capítulo cincuenta y nueve: medalla de oro.

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papi logró la meta que tenía pensada desde incluso antes de mi nacimiento, la motivación que lo movió poco a poco hasta llegar a lo que fue, lo que es.

después de un largo camino lleno de sorpresas tanto agradables como amargas, tantas lágrimas y sonrisas. 

no fue el único oro que ganó, puesto que se puede interpretar de tantas formas; como lo fue para papá, el amor y vida. 

— ¡yuri nikiforov-katsuki es el ganador de oro este año, superando a su entrenador y rival en el hielo, viktor nikiforov por tan sólo .11 décimas!

— ¿eh? —dirigió su mirada a la gran pantalla frente a ellos, junto con viktor en el kiss and cry, las cámaras se centraron en ambos, viktor con una gran sonrisa en su rostro lo abrazó con fuerza, mientras el azabache no tenía reacción alguna, ¿realmente lo había logrado, después de tanto tiempo? los aplausos invadieron el lugar, la emoción de los fanáticos por igual. 

— ¡lo lograste, estoy tan orgulloso de ti, yuri! —viktor tomó sus mejillas con emoción, acariciando las mismas con su dedo pulgar—, no dudé ni un solo momento en que lo lograrías.

— viktor, el que debería estar llorando soy yo —contestó con una sonrisa quebradiza en su rostro, ocultando su cabeza entre el cuello de viktor, en un fuerte y estrecho abrazo lleno de emoción. Separó el abrazo después de unos segundos, tomando la mano izquierda de viktor con delicadeza entre sus palmas, observando los anillos en juego de matrimonio que ambos poseían—, sin ti no podría haber logrado esto, gracias por apoyarme y entregarme tantas razones, no estoy seguro de qué sería de mi en estos momentos si no estuvieras a mi lado. 

— ¿por qué pensar en situaciones que jamás existieron? esta es la realidad, está sucediendo, lo lograste y no dejé de observarte ni un solo segundo —afirmó limpiando las pequeñas lágrimas que caían por las mejillas del japonés—, tus sueños son míos después de todo, además, es una medalla extra para nuestro árbol de navidad.

— ¡no digas esas cosas en público, viktor! —rompió el abrazo agitando sus brazos a los lados, el sonrojo en sus mejillas por el reciente cansancio incrementó por el momento—, y sobre el árbol...

— ¡no me importa! —cerró la conversación con un repentino beso que captó la atención de todas las cámaras al rededor, como siempre fue, todo lo relacionado con viktor da de qué hablar. 

— sabía que están casados, ¡pero jamás habían demostrado nada así en público! —minami susurró al lado de su entrenadora con una sonrisa en su rostro—, es genial ver a yuri tan feliz. 

— a este hombre le encanta exagerar el asunto —yakov, con una mueca en su rostro suspiró con pesadez, no podía acostumbrarse a los dramas y escenarios que viktor solía montar al estar yuri cerca, el amor lo había hipnotizado por completo. 

yuri, con su medalla colgando por su cuello, cayendo en la parte desnuda de su cuerpo que dejaba mostrar su atuendo, observó el brillante oro frío contra su pecho, no podía expresar lo que sentía en ese momento, no había un monólogo planeado para ese momento, por que jamás se detuvo a pensarlo ni un segundo, pero el sentimiento de satisfacción era abundante en su pecho, la emoción y felicidad de lograr la meta que se había propuesto durante tanto tiempo. 

lo único que podía pensar en ese momento fueron en todas las lágrimas que fueron derramadas, las noches de velo, los calcetines húmedos de sangre después de un extenso entrenamiento, el dolor muscular y cada altibajo que pasó antes de encontrarse con la mirada de viktor una vez más. 

había abandonado esa meta hace varios meses, cuando su familia se convirtió en su único objetivo y razón de ser, por que consideró no había razón de obtener algo más cuando ya tenía la vida que jamás esperó y recibió con orgullo. 

¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora