capítulo cincuenta y cuatro: hemos decidido un nombre.

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sin romper el abrazo que los unía, ambos seguían al lado del otro, viktor en busca de refugio en la calidez del cuello de yuri, donde ocultó su cabeza en un intento de que yuri no le viese llorar, por que lo odiaba, siempre odio llorar frente a las personas, le hacía sentir avergonzado e indefenso, cosa que era contraria a la impresión que siempre intentó destacar de sí.

y eso yuri lo sabía a la perfección. Por eso mismo, se mantuvo sin mover un sólo dedo, sosteniendo el cuerpo de su esposo con fuerza, acariciando sus finos y plateados cabellos, no tenía una idea clara de qué sería lo mejor que pudiese hacer, pero se mantuvo así, esperando lo que fuese necesario hasta que viktor se sintiera mejor. Como si de un niño pequeño aferrado a los cálidos brazos de su madre se tratase. 

sentía rabia y a su vez se sentía liberado; liberado de la carga que llevó sobre sus hombros durante tantos años ante la presión causada por su carrera y familia, un desahogo en llantos que no podían ser controlados. 

pero estaba bien, porque sería el último día donde el pasado lo atormentaba de tal forma. 

— vitya, sarah está llorando —susurró yuri contra el oído de su esposo. La calidez acompañada de dulzura que expresaba en su voz era tan relajante que no podías sentir molestia ante sus palabras, viktor sólo pudo aferrarse con mayor fuerza a los brazos del azabache.

— déjame ser un poco egoísta y quédate unos segundos más, no quiero que mires mi rostro así —contestó en un susurro lo suficientemente alto para ser escuchado por yuri—, esos no son llantos, son carcajadas, quizá le pareció gracioso algo.

— está bien, está bien. Aunque debes saber que para mí incluso calvo y lleno de arrugas serás guapo, ver tu rostro después de llorar no me hará pensar que no lo eres, también me has visto llorar muchas veces —dio como respuesta entre una pequeña risa, seguido de enredar sus dedos entre los plateados mechones de cabello de viktor. Una mueca apareció en su rostro debido al dolor que le solía causar cada que su pequeño bebé golpeaba su barriga con fuerza, quizá en un intento de buscar una posición cómoda o sólo por gusto—, me pregunto que la hará reír, que está en la cuna de la sala y no le dejé ningún juguete o algo que pueda entretenerla.

— por las noches muchas veces empieza a reír o a mirar a algún lugar de la pared, ¿no te has percatado de eso? estoy tan dormido que no le presto atención, pero si lo pienso da un poco de miedo —levantó su rostro, y en lo que frotó sus ojos e intentó arreglar sus descontrolados cabellos suspiró con una sonrisa en sus labios. Sus ojos estaban rojos al igual que sus mejillas debido al reciente llanto, ¿hace cuantos años no lloraba de esa forma? dejando salir emoción alguna sin limitarse, sin miedo—, ahora me siento mejor, hace tanto tiempo no sentía una tranquilidad como esta en mi pecho.

— siempre que necesites llorar no te guardes nada, ¿bien? yo estaré aquí en todo momento y jamás me molesta tenerte en mis brazos hasta que esté mejor, tus emociones merecen ser liberadas. —una sonrisa se mostró en sus labios, antes de quejarse en voz baja repentinamente.

— ¿qué sucede, yuri? ¿te duele algo?

— cada que tengo necesidad de llorar o algo me hace sentir mal tu príncipe me patea con fuerza, cada vez tiene menos espacio ahí dentro y duele.

— oh, ¿te hice sentir triste? —preguntó, apoyando su cabeza contra el abultado vientre de yuri, acariciando el mismo con la palma de su mano— lo siento, en ocasiones los humanos necesitamos liberar nuestras emociones, ¿sabes? es decir, necesitamos expresarnos si no queremos matarnos lenta y dolorosamente, no somos la excepción, así que perdón si los momentos malos te hacen enojar, príncipe. 

