capítulo treinta y cuatro: recuerdos.

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- lo extraño demasiado. - yuri, con una mueca en su rostro, se aferró a una almohada que tenía en sí grabado el rostro de viktor.

- no han pasado más de tres semanas desde que se fue, si pudiste vivir toda tu vida antes de conocerlo sin problemas entonces podrás estar cuatro meses sin verle. - yuuri se recostó sobre el regazo de su pareja, sonriendo ante la pantalla del móvil.

- déjalo, yura. ¿tú me extrañarías si me fuera cuatro meses dejándote a cargo de los niños?

- ah, no es justo. Yurio, te quejas tanto de mí y viktor pero ustedes no se despegan en ningún momento.

- al menos no nos comemos la boca en un puto aeropuerto. - sus palabras causaron un gran sonrojo de parte del azabache, quien permaneció en silencio sin encontrar una excusa ideal. - además, la dependencia emocional es un asco, cerdo.

- extrañar a quien amas no es nada malo, es un sentimiento natural como cualquier otro.

- yura, tú mejor que nadie sabe que el vínculo entre ellos dos siempre fue muy fuerte, más que dependencia emocional siento que están unidos de otro modo, aunque nunca me he preguntado muy bien el por qué.

- no lo sé, tampoco me lo he cuestionado mucho. - se aferró a la almohada, escondiendo mitad de su rostro donde mismo. - desde que conocí a viktor, es como si hubiese nacido completamente destrozado y vulnerable y él fuese la otra mitad, la única que me hace sentir vivo.

- dependencia emocional. - repitió. Yuri dejó escapar un profundo suspiro, manteniéndose en silencio. - no tienes por qué tomarte tan a pecho todo lo que te digo, sólo quiero molestarte, cerdo, eres tan vulnerable.

Por su parte, viktor y yakov se habían reunido por la tarde en la pista de patinaje como es de costumbre, anteriormente no habían tenido contacto alguno aún si viktor se encontraba en la ciudad desde hace ya unas semanas, el peliplata había estado ocupado en entrevistas y contestando diversas preguntas para reportajes, a su vez preparándose junto con otras personas. Yakov observó a viktor desde lejos, quien se acercaba a el con una sonrisa en su rostro. Se percató de que estaba sólo, deduciendo que el japonés no se presentaría.

- ¿yuri no vino contigo?

- no, sarah está enferma. Si viaja más, contraerá enfermedades por sus defensas bajas. No podemos dejarla sola tanto tiempo, teniendo en cuenta que hay mucha presión aquí y yuri no está en condiciones apropiadas.

- ¿con "presión" te refieres a mí?

- a todos en general. Pero si te preocupa que esté separado de mi esposo, ¡no tienes por qué! hacemos videollamada casi todas las noches.

- el pesado eres tú, viktor enamorado no te queda ni un poco.

- cuando te vuelvas a enamorar de aquella ballerina quizá lo comprendas algún día. - colocó su brazo sobre el hombro de su entrenador, con una sonrisa. - eres como una piedra; amargado, firme, serio y nadie te puede quitar ese semblante del rostro, te falta amor.

- ¿hablas de lilia?

- sí, esa.

- no necesito tus consejos de amor, así que puedes guardarlos para otra persona. - suspiró con pesadez, mirándole de reojo. - ¿y? ¿ya tienes un tema en mente para esta temporada?

¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora