— mami, te quiero mucho.
— aww, yo también te quiero mucho cariño, díselo a papá, se pondrá feliz.
La pequeña obedeció a su padre y corrió hasta la sala, lugar donde se encontraba viktor preparando un café para dar por iniciada la mañana.
— Papi, quiero mucho a mami.
(...)
— yuri, ¿te sientes bien? — murmuró con preocupación, colocando una mano sobre la mejilla contraria, mismo que miraba hacia ningún punto fijo de la habitación. No tuvo respuesta, logrando un sentimiento de culpa en el peliplata. ¿lo de anoche había sido una mala idea? — lo lamento, debí tener más cuidado anoche, fui muy intenso.
— ah, viktor. No, estoy bien, nada de qué preocuparse, sólo...me siento extraño, distinto. Nada que me impida patinar, por lo que no te preocupes. — le contestó con una pequeña sonrisa mostrándose en sus labios.
— si tu lo dices, entonces supongo que está bien. — susurró, poniéndose de pie para disponerse a tomar una ducha, anoche estaban demasiado agotados para hacerlo. Yuri pensaba tomar una ducha después de él.
(...)
— yuri. — le llamó con una sonrisa en su rostro, secando sus plateados cabellos con una toalla.
— dime, viktor. — le contestó levantándose de la cama, revolviendo sus despeinados cabellos y soltando un bostezo, las ojeras en sus ojos eran evidentes, anoche se habían desvelado demasiado.
— ah, sólo quiero planear la boda que me prometiste. — contestó, tomando un cambio de ropa limpio por ponerse, recibiendo una mirada de confusión de parte del azabache.
— ¿cuándo te lo prometí? — preguntó con un tono cansado y adormilado evidente en su voz, viktor admiró discretamente a su pareja, quien tenía el cabello desacomodado y hecho un lío, sus ojos llorosos debido a los constantes bostezos y una camisa de viktor para no pasar demasiado frío por la noche. Si viktor podría ser capaz de admirar todas las mañanas esa versión tan natural, estaría en el mismísimo cielo. — además, eres como un bebé necesitado de atención y cariño, ¿cómo te vas a casar?
— ah, ¿tú de verdad piensas que lo de anoche lo haría un bebé? — preguntó levantando su ceja en modo de pregunta, una sonrisa ladina se mostró en sus labios, causando un sonrojo de parte de yuri.
— bueno, da igual. — salió del tema rápidamente, sabía a lo que llegaría si continuaba. Se dignó a observar por la ventana de la habitación antes de dejarse caer sobre la cama, mirando sin punto fijo. Hacía frío afuera, no apetecía para nada salir.
— me gustaría en un futuro, quizá en unos años formar una familia contigo. —contestó, acostándose a su lado siguiendo las acciones del azabache. Recibió una risita de parte de yuri, mismo que negó con la cabeza.
— es casi imposible que un hombre se embarace, viktor. De las personas que sé se han embarazado, es un porcentaje realmente bajo debido a una formación antinatural en el aparato reproductivo de un hombre, al menos eso leí hace poco.
— ¡exacto, entonces no es imposible! — contestó antes de dirigir la mirada a su celular, sus redes sociales estaban inundadas de preguntas.
— tener un hijo es mucha responsabilidad, no es cualquier cosa o algo que pueda ser tomado a la ligera, ni hablar de la atención que requieren. — despegó la mirada de su celular, mirándole con una sonrisa. — además, ¿no es muy pronto para pensar en eso? es decir, tenemos menos de un día juntos.
— yo lo sé, no tiene nada de malo pensar a futuro, además nos conocemos de hace ya un tiempo, es distinto a una relación adolescente, ignorante y superficial en su mayoría.
— si tantas ganas de tener uno, entonces podemos considerar la adopción más adelante, hay muchos pequeños que estarían encantados de tener una familia que les ame, también me gusta la idea de ser padre.
— no me molestaría en absoluto adoptar un bebé, pero, ya sabes, la idea de un corazón latiendo producto de ambos me hace tan feliz, la curiosidad de cómo sería, me tienta. — su tono de voz era dulce y calmado, a su vez pensativo. No pasó demasiado tiempo antes de que se pusiera de pie, sonriente. — bien, ¿tienes hambre?
— si te soy honesto, tengo un poco de náuseas mañaneras, quizá más tarde.
— vale, de lo que te pierdes. ¡Mas waffles para mí! — así es, ya habían regresado en sí de nuevo. Viktor se dirigió corriendo hacia la cocina de su departamento, provocando tentación en yuri.
— ¿sabes algo? de un momento a otro tengo un hambre increíble. — el azabache le siguió el paso, resbalando con las sábanas que se habían enredado en sus pies torpemente.
creo que ambos fueron así siempre, tan lindos e infantiles en ocasiones.
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¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.
Fanfictiondespués del Grand Pix Final, yuuri y viktor decidieron formalizar su relación en privado, entre sus planes a futuro y el proceso de aprender a amarse el uno al otro, no contaron con la inesperada noticia que recibirían, y cambiaría su vida por compl...