¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.

#67 ¡Feliz cumpleaños!

  — ¡Feliz cumpleaños, Yuri!  

Fueron las primeras palabras que pronunció Viktor en la mañana al ver al azabache estirándose sentado al borde de la cama, lo rodeó con sus brazos y lo abrazó con fuerza, tomándolo por sorpresa.

— ¿Cuándo despertaste?  — El pelinegro correspondió su abrazo aún sin despertar por completo.

  — ¿Qué quieres hacer hoy cariño?

  — ¿A que te refieres?

— ¡Hoy es tu cumpleaños!

  — ¿Mi cumpleaños...?  — Por un momento se quedaba callado, después abría los ojos y miraba a Viktor.

—¡¿Es hoy?!

— ¡Si!

— No recordaba...— Sonreía tímidamente .

  — ¿Entonces? ¿qué deseas hacer hoy?

  — No lo sé. — Miraba unos momentos sus pies, con una sonrisa curiosa.

 —   ¿Nada? —Viktor hacía una mueca.

  — Con estar contigo me basta. Además...son 3:09 de la madrugada, cielo.

  —  ¡Hace bastante frio! Si te levantas y te despegas de mi tengo frío, es lógico que me despierte, después recordé y hoy es tu cumpleaños. 

— Sólo...quería ir al baño. — Soltaba pequeñas risas. 

  — ¡No es temprano para comenzar a celebrar!

  — Talvez tengas razón. 

  — Haré tu desayuno favorito. Me esforzaré. —Depositaba un beso en la mejilla de Yuri suavemente. 

  — Gracias...— Por unos momentos se quedaban nariz con nariz.—¿No quieres volver a dormir? Naturalmente despiertas más tarde, ayer llegaste agotado. Puedo dormir con Viktor unos momentos más.

  — Cuando estoy muy emocionado por algo es difícil conciliar el sueño. 

  — Eso debería decir yo. — Soltaban risas por unos momentos.— Hoy es día libre...

  — ¡Eso es bueno! Así tendremos más tiempo para estar juntos. Y-Yuri...hace mucho frío, podemos, volver a recostarnos un momento? — Sugería Viktor abrazando a Yuri por la espalda, Yuri era la única cosa cálida en la cama. De una manera u otra, el era muy calientito y reconfortante.

Por otra parte Viktor estaba cogiendo gripe, cuando sus pies descalzos tocaban el suelo 

— Por supuesto...Los niños no tienen clases hoy, ¿cierto?

  —  No...quédate tranquilo. — El peliplata, quien hace nada tenía mucha energía para planear el cumpleaños de Yuri, volvía a quedarse dormido susurrando en voz baja esas palabras, hundiendo su rostro en el pecho de Yuri, la ropa de Yuri siempre tenía una fragancia linda.

  (...)

Después de 3 horas de ello, ambos se  vuelven a levantar cuando el sol después de todo apenas asomaba algunos rayos, estaba muy nublado, por suerte aún no comenzaba a nevar. 

— ¡Woah! — Viktor se sentaba en la cama y bostezaba por un momento, después para mirar a Yuri, quién se levantaba hacía la cocina, este le seguía estirando sus brazos. 

— ¡Buenos días...Yuri! ¿qué deseas para desayunar hoy? — Viktor estornuda en lo bajo y después mira a Yuri con una sonrisa. 

—  ¿Estás bien cielo? Desde hace unos días estás un poco resfriado.