capítulo sesenta y dos: el amor de una madre.

716 83 5
                                    


la carga de todo lo sucedido había llevado a yuuri de vuelta a Japón con sus padres en busca de consuelo emocional temporal.

necesitaba el abrazo de su madre, ese reparador que le daba de pequeño en consuelo de cualquier cosa que le haría daño.

— ¿mamá? —yuuri entró por la puerta principal mientras sostenía la mano de sarah, viktor por su parte seguía bajando el equipaje del auto—, ¿estás aquí?

— ¿yuuri? —hiroko salió de una habitación con una expresión de sorpresa en su rostro, no contaba con la visita tan inesperada—, no los esperaba por aquí —fue interrumpida por el repentino abrazo de yuuri, quien solo ocultó su rostro entre el hombro de su madre.

— papá sigue triste porque los médicos dicen que mi hermana ya no está aquí, pero yo sé que sigue aquí, quizá no dentro de papá, pero...

fue ahí donde hiroko lo comprendió todo; el aire tenso entre yuuri y viktor, la actitud que yuuri tenía solo cuando había pasado algo que lo había dejado mal, tanto como aquella vez donde regresó con una expresión de vergüenza y decepción después de haber perdido las clasificaciones. 

— perdí un bebé —contestó sin más—, de algún modo ya lo sabía, después de todo nos lo habían advertido desde el primer momento, creo que me dejé llevar porque no sentía que realmente me sucedería algo así, quizá fue mi culpa —hiroko tomó sus mejillas con una sonrisa en su rostro.

— ¿por qué sería tu culpa? cosas como estas siempre suceden cariño, no puedes recaer toda la culpa en ti.

— yo...—yuuri permaneció en silencio con una mueca en su rostro, entonces hiroko decidió jalarlo del brazo hasta la cocina.

— ven, te prepararé algo rico y verás que te sientes un poco mejor —dijo con una sonrisa.

— mientras tanto, sarah, te daré un baño caliente que estás helada.

— ¡no quiero, papá! ¡quiero quedarme con la abuela!

— puedes ayudarme a preparar la cena una vez salgas del baño, ¿te parece bien? necesitaré tu ayuda —sugirió hiroko dirigiéndose a ella.

— entonces...¡papá, vamos al baño rápido! —tomó de la mano a viktor para jalarlo hasta al baño mientras corría con prisa.

yuuri permaneció en silencio mientras observaba a viktor seguir con prisa a sarah con una sonrisa en su rostro, sentía culpa.

— creo que he sido tan injusto con viktor —dijo con una mueca—, me he comportado tan seco estos días mientras él intenta mantenerse tranquilo por el bien de los tres, no entiendo qué está sucediendo conmigo ahora mismo, estoy tan molesto pero al mismo tiempo lo necesito tanto.

— ambos están pasando por el mismo momento delicado, es donde se supone deberían estar más unidos para apoyarse el uno al otro, no darse la espalda—se sentó frente a yuuri y tomó sus manos—, yuuri, tiendes a alejarte del mundo porque no te gusta enfrentar tus propios pesares, es por eso que te sientes tan desolado, la vida de un matrimonio no es perfecta, pero es precisamente en estos momentos donde te pones a prueba a ti mismo.

— también tiene algo que ver, ¿sabes? jamás me dice cuando está triste o lo que siente, nunca es honesto conmigo con esas emociones y prefiere cargar con las mías encima, no me gusta que haga eso porque no lo comprendo, nunca sé en qué piensa o qué le molesta—suspiró con frustración—, sé que lo hace por nosotros, pero me gustaría que se abriera más conmigo, quiero escuchar sus preocupaciones y lo que le duele, eso me lastima, mamá, que no piense en sí mismo.

hirokó suspiró con una sonrisa en su rostro—¿no es acaso lo mismo que haces tú?—preguntó—, lo expresas de otra manera, pero también tiendes a crear un muro invisible en tus emociones y es complicado traspasarlo para ayudarte, ambos tienen el mismo problema y lo reflejan de diferente forma, pero, noto más honestidad que antes en ti, hace unos años jamás podía entender qué era lo que sentías, entonces no podía hacer nada más que prepararte tu comida favorita, era tan frustrante para mi como tu madre, por ese motivo me hace sentir aliviada ver que ahora mismo estás pidiendo mi ayuda.

yuuri permaneció en silencio un momento, hasta sonreír en ironía con lágrimas en su rostro.

— deberías hablar con él sobre eso, ¿no lo piensas? 

— tienes razón mamá, gracias —contestó después de soltar un suspiro de alivio, de algún modo, ella estaba en lo cierto.

a los segundos empezaron a escuchar pasos rápidos desde el cuarto de baño, hasta que salió sarah completamente desnuda huyendo de viktor, quien la perseguía con su bata de baño con estampado de princesas—¡sarah, ven acá ahora! —la recién mencionada corrió por toda la cocina hasta saltar encima de yuuri mientras reía a carcajadas, viktor suspiró con cansancio.

— puedes resbalarte cariño, no corras de esa forma —dijo yuuri con una pequeña sonrisa en su rostro, viktor la tomó en brazos para envolverla en la toalla como si de un sushi se tratase.

— ¡la cena ya está lista, no tarden mucho en cambiarse!

después de unos minutos, todos estaban sentados en la sala principal con la comida recién hecha en la mesa, entre carcajadas y travesuras de sarah, claro.

— ¿dónde está mi suegro?

— ah, salió de la ciudad junto con mari hace dos días, no tenemos que esperarlos para cenar —contestó con una sonrisa.

— ah, entonces nos quedaremos hasta que regresen, no me gustaría dejarte sola, mamá.

— yo estoy bien, no tienes que preocuparte por mi, pero puedes quedarte el tiempo que quieras.

— ¿que es esta salsa verde? —preguntó viktor al señalar el pequeño tazón en la mesa.

— no creo que te guste, es picante.

— el picante sabe bien para mi —contestó.

— es un poco diferente a lo que piensas, cariño —en curiosidad, viktor colocó un poco encima de su arroz y dió un gran bocado, segundos después se levantó al baño a escupirlo mientras hacía muecas de desagrado, yuuri soltó una carcajada.

— ¡¿qué era eso?! 

— wasabi, te dije que no te gustaría, pero eres tan terco.

la noche siguió entre continuas carcajadas por parte de yuuri y travesuras que sarah hacía tan solo porque estaba aburrida, la vida en japón era demasiado tranquila en un pequeño pueblo a diferencia de cómo era todo en Rusia. Tanto frío, personas alrededor de sus padres cada que salían al público, una vida relativamente común para ella.


¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora