una sonrisa. Llevo mi vista hacia el lugar de Kian, pero en vez de él, el lugar lo ocupa alguien más, una chica a la que no he visto los días anteriores, viste unos pantalones ajustados de cuero, una blusa blanca con un estampado de calavera, y sobre esta una chaqueta igual de cuero, y botas de tacón medio. Su maquillaje consiste en un labial negro, sombras obscuras, una linea notablemente gruesa —negra también— sobre el parpado. Sus accesorios... la mayoria llevan una pequeña calaverita; sus aretes, pulseras, anillos y collares —todo negro— Sus uñas estan pintadas de un rojo casi negro también. Su cabello perfectamente lacio y teñido de obscuridad esta amarrado en una coleta en lo alto de su cabeza, la chica es delgada y de tez blanca y sus ojos... se alcanzan a ver que son de un verde intenso.
Cuando me pilla mirándola inmediatamente vuelvo la vista a mi libro de texto.
Dejo de mirarla y alguien interrumpe; la puerta se abre y Kian aparece tras ella.—Señor Egan ¿por qué no me sorprende que llegue tarde? —dice el profesor sin mirarlo, aun escribiendo en la pizarra.
—Disculpe profesor Mcguire, es que lo que pasa es que me encontre a Benjamin Franklin, Abraham Lincoln y Louis Pasteur en el camino y... oiga tenia que pedirles un autógrafo —todos en la clase rien, yo me quedo con cara de confundida. —Los quise convencer de que vinieran pero respondieron que estaban muy ocupados. Lincoln tenial que salvar a los negros de la esclavitud, Benjamin dijo que estaba ocupado robandoles los rayos a las nubes y Louis Pasteur estaba muy preocupado escribiendo su libro del origen de las especies. —Dice despreocupadamente haciendo un ademán con la mano.
Qué imbécil.
—Vaya... sí que estaban ocupados...
—Demasiado, profesor.
-Bueno, de ser así... pase por favor, adelante, tendré que hablar más tarde con usted para que me narre tal maravillosa experiencia.
—Gacias Sr. Mcguire, y claro que sí, con gusto. —Se burla con satisfacción. Me doy cuenta de que sonríe por lo bajo, al igual que todos.
—Solo una aclaración... fue Charles Darwin quien escribió tal libro. —él se detiene y desde ahí dice:
—Qué sabio es usted, por eso lo admiro tanto, algun día quisiera ser como el gran James Mcguire —usa un tono de sorna y orgullo fingido mientras lo señala con ambas manos.
—Sientese de una vez antes de que lo saque y lo mande a la dirección. —Centencia el maestro ya irritado, todos ríen y el obedece.
Lo sigo con la mirada para ver su reacción cuando se encuentre con aquella chica en su asiento. Al principio la mira incrédulo, como preguntándose quién y por qué está ocupando su lugar.
—Niña, éste es mi lugar —Informa intentando quitarla de ahí.
Ella lo mira con indiferencia, y vuelve a centrar su vista al frente.
—Oye, te estoy hablando.
—Güerito, siéntate en otro lado.
Él ríe irónicamente atrayendo la atención de todos, incluido el maestro.
—¿Pasa algo? —Pregunta volteando hacia la clase.
—La niña esta está en mi lugar. —Se queja.
—Kian, llegaste al último, eso te pasa por llegar tarde, sientate junto a ella o aquí con Avril. —Me señala.
¿De verdad? Ay no.
Él fulmina a la chica con la mirada y se dirige hacia mí. Ni de broma se sentará con la chica que segundos antes lo ha "humillado".
—¿Te importa? —pregunta con indiferencia y un tanto molesto dirigiendo su vista a mi lado.
—Demasiado —respondo mirando al frente, y de reojo veo que pone los ojos fuera de las orbitas.
Sonrio con suficiencia y me hago a un lado, él entonces se sienta en el espacio ya desocupado.
—¿Quién es la estúpida emo esa de allá? —pregunta susurrándome.
—¿Por qué tienes que tratar así a todas las personas? ¿Por qué las insultas cada que se te viene en gana?—cuestiono —¿Sabes algo? Si fueras realmente un hombre no lo harías —Por increíble que parezca se queda callado y no dice absolutamente nada.
—¿Te molestaría tomar apuntes por mí mientras duermo una siesta? —pone los brazos sobre la mesa y se recuesta sobre ésta cerrando los ojos. —Gracias —agradece aunque yo no he dicho nada.
—Claro que me molestaría —Replico con un tono de voz claramente molesto.
Él solo me ignora, ruedo los ojos y presto mi atención al profesor que explica una parte del tema de la independencia de Estados Unidos. Le doy un codazo a Kian cuando noto que toma mi mano y la llevaba consigo para acomodarla bajo su cabeza.
No me libera, así que vuelvo a darle otro codazo mientras trato de retirar mi mano pero el todavía no me suelta. En ese momento despierta...—¿Qué? ¿Niña qué te pasa? —me reclama irritado mientras se talla la cara con una mano.
—¿Qué te pasa a ti? —Le señalo su mano sosteniendo la mía, ladeando la cabeza apuntando con la mirada.
Baja la vista e inmediatamanete me suelta.
Al final de clase el sale disparado del salón, como si estuviera huyendo, me quedo confundida por su comportamiento y los chicos se acercan a mí.
Comemos juntos y seguimos con la rutina del dia._________________________________________
Hooola!
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Lean también los chistes de chicaPANDA661. Y la hermosa historia de a123az45 y naty_251 😍 Se los voy a agradecer muucho!Xoxo. Los amo! ♡
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Somebody To Love [Terminada]
FanficAvril Lavigne tiene 14 años. Se la vive vagando por las calles de Nueva York. Hasta que algo totalmente inesperado sucede... Una señora de la alta sociedad, adinerada y sofisticada, la recoge de la calle llevándola a vivir consigo, dándole una vida...