Capitulo 3 2/3

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  —¿Este hombre... era... es mi pariente? —le susurré a mi madre, mirandola fotografía en el libro. 

Ella asintió. 

—Era tu bisabuelo —me aclaró. 

Me quedé mirando a Janne. 

—Lo siento —le anuncié a la mujer cuando estiraba de nuevo la mano para tomar la autobiografía—. Mi madre se equivocó. Este ejemplar no está en venta. 

La mujer se echó para atrás. 

—Entonces tampoco va a recibir el dinero. Bien, pues, buenos días de todas maneras. 

Se fue y le lancé a Janne una mirada furiosa: 

—¡Esto es historia familiar, mamá! Nunca me contaste que el abuelo de mi papá había escrito un libro, ¡y ahora querías venderlo como si nada! 

  —Lo siento —Janne levantó las manos como a la defensiva—. No me había imaginado que fueras a interesarte por algo así. Este tipo tuvo que haber sido bastante tirano. Tu abuelo Will me contó una vez de él. No lo aguantaba, y tu padre jamás habló de él. Desde luego no hacíamos nada malo vendiendo esto, pero si tanta importancia le das... 

—Sí lo hacíamos —abrí el libro y hojeé el apéndice donde se mencionaban algunos de los críticos que tan famosos habían hecho a mi bisabuelo. Me sorprendió sobre manera encontrar el nombre de Lovell. 

—Mira, este es el autor favorito de Tyger —dije, sonriendo maliciosamente—. Mañana se lo voy a llevar. Siento curiosidad por saber qué dirá. 

—Quizá convendría que antes leyeras lo que tu bisabuelo escribió sobre ese autor —me advirtió Janne—. Me parece que solo elevó hasta el cielo a sus preferidos; al resto los destrozaría. No vaya a ser que este recuerdito se refleje en tu calificación de inglés. 

—De acuerdo —no pude dejar de reír al leer, por encima, las despectivas líneas que mi bisabuelo había compuesto sobre las obras de Lovell. Lo de "Pluma mortífera" de la contraportada encajaba a la perfección. 

Me metí el libro en el bolso por seguridad, comí el resto de la dona y me soplé las manos. La galería no era especialmente caliente. Si permaneciéramos sentadas aquí todo el día, sería bastante incómodo.

—¿Qué piensas que puedo hacer con esto? 

Janne me puso delante de un pequeño libro de bolsillo: Los sueños como expresión de temas interiores; resaltaba sobre un fondo azul nocturno y junto a una gran luna llena. La autora de este libro era Janne. Lo había escrito poco después de terminar la carrera, y la edición se había vendido bastante bien entonces, pero desde hacía algunos años ya no estaba en el mercado y, hasta donde yo sabía, Janne había regalado los últimos ejemplares a sus clientes.     

—No tengo idea —murmuré. 

Reflexionar sobre sueños era lo último que habría hecho. 

—Está haciendo bastante frío aquí —dije—. Creo que voy a comprarme un café. ¿Quieres uno? 

—Mejor un té. Y no tardes tanto, pues a lo mejor vendo otras cosas que tú quisieras tener. ¿Estás segura de que no vas a querer la quesera? 

—¡Ay, Janne! Nos vemos al rato. 

Me levanté y fui a buscar las bebidas, pero no me marché muy lejos. Me gustaba aquel bazar; ya desde pequeña, Janne y Spatz me traían. No paraba de hurgar entre el revoltijo hasta encontrar lo que buscaba. Incluso hoy no podía evitar pasar por los otros puestos, y con cada paso me sentía más ligera. 

Lucian (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora