#73 Frustración.

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  — ¡Maldición Andrew! — Yurio corrió hacia su pequeño el cuál venía de la mano con uno de los guardias de seguridad del lugar.

— m-mami...

— ¡Mami estaba preocupado! ¡¿en qué demonios pensabas?! — Yurio lo tomó entre brazos, abrazándolo con fuerza mientras Otabeck estaba a su lado, acariciando el cabello de su pequeño hijo. 

— Papá también estaba preocupado. — Otabeck por primera vez en mucho tiempo, expresó algo más que un tono lleno de frialdad en sus palabras, lucía que anteriormente estaba realmente preocupado. 

— perdón papi...perdón mami. — el pequeño niño de cabellos azabaches se aferró del cuello de Otabeck, este lo tomo entre brazos dejando un beso en su frente. 

Mientras tanto, Yuri estaba sentado en un banco del lugar, con el corazón en el cuello, Viktor tomaba su mano tratando de calmarlo, ambos estaban realmente asustados, ninguno podía negarlo. 

  — V-Viktor...— Yuri susurraba, estaba al borde de llorar, estaba mareado y no dejaba de sentir un fuerte sentimiento de preocupación. 

Tan solo siendo padres es posible comprender el sentimiento de angustia que siente uno cuando pierde a su hijo, cuando no puede asegurar que está bien, cuando tú desconfías de todo y te invade un enorme miedo y sentimiento de preocupación, deseando que todo fuese tan sólo un horrible sueño del cual quieres despertar.

— Cariño, tranquilo. ¿sí? la policía ya está buscando al rededor. —el peliplateado tomó su mano apoyando sus rodillas en el suelo. 

— Tengo miedo...el probablemente está tan asustado...y yo estoy sentado aquí...sin mover ni un dedo...Viktor, nuestro hijo está perdido. 

El peliplata mordió sus propios labios con amargura, apretando el  agarre con la mano de su marido, cerrando los ojos con una expresión de dolor. 

— yo, lo sé. Pero, tenemos que confiar en que tarde oh temprano lo van a encontrar. ¿sí? cariño, no pierdas las esperanzas. 

— Viktor...han pasado ya 5 horas...¿quieres que esté tranquilo? no me iré de aquí hasta tener a mi hijo y saber que está bien

— Yo tampoco pienso hacerlo. 

Ya era de noche, aún había gente circulando alrededor, parejