Desde muy lejos llegó a mis oídos el pitido del despertador. Se fue acercando y sonaba más exigente, más gritón, hasta que como una broca me perforó la cabeza. Al retirar las cobijas me sentí como cambiada. El cuarto estaba a temperaturas árticas; en la mano aún sostenía el osito. Aterida, me fui hasta la ventana, que estaba abierta de par en par. Al mirar hacia la calle, lo primero que hice fue fijarme en el farol. Allá abajo, la plaza estaba vacía. Uno de nuestros vecinos salía de su casa en ese momento, se metió en su coche y arrancó. Por la acera gritaba Lasse, el niño pequeño de la vivienda de la planta baja, porque se le había caído de la mano un pedazo de pan y, delante de uno de los árboles, un peludo perro callejero levantaba la pata.
La calle se veía como cualquier otra mañana, pero, ¿por qué esa vista cotidiana me afectaba más que ayer? El extraño había estado mirando directamente a mi ventana, lo que resultaba una imagen escalofriante recordándolo a la luz diurna. El hecho de que el lugar en torno al farol ahora estuviera vació debería más bien tranquilizarme, pero no fue así; por el contrario.
Moví la cabeza para liberarme de esa sensación de aturdimiento.
¿Qué me estaba ocurriendo?
Supuestamente, la pesadilla me había sacado por completo de mis casillas, la soñadora de nuestra familia era más bien Spatz, a quien muchas veces llegaba incluso a envidiar por sus aventureros viajes nocturnos, mientras que yo, a la mañana siguiente, apenas si podía recordar haber soñado algo.
¡Tenía que ser precisamente ese sueño el que se quedara, con todos los detalles, en mi recuerdo! Cosa rara, los colores de aquel cuarto se habían grabado en algún rincón de mi cerebro. Aquella afelpada alfombra verde, el cobertor de coloridas florecillas (rojas, amarillas, moradas)... atormentada,me sonreí con ironía: "Amiga mía, te estabas muriendo en un cuarto recubierto de madera, con un florido cobertor y una alfombra verde aterciopelada. ¡A eso se le llama tener una pesadilla!"
¿Qué diría Suse de todo esto?
Me aparte de la ventana, fui a la ducha y me metí bajo el agua caliente hasta que la llave no se abrió mas. El agua hirviendo me ayudó en realidad. Cuando Salí del baño me sentí, no voy a decir como recién nacida,pero si algo mejor.
Me metí en los jeans del día anterior, me puse una camisa y una chamarra con capucha y fui a la cocina. Spatz, con su kimono negro, se encontraba sentada en el desayunador. Llevaba los cabellos en todas direcciones y sus pequeñas manos abrazaban un tazón de leche caliente. Por encima del borde del tazón me lanzó una de sus típicas miradas de Spatz, con las que podía contar novelas enteras; sobre todo en la mañana, cuando todavía estaba tan dormida que no podía decir una frase completa. Hoy su mirada decía: "Janne me ha contado lo que te pasó anoche, espero que estés mejor".
Mi lugar en la mesa del desayunador ya estaba preparado; Janne era un ser matinal. A las cinco y media se ponía su atuendo para trotar, se daba una vuelta por el Elba y estaba lista para el día. Usualmente recibía a sus primeros clientes a las siete y media, como esta mañana.
Quité el palillo clavado en mi pan de ajonjolí; en el extremo superior había un papel con un monigote dientudo, y debajo decía: Muéstrale a Tyger el tigre [que eres]. Miles de besos, mamá.
No me quedo otra más que sonreír, sobre todo por el dibujo. Las habilidades pictóricas de Janne estaban al nivel de una criatura de cinco años. "No te rías de tu pobre madre. Ha trabajado media mañana en esta obra de arte", decía la mirada de Spatz.
Hice un intento de probar el pan, y como el estómago no se rebelaba, coloqué encima una rebanada de salami y una tacita de ensalada de camarón, no tanto por hambre sino por la esperanza de combatir esa sensación de vacío en el pecho de la que no lograba desasirme.
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Lucian (TERMINADA)
Teen FictionUna joven se enamora de un hombre que parece ser un vagabundo, y están unidos por algo: él es su ángel guardián, pero no recuerda nada porque padece amnesia. Lo único que sabe es que cada sueño que Lucian tiene sobre Rebecca, se hace realidad...