Somebody To Love [Terminada]

Capítulo 70: Jealous girl

Lo miro, vamos en dirección a la escuela en su auto, está lloviendo, el pavimento está mojado y los limpiaparabrisas van de un lado a otro cada segundo, los sigo con la mirada tratando de no ver a Kian. Vaya... esto no me había pasado.
Lo vuelvo a mirar, viste una sudadera negra con capucha, y unos jeans de mezclilla obscuros, su cabello rubio platinado está ligeramente humedo por la lluvia al subir al auto.
Se mueve en su asiento buscando tal vez una posisión más cómoda. Mantiene la vista al frente, totalmente concentrado, mira por el retrovisor y pone las direccionales antes de rebazar a otro auto. Sus dedos delgados y blancos presionan el volante con fuerza. Parpadea, nunca jamás sus ojos me habían parecido más hermosos que en este momento.
¡Demonios, se ve tan guapo!
De repente empieza a reír. Vuelvo la vista hacia él lentamente, extrañada.

-¿Qué? -pregunto un tanto incómoda.

-¿Qué te pasa? ¿Estás demasiado rara hoy?
Me muevo incómoda en mi lugar.

-Estoy bien.

-Algo tienes, te conozco. No estás hablando tanto como de costumbre.

-Ha, ha, muy gracioso.

-En serio. -Dice y vuelve a reír.
Su teléfono suena y conecta los manos libres a su teléfono.

-¿Hola? -contesta. -Apenas voy... como en 10 minutos... Sip... No lo sé, no he hecho planes... Creo que sí... Lo arreglamos en la escuela ¿vale?... es que voy manejando... lo sé... Te quiero... Te veo en un rato... Igual yo.

Jodi, mierda...

Cuelga y vuelve ambos ojos al frente

-¿Eres feliz? -pregunto.

-¿Cómo?

-Que si ¿eres feliz con ella?

Mantiene la vista fija en la carretera y después de unos segundos responde:

-¿A qué viene esa pregunta?

-No lo sé, sólo... curiosidad, supongo.

No era curiosidad. Yo sabía perfectamente que él no era feliz con esa arpía a su lado...

-Sí, supongo que soy feliz.
-Ahh.

...pero él decía serlo.

Al llegar a la escuela estaciona el auto bajo un árbol. Quita los seguros de las puertas y ambos salimos. Él se dirige al maletero para sacar su mochila y yo la mía. Cierra y al dar el paso resbalo. Por suerte él me sostiene poco antes de caer por completo y aterrizar en el cemento mojado. Lo sujeto fuerte de la sudadera obscura y lo miro a los ojos. Caen gotas de agua en mi cara de las hojas del árbol. Sus preciosos ojos me miran con atención. Contemplo su rostro, le escurre una gota de agua por la sien, sus facciones finas son simplemente perfectas. Las fracciones de segundos mirándolo parecen ser eternas.
No me quejo.
No sé por qué pero lentamente me acerco a él, mi nariz casi está por tocar la suya. Pero él reacciona y se separa, me levanta consigo.

-Eh... debes tener más cuidado.

-Lo sé, soy... torpe.

-Hhahahha, sí, en realidad sí lo eres.

Vislumbro a lo lejos a Jodi mirándonos. Me acerco más a Kian y camino pegada a él, el me pasa un brazo por el hombro y yo por la cintura, sonrío con suficiencia.

Mas tarde me encuentro frente a mi casillero sacando unos cuantos libros. Ya le he entregado un pequeño regalo a Mark, no supe qué darle así que compré unas cuantas onzas de panditas y pasas con chocolate, son sus dulces favoritos.
Le encantaron y a decir verdad se puso muy contento. Yo no recibí nada... bueno aún no.
Cierro el casillero y me dirijo a la cafetería en busca de mis amigas pero alguien me toma del cabello y de nuevo me hace entrar a un aula.
Jodi.
Me pega una fuerte bofetada antes de si quiera reaccionar.

-¿¡Qué demonios te pasa!?

-Creo que hace poco te dejé muy claro que no te acercaras a Kian.

La fulmino con la mirada e intento salir, pero ella me lo impide.
Intento devolver el golpe de hace un segundo pero me detiene la mano.

-¡Déjame en paz Jodi! -grito.

-Tú deja en paz a mi novio.

-Le diré todo lo que me has estado haciendo.

-¿Y a quién crees tú que él va a creerle? -dice en tono desafiante. -Vi como intentaste besarlo con ese viejo truco de "oh, me resbalo" hace un rato. -Él es mío. Deja a mi NOVIO en paz.

Creeo que quería dejarme en claro que él ya tenía dueña, pero claro que esa no era ella.
Me hartó.

-Ah, te refieres a tu novio el que cada noche duerme conmigo.

-¿Qué has dicho? -Se queda pasmada ante tal cosa que le he dicho.

-Jodi, no te engañes querida, sabes muy bien que no te ama. Te tolera pero nada más, eres otra de sus diversiones. Él prefiere estar conmigo que contigo. ¿No me crees? Hoy no saldrá contigo a ningún lugar ¿sabes por qué? Yo te diré por qué... porque estará conmigo.

Intenta darme otra bofetada pero ahora soy yo la que le detiene la mano y le brinda un buen golpe a puño cerrado en la cara.
Salgo rápidamente de ese lugar.
Mierda, ¿qué he hecho?