capítulo treinta y seis: lluvia afrodisiaca.

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una dulce, frígida y lluviosa mañana como lo eran aquellas típicas en rusia; el cielo consagrarse en un apagado tono gris que conforme las horas pasaban los débiles rayos de sol cesaban sin aviso previo. Para cualquier pequeño infante significaba un día de estar en casa, observando la lluvia caer de su ventana mientras su madre traía una taza de chocolate caliente para pasar la tarde, para otros era un momento ideal para en súplicas poder salir con emoción a saltar en los charcos que se formaban en el verde pasto, en impermeables o quizá descalzos, por que los niños tienen la increíble capacidad que lamentablemente muchos adultos han perdido: la capacidad de ver lo mejor en lo peor. 

¿cómo sería nuestra vida si fuésemos capaces de ver esta vida desde los ojos de un niño? ¿hemos perdido a nuestro yo niño o lo hemos matado despiadadamente para tener la aceptación en un mundo donde el traje más caro y el labial rojo con un poco de brillo es seductor?

oh, los adultos, los humanos nos hinchamos de orgullo una vez alcanzamos aquella edad que según nuestra sistematizada humanidad nos dicta que es hora de soltar la ignorancia inocente y adentrarnos en un hipócrita y lleno de normativas mundo gris, una mente cerrada que ni la súplica más ambigua podría borrar, una necesidad de pensamiento en tener la razón en todo, ignorando los ideales y pensamientos de un menor por que piensan que la ignorancia habita en sus palabras. 

qué mentira tan grande, hay jóvenes con mentes tan abiertas e ideologías tan correctas que han de sofocarse hasta morir por la presión social, en todos habita un niño interior, ¿podrías encontrarlo y jamás abandonarlo? es la luz que te ayuda a no hundirte en una exhaustiva rutina sin chiste, la que te hace sentir vivo, pero hablaremos de eso otro día. 

katsuki yuri era un amante de estos días tan tranquilos y frescos, el aroma de tierra mojada generaba en sí una satisfacción impresionante, claro, las ganas de una taza de café mañanera también, pero se limitó a una taza de té, la cafeína afectaría a su bebé. Observando la gran ventana de su comedor, mismo que ante los débiles rayos de sol no mostraba gran iluminación, era mejor así. 

Regresó a la cama que compartía con su esposo, observando al peliplata desnudo entre las blancas sábanas, era tan adorable a ojos del azabache observar a su esposo de esa forma, la tentación le ganó, acurrucándose en la calidez de los brazos fuertes que le envolvían y dejar que sus poros se impregnaran del inconfundible y satisfactorio aroma tan inconfundible. Sarah se encontraba en la cama también, había llorado unas horas antes y por supuesto, decidieron traerla para que duerma entre los cálidos brazos de sus padres.

— qué belleza —musitó viktor con una adormilada sonrisa mostrándose en su rostro y la ronca voz salir de sus labios, ¿cómo podía ser tan sexy incluso recién despierto? —, no hay nada mejor que despertar y poder admirar a los amores de mi vida en mis brazos.

— buenos días, cariño —yuri besó los labios del recién despertado, quien con una sonrisa correspondió su beso—, esposo mío, ¿te gustaría una taza de café para comenzar el día? sé lo mucho que te motiva. 

— no hay nada mejor que una taza de café preparada por mi esposo a las siete de la mañana, pero no quiero que te levantes una vez más, quédate aquí. 

— me quedaré aquí entonces, refugiado del frío —susurró entre una pequeña risa, antes de mantenerse en silencio al observar a su pequeña hija re acomodarse en la cama—, ¿irás a entrenar hoy?

— hoy es mi día libre, me quedaré con mi familia —contestó colocando la palma de su mano sobre el vientre abultado de su esposo—, ¿cómo está mi принц (príncipe)?

— está bastante tranquilo a diferencia de ayer, eso me tranquiliza bastante, por otro lado, tomaré una ducha caliente. —con un puchero en su rostro y obligándose a sí mismo, se levantó de la cama donde se encontraba entre los brazos de su esposo, tomando una toalla color blanco para disponerse a tomar su caliente ducha. Y es que, no hay nada más relajante y terapéutico para uno mismo que un baño caliente en un día lluvioso, una corta ducha.

¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora