capítulo veintiséis: memories.

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 — ah, que día más hermoso. — una sonrisa se mostró en los labios de viktor, quien había salido una mañana de casa para caminar y despejar su mente, quizá aclarar pensamientos que vagaban por su cabeza sin sentido alguno. Yuri por su parte, no se había recuperado por completo, por lo que pasaba los días en cama con sarah, levantándose exclusivamente para hacer sus necesidades y tomar una ducha, además de comer y preparar café para él y viktor. 

Por su parte sarah, era la bebé más tranquila que había admirado viktor alguna vez, sólo se quejaba cuando tenía hambre y sueño, cuando la dejaban sola en la cuna, fuera de eso, en brazos del peli plata era feliz. 

(...)

— ah, ¿qué nombre será al final? tenemos que registrar y firmar sus papeles. — viktor se encontraba al lado del azabache en la camilla del hospital, pocas horas antes de que yuri fuese dado de alta después de tres días.

— no estoy seguro, me gusta el nombre que sugeriste hace unos meses, me acostumbré a llamarla de ese modo. — viktor colocó su mano sobre su mentón, pensando por unos segundos. Observó de reojo a su pequeña hija, quien en brazos de yuri yacía, sus sedosos cabellos plateados a la luz del sol que se asomaba en rayos por la ventana, quedaba hermoso. Una sonrisa se mostró en sus rostro, antes de suspirar con calma y una expresión de ligera tristeza.

— sarah valerie, ¿te gusta? no es un nombre común en rusia, quizá juntos no quede muy bien, pero me gusta. 

— sarah valerie. — repitió pensativo, antes de dirigir sus ojos hacia su hija. — me encanta, entonces será sarah valerie. 

mi papá yuri en esos momentos no era consciente de ello, pero mi padre me otorgó ese nombre en memoria a mi abuela sarah y mi tía valerie nikiforov, fueron las personas que más amó en su momento, para el, llamar a su legado con sus nombres, sería como una forma de conmemorar la existencia de quienes fueron las dos mujeres más importantes en la vida de viktor nikiforov, mismas que nunca ha mencionado por motivos peculiares, hasta la actualidad, jamás me enteré de gran cosa.

Ambos habían acordado que su boda se festejará en japón, junto con la familia katsuki y por supuesto, otabek y yuuri. Ya tenían distintos servicios reservados para donde daría lugar su festejo, los padres de yuri ya estaban enterados de esto, se mostraron felices y comprensivos ante el acontecimiento. 

El teléfono de viktor le hizo salir de sus pensamientos, mismos que solían colocarlo en una burbuja donde sólo era el y sus pensamientos vagos, recuerdos y emociones que le generaba una tranquilidad al salir de casa a tomar aire fresco. Tomó su móvil, observando el número de quien le llamaba, era yakov, ¿qué necesitaba?

— yakov, cuánto tiempo. 

sí, sí, viktor, ¿es cierto que piensas ir a japón pronto?

— quizá la próxima semana o dentro de dos. ¿por qué?

no puedes ir a japón, viktor. — una mueca de disgusto se mostró en el rostro de viktor, mismo que dejó de caminar y se quedó parado. 

— ¿desde cuando manejas mi vida y lo que puedo hacer, yakov? creo que ya soy mayorcito para tomar mis propias decisiones. — un tono de molestia era evidente en la voz del peliplata, quien por una vez en su vida le causó cierto enojo las indicaciones de su entrenador. 

sabes bien que tenemos que entrenar y crear la nueva coreografía para tu próximo evento, ya habíamos hablado de eso anteriormente, la gente solicita tu presencia en los eventos con programas cortos que se darán a cabo estas semanas, lo mismo va para yuri katsuki.

— yakov, me voy a casar, considero más importante los eventos que se relacionan en mis vínculos afectuosos antes de el patinaje, es importante, pero ya tengo todo programado. — un suspiro de notable enojo salió de parte de yakov, mismo que sabía no podía hacer gran cosa ante la terquedad existente en el peliplata cuando se propone algo.

te daré dos meses, viktor, no más que eso. Así que organiza correctamente tu tiempo, después tendremos que realizar un viaje por distintos lugares. 

— gracias, yakov. ¿cuánto tiempo estaremos en eso?

alrededor de cuatro meses, toda tu carrera has hecho lo mismo, una temporada de viaje no cambiará gran cosa. Escuché que yuri estuvo en el hospital, ¿cómo se encuentra?

— hm, bien, todo salió bien. 

¿has hablado con el respecto esto? ¿sabes si participará en esta temporada?

— no lo hemos hablado, pero te daré noticias entre estos días.

bien, no entiendo por qué suenas tan perjudicado por pasar una temporada entre viajes por diversos lugares si es algo que has hecho gran parte de tu vida, viktor. No será el fin del mundo dejar la luna de miel para otra ocasión. — colgó el móvil. Viktor chasqueó sus dientes con notable molestia en sí, por primera vez algo relacionado con el patinaje artístico, que es algo le motiva tanto, llegó a causarle especial molestia. Y es que no, no quería alejarse ni dejar su carrera, pero acaba de convertirse en padre, su hija recién nació, se había prometido a sí mismo estar a su lado en todo momento de su desarrollo, contando por supuesto lo ocupado que estaría al tener miles de personas esperando por el. Y es que cuatro meses era una larga temporada hablando de un bebé que acaba de nacer. 

Era muy temprano para hacerse cabeza con temas estresantes, por lo que prefirió regresar a casa, era mejor idea para el platicar con yuri y decidir qué hacer. 

— regresé. — dejó su abrigo frente al perchero que tenían al lado de la puerta, seguido de un suspiro soltar. La calidez del hogar se podía sentir al entrar a diferencia del helado clima que hacia afuera. Captó la atención de yuri, quien se encontraba en el sofá dándole de comer a su pequeña hija. Viktor se sentó a su lado, con una sonrisa mostrándose en su rostro. No le gustaba en absoluto mostrar sus sentimientos cuando estaba estresado o frustrado, prefería hablarlo con yuri en un momento con más privacidad entre ambos, por ejemplo por la noche. — recién han pasado dos semanas desde su nacimiento y cada día se pone más hermosa.

Los cambios desde su nacimiento como es de esperar, eran notorios. La rojez en su piel se había ido, dejando una piel porcelana con una notoria rojez sólo en sus mejillas, había ganado más peso y su cabello había crecido un poco, haciéndola ver sólo más hermosa que antes.

— ¿no estará comiendo demasiado?

— los bebés empiezan a ganar peso un poco después de nacer, es normal cariño.

— es verdad, de todos modos verla ganar peso me gusta, es hermosa.

— viktor, ¿podríamos dejar a sarah con yurio esta tarde? me dijo que podría cuidarla si lo requerimos estos días, quiero hace un poco de ejercicio y salir a trotar, no lo sé. 

— yo conozco una manera de que pierdas calorías y te ejercites un poco. — viktor acercó su rostro al del azabache, dejando un pequeño beso sobre la piel de su cuello, subiendo hacia sus labios. Yuri colocó su dedo en medio de los labios de viktor en referencia de "guarda silencio un momento". 

  —  dejaremos esto para después, me siguen doliendo las caderas, será algo incómodo si no podemos tocarnos mutuamente. — susurró con una sonrisa en su rostro, acariciando las mejillas de su prometido y besando sus labios.

— ah yuri, te amo. 



¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora