El yuri japonés y ruso se encontraban en la pista de patinaje local de la ciudad natal del azabache, quien se encontraba practicando sus anteriores coreografías y en práctica de nuevas técnicas por mostrar en su próxima presentación, teniendo constantes sermones por parte de yuuri, quien con una rutina estricta, le exigía mayor flexibilidad y dedicación.
— odio tener que repetirte lo mismo mil veces, no, en realidad no me importa en lo absoluto, pero ese salto es de los peores que has realizado en toda tu carrera. — se acercó a donde se encontraba el azabache tendido en el suelo, cruzándose de brazos. — ¿qué te pasó, cerdo? ¿en verdad eres el mismo que rompió el récord mundial de viktor nikiforov?
— lo lamento, no estoy concentrado en lo que estoy haciendo. — se levantó del frío suelo, incorporándose en unos segundos de nuevo, observando al rubio, quien con una expresión de seriedad le juzgaba con la mirada.
— eso lo sé, realmente siento que te estoy ayudando en vano, ayer dormiste temprano junto con sarah, no tienes pretexto alguno para tener ese rostro de poco descanso.
— sabes que sarah llora y llora, toda la noche, sólo está tranquila unas horas antes de volver a levantarse. Creo que a ella también le afectó el repentino cambio de horario. — se acercó al borde de la pista, tomando de la banca su botella de agua. — dormí quizá tan sólo cinco horas interrumpidas.
— que horrible, luka y sophie aún no lloran la gran cosa más que cuando tienen hambre y sueño, lo llevo bien, pero es complicado, supongo que era de esperarse.
— ¿por qué crees que viktor te dio ese sermón cuando se enteró de ellos? eres joven y de carácter sensible, aunque a su vez eres realmente fuerte, eso cabe mencionarlo. Se preocupó mucho cuando lo supo, esa misma noche mientras cenábamos me dijo que no estaba de acuerdo con ello, estaba molesto y preocupado a la vez. — contestó, recibiendo una mueca de parte del rubio. — tienes diecinueve años, a nada de ser adulto. Pero, lo estás haciendo realmente bien hasta ahora, así que estamos orgullosos de ti.
— ¿por qué hablas como si fueras mi padre?
— no puedes negar que es algo parecido a eso. — una sonrisa escapó de los labios del azabache, quien recibió una mueca de notable molestia de parte del menor. — sueles contarnos cosas que son importantes para ti, ¿recuerdas esa vez donde me contaste con emoción que habías hecho tu primer amigo? — el rubio, con una expresión de sorpresa y sonrojo, negó repetidas veces. — ah, no tiene por qué darte vergüenza, ¡fue adorable!
— adivina qué, cerdo. — ambos caminaban en dirección al restaurante donde habían sido invitados junto con viktor, chris y otros patinadores, ambos se habían encontrado en el camino, por lo que no les pareció mala idea ir juntos, por supuesto, idea de yuri.
— ¿qué sucede?
— hice mi primer amigo, se llama otabek y es alguien realmente genial.
— ¿otabek altín? oh, vaya.
— ¿por qué pones esa cara? ¿te molesta o algo, cerdo?
— no es eso, pensé que viktor y yo éramos tus amigos.
— lo somos, pero ustedes para mí son algo más cercano. Ya sabes, algo así como una familia, ¿bien? — susurró con un notorio rubor en la pálida piel de su rostro, causando un puchero de parte del japonés, quien con ojos aguados le abrazó.
— ¡oh, yurio! ¡por supuesto que lo somos! — el rubio, arrepentido de sus anteriores palabras, no rompió el abrazo, pero con una chasquido de dientes se limitó a susurrar para sí mismo "qué pesado".
ESTÁS LEYENDO
¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.
Fiksi Penggemardespués del Grand Pix Final, yuuri y viktor decidieron formalizar su relación en privado, entre sus planes a futuro y el proceso de aprender a amarse el uno al otro, no contaron con la inesperada noticia que recibirían, y cambiaría su vida por compl...