— oigan, par de melosos, estoy aquí por si no lo saben, les dije que vendría pero claramente lo olvidaron —yuuri se asomó en la habitación con sarah en brazos, una mueca en su rostro se mostró al ver la escena— viktor, deberías dejar tranquilo al cerdo de una vez, que ahora realmente parece un cerdo.

— ¡eso es cruel, yurio! no estoy tan gordo para ser un cerdo —yuri dejó mostrar un puchero en su rostro, cruzándose de brazos.

— no te preocupes, yuri, te ves realmente sexy con tu pancita —y como si nada hubiese pasado anteriormente, la sonrisa idiota de viktor se mostró una vez más, quien seguía con su cabeza sobre la barriga del azabache.

— no sé por qué acepté tener una copia de la llave de su hogar en caso de necesitarlo, prefiero romper su ventana con rocas antes de verlos en esa situación, ¿qué si algún día los encuentro teniendo sexo en la barra de la cocina? gross —la pareja permaneció en silencio antes de dirigirse una mirada cómplice—, no, no, no se les ocurra.

— yuri, ¿eso no lo hemos hecho, cierto? —el azabache negó la cabeza con simpleza— oh, anotado. 

— como sea...sarah estaba muy entretenida viendo la televisión en un canal que estaba puesto —los tres voltearon a la bebé, quien con la mirada puesta detrás seguía viendo el televisor, un programa de las caídas mas cómicas del año— cada que veo esos programas solo necesito imaginar que son ustedes para que me den risa. 

— eres tan cruel, nosotros fuimos a apoyarte como padres orgullosos en tu presentación con otabek, ¿por qué nos tratas así?

— yo no pedí que fueran, ¿sabes? ¡además no son mis padres, joder! —reclamó con molestia— que hasta otabek los considera mis padres, dejen eso. 

— quizá sólo deberías reconocerlo —viktor se cruzó de brazos con una sonrisa en su rostro. 

— dí lo que quieras —contestó, un suspiro sin remedio escapó de sus labios—, ¿y ustedes? su bebé nace en una semana a lo que sé, ¿ya tienen un nombre?

— quiero que sea un nombre japonés, me gusta makoto, ¿qué dices, yuri? 

— no me gusta la conjugación de sus kanjis, tampoco me motiva demasiado el significado, no tiene mucho que ver con su fecha de nacimiento —yuri negó con la cabeza posando un dedo sobre su barbilla. 

— ¿inuyasha? ¿naruto? 

— ¿naruto? —el azabache empezó a reír, negando la cabeza una vez más—, tampoco me convence, ¿sabes todo lo que le dirán en la escuela? cuando tenga trabajo no podrán tomarlo en serio sin antes recordar el anime. 

— ¿goku te gusta? —bromeó viktor entre risas— ya sabes, de dragon ball, es un clásico por completo —viktor se puso de pie en la cama, estirando sus brazos— ¡no importa lo que suceda siempre, el ánimo mantendré! 

— cantas horrible, cállate —yuuri se burló entre risas, antes de unirse a la discusión en busca de un nombre para el tan esperado bebé— ¿qué tal rin? ¿deku? los vi en un anime. 

— ¿anime? —viktor ocultó su boca entre sus manos— yurio, acabas de destruir la cuarta pared. 

— deku no tiene la mejor definición, me suena a un apodo más que a un nombre por poner.

—entonces qué tal si...—viktor levantó su dedo, volteándose con una sonrisa hacia yuri— ¡me gusta yuu! ¿es un nombre allá? es como tu nombre pero más corto, ¿no lo crees?

— ¿yuu? podría tener un significado de amable y sagaz, quizá superior —hizo una pausa, antes de asentir con la cabeza, una sonrisa de aprobación hizo a viktor emocionar—, me gusta mucho, suena elegante, corto y dulce. 

— ¡mi príncipe se llamará yuu entonces! —volvió a repartir besos en el vientre de su esposo, la emoción le había ganado por completo— no puedo esperar a conocerte, yuu. 














¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora