♪She's got eyes of the bluest skies
As if they thought of rain
I hate to look into those eyes
And see an ounce of pain♪Amaba verla sonreír, y cantar también, amaba todo de ella. A su lado me sentía invencible.
Dicen que el amor es debilidad, eso es tan cierto, descubrí que si ella me dejaba me destruiría completamente. Algo pasa cuando te enamoras, ciertamente, tu cerebro y todo tú se vuelven estúpidos, de hecho había leído que estar enamorado es similar a tener un caso grave de trastorno obsesivo compulsivo, lo estaba comprobando por primera vez, no podía pasar ni un día sen verla, ya dependía de ella. Y no sé si eso es bueno o malo.♪ Ohh! Ohh! Sweet child o' mine
Ohh! Ohh! Sweet child of...♪-¡Detente!
Hago lo que ella ordena y cuando he frenado se quita el cinturón y de inmediato sale del auto. Se acerca a unos arbustos.
-Avril -la llamo. -¿Qué crees que haces?
Se inclina a estos y extiende la mano. Bajo para acercarme y ver qué ocurre.
-Es un gatito, o un perro, vi a un pequeño que se escondió aquí. -Toma su teléfono y activa su linterna.
-¿Acaso estás loca?
-Ahí estás pequeño... ven... tranquilo, no te haré nada... ven... -Alcanza a tocar al animal y acaricia su cabeza, éste de pronto empieza a salir. Es un pequeño cachorro marrón, creo que antes fue blanco; es peludo, flaco y está completamente descuidado, y que fuera pequeño lo hacía aun más feo.
Ella lo sostiene en sus manos con cuidado.-¿No lo agarres, puede tener pulgas o alguna enfermedad, rabia tal vez -me fulmina con la mirada y se levanta.
Lleva al perro extraño en sus brazos. Es tan pequeño que cabe en sus dos manos.
-¿Qué haces? -sube al auto aun con el can.
-No vas a llevarlo a casa.
-Kian, si lo dejo ahí morirá, o lo llevarán a la perrera, mira como está.
-Pues no será culpa tuya, sino de sus dueños.
-Está claro que él no tiene. Es un bebé, Kian, ya, por favor.
-A mi abuela no le gustan los perros.
-Ya veré cómo le hago.-¡Aghh! Está bien.
Subo al auto y arranco.-Mira qué hermoso es... -sonríe al perro y lo acerca a mí.
-Alejalo Avril, odio a los perros, los gatos y todo.
-Eres un pinche amargado.
-Si sigues diciéndo palabrotas te empezaré a prohibir que te juntes con Jamie. -Suelta una risotada y me pega en el hombro.
-¿Crees que haya alguna veterinaria abierta?
-A esta hora, no creo.
-Bueno... supongo que visitarás al doctor mañana pequeñín.
-¿Cómo te llamarás? ¿ah?
-¿Piensas quedarte con él?
-Tal vez.
-Estás loca.
-Oye, es un pequeño... necesita amor y un hogar, acaso crees que solo las personas lo necesitan. Es estúpido. -Dice y abraza al pequeño.
Al rededor de la 1 am llegamos a casa.
-Supongo que te veo mañana.
-Supongo que sí -respondo.
-Pero... ¿no me ayudarás con el pequeñín? -Pone esa cara que me es imposible decir que no. Sonrío.
-¿Por qué nunca te puedo decir que no?
-Porque tú me amas, ¿verdad perrito?
-Me acerca al can a la cara.
-No Avril, alejalo. Te amo a ti, no al perro.
-Hahhah, eres un tonto.
Entramos a la casa con sumo sigilo. Todo está apagado, subimos las escaleras y vamos al cuarto de Avril, cierro la puerta y ella enciende las luces.
Se dirige a cuarto de baño y escucho que empieza a llenar la tina.-A mi abuela no le gustará. Digo desde el umbral de la puerta.
-¡Shh! Mejor sé bueno y ve a traer algo de comer.
-No tengo hambre.
-No seas tonto, el perro... que... al parecer es ella.
Ruedo los ojos y hago lo que me ordena, bajo y busco algo en la alacena, genial una lata de atún.
Busco un pequeño recipiente de plástico y vierto un poco de leche.
Satisfecho con eso subo de nuevo.
Al hacerlo un nombre se me viene a la mente. Chloé
Entro a la habitación, cierro la puerta tras de mí y me dirijo al cuarto de baño. La perrita que anteriormente era café ahora es blanca, y está mojada. Miro a Avril e intento reprimir una risa.-A esta pequeña no le gustan los baños. -Confirma. -Río por ello y agrego:
-Chloé
¿Qué te parece? Para la perrita.Se queda un tanto pensativa.
-Es lindo, ¿Te gusta Chloé, pequeña? -ella empezó a dar saltitos dentro del agua. Ambos reímos.
-¡Mira! Sí le gusta, hahah okay Chloé te llamarás.
Me descubro mirándola y sonriendo como un completo estúpido. Es sorprendente la capacidad que tienen algunas personas de ser maravillosas y hermosas y sin embargo no notarlo. Así es ella.
Después de que Chloé ha comido y nosotros la hemos observado nos dirigimos al balcón. Ella se sienta a un extremo del sillón de bambú y yo recuesto su cabeza en mi regazo. Chloe sale y se echa en la pequeña alfombra.-¿Qué raza crees que sea? -Pregunta. -Se ve de raza fina... es decir... si estuviera bien cuidada.
-Pues... está muy flaca, y a juzgar por el pelo y la forma de su cara es una pequeña San Bernardo, creo, sí, apostaría a que sí.
-Vaya... entonces crecerá demasiado. -Dice pensativa, río y asiento.
-Sí, lo hará.
Chloé se acerca y Avril la toma, la pone sobre mi pecho...
-Avril, no, ya te dije que no me gustan los perros.
-La bañé con shampoo, ya está suavesita. No seas fresa.
Gruño y acaricio su pelaje, ella cierra los ojos y se acomoda sobre mi pecho, bosteza y me es imposible soltar un "Aaaaw.
-¿Y si te quedas a dormir aquí? Creo que ya es algo tarde para que regreses.
-Uhmm suena bien, utilizaré mi antigua habitación. A ver qué le invento a mi abuela mañana.
-Yo te ayudo.
Se inclina a mí y me da un beso en los labios. Una suave brisa empieza a correr, las hojas de los árboles se mueven rítmicamente con el sonido del viento, la luna apenas y se logra ver detrás de esas nubes densas. Supongo que lloverá.
Miro a Avril y contempla el cielo obscuro.-Te pareces mucho a mi mamá. -se vuelve a mí desconcertada.
-¿Qué?
-Tus ojos, tu forma de ser...
-Oh... Vaya y... ¿eso es bueno?
-Supongo. -Se hace un silencio.
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Somebody To Love [Terminada]
FanfictionAvril Lavigne tiene 14 años. Se la vive vagando por las calles de Nueva York. Hasta que algo totalmente inesperado sucede... Una señora de la alta sociedad, adinerada y sofisticada, la recoge de la calle llevándola a vivir consigo, dándole una vida...