¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.

#72 - Como nuestra "Primera cita" + ¿Niños perdidos?

  — Oí, Cerdo. 

— ¿sí, Yurio? 

— ¿cuándo fue la última vez que saliste con Viktor?

— ¿la última vez que salí con Viktor? ayer, cuando hacíamos las compras del hogar. 

— ¡Cita romántica cerdo, me refiero a una cita romántica! — protestó el rubio, rodando los ojos. 

— c-creo que cuando fuimos a cenar en nuestra luna de miel.

— ¿EH? — Se escuchó un pequeño grito del menor, el azabache trató de callarlo. 

— h-habla más bajo, la gente nos está mirando. 

— ¿no han tenido citas románticas? 

— dependiendo a qué te refieres con cita romántica...

— ¡ir a comer a un lugar caro, vestirte casual, llevar un costoso traje sedoso! 

— oh...nuestra boda, sí. 

— Maldito viejo. — Exclamó Yurio estrellando su palma a su frente, para después tratar de bajar a Sophie de su espalda. 

Ambas madres luchonas estaban en un parque de diversiones infantil a petición de sus niños. Mientras los machos azotadores, es decir Viktor y Otabeck estaban en una entrevista.

No es que ellos tengan el día libre, simplemente escaparon de la prensa, usando a sus esposos como escudo para librarse de la multitud de gente. 

Porqué, con el tiempo cada vez la fama crecía aún más, se había vuelto una especie de rivalidad entre los cuatro. Yuri trata de alcanzar a Viktor pero a su vez Yurio trata de alcanzar a Viktor, al mismo tiempo Otabeck trata de por lo menos tener la medalla de plata. Cuando Yuri el año pasado ganó oro, Viktor se cruzó de brazos orgulloso pero a la vez enojado, entonces Yurio trató de tomar el lugar de Yuri pero en vez de eso Viktor volvió a quedar en primer lugar. 

Una pequeña batalla por el trono que parecía nunca acabar. 

—  ¿y tú? — preguntó Yuri, con History durmiendo entre sus brazos. 

— Yo, bueno...hace 2 semanas fuimos a uno de los restaurantes más lujosos y caros de Barcelona, en el GPF de este año. —declaró con orgullo.

— eso es injusto, yo y Viktor tuvimos que regresar antes por los niños. — dijo en un tono triste. 

— es su culpa después de todo. Son demasiado responsables de sus hijos, deberían despabilarse un poco. — el rubio se cruzó de piernas, apoyando sus codos contra la mesa, con un jugito de cajita sabor manzana entre las manos, y el popote entre los dientes. 

— ¿estás diciendo que no debemos ser buenos padres y debemos de dejarlos? eso es lo contrario, Yurio. 

— Sólo digo que deberían de darse unas pequeñas vacaciones, es todo. — dijo dándole un jugo de cajita de sabor durazno al azabache, este lo tomo, metió el popote en el pequeño agujero y empezó a beber el jugo desanimado. 

Cabe resaltar, que Yurio y  Yuri se habían vuelto bastante amigos desde ya hace algunos meses, parecían las dos típicas madres que sus esposos son amigos y que compartían todo entre ellas mientras cuidaban a sus bendiciones en un parque de diversiones familiar. En este caso, cabe resaltar, estaban comiendo en un pequeño puesto de hamburguesas japonesas en forma de animales, bastante infantil y lleno de colores. Pero, con el tiempo Yurio se había acostumbrado a ver tantos colores alrededor de él, su pequeña Sophie era una niña un tanto caprichosa, y la mayoría de su ropa estaba llena de colores un tanto llamativos.