capítulo cuarenta y tres: ¿está fuera de riesgo?

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llegaron al hospital en cuestión de minutos, que para viktor fueron eternos al tener frente sí a su esposo en aquellas condiciones tan poco favorables, tenía miedo, no confiaba en el destino, mismo que anteriormente le ha jugado malos tragos que le han hecho conocer el peor de los sentimientos que alguna vez haya experimentado. 

como fue de esperar, viktor no tuvo acceso alguno para acompañar a yuri hacia la sala de urgencias, por lo que permaneció en la sala de espera junto con yuuri, quien se mantenía en silencio y sin comentario alguno de lo que ocurría. Las enfermeras, en un intento de tranquilizar los nervios que invadía a viktor, alentaron con palabras de apoyo, "todo estará bien" "haremos todo lo que esté en nuestras manos"

pero si es que los propios médicos jamás pueden prometer un final feliz, ¿de que se sostendrá mientras espera con el corazón entre sus manos por una noticia de su esposo?

— viktor, ¿podrías calmarte? estar tan alterado no te traerá nada positivo ahora mismo.

— ¿cómo puedes pedirme que me calme después de lo que sucedió? se golpeó la cabeza de tal forma que pude escuchar el impacto contra el hielo, pueden pasar muchas cosas, ¿lo sabes, cierto? ¿qué pasaría si nos olvida? —se mantuvo en silencio para retener las lágrimas que empezaron a descender la palidez de sus mejillas. 

minako y mary llegaron junto con ellos por separado, pero las recién mencionadas se encontraban en la cafetería del hospital en un intento desesperado de mantener la calma, a la par que realizaban diversas llamadas para informar lo que sucedía a los padres de yuri.

— hay algo que no me cuadra, cuando golpeó su cadera contra el hielo poco después de eso empezó a sangrar de abajo, eso no me parece muy normal, viktor —comentó con una expresión de preocupación en su rostro—, ¿tomaron la prueba de embarazo anoche? 

— lo hicimos —contestó—, dió negativo.

— ¿esperaron los cinco minutos? deben esperar el tiempo puesto para que el resultado se muestre por completo. —viktor levantó la mirada con sorpresa, antes de suspirar con pesadez.

— yuri sólo esperó quizá un minuto y medio, al ver el resultado de la prueba la botamos a la basura —contestó apartando los cabellos que cubrían su rostro a la par que con temor ocultaba su boca entre sus manos. 

— un bebé no podría estar bien con una caída como la tuvo yuri —las lágrimas en viktor brotaron con rapidez, los nervios le estaban consumiendo el corazón sin piedad alguna. ¿qué podía hacer en momentos como esos? donde se encontraba desorientado, vulnerable, sin poder pensar con claridad en lo que pueda suceder, por que ya no confía en el destino y la alineación que los astros le jugaban en un sabor de boca tan amargo. 

— ¡yura, lo estás asustando! —gritó otabek desde a unos pasos de donde ambos se encontraban en espera de alguna noticia de yuri, la mueca en su rostro expresaba inquietud, dirigiéndose a su prometido—, estás aquí por que estás afligido por yuri, viktor se encuentra preocupado y conmocionado por lo que sucedió, ¿no crees que deberías intentar ser un poco cuidadoso con tus palabras? lo mejor que podemos hacer ahora es mantenernos expectantes de noticias y confiar en que todo estará bien —el moreno colocó una mano sobre el hombro de viktor, quien le miró con pesadumbre y desdicha—  viktor, puedo comprender el dolor que tienes ahora mismo, pero debes saber que la negatividad y miedo es algo en lo que uno no puede confiar, respira profundo y mantén tu mente al tanto de lo que sucede, no crees terribles finales.

y estaba en lo cierto. La negatividad es un emoción tan humana como la alegría misma, por esa misma razón es algo en lo que no podemos poner nuestra confianza. Es tan poderosa y sugestiva que sin esperarlo, en un desahogo propio de permitir tus emociones tomar control de tu mente, habrás de atraerla en los sucesos de tu vida. 

¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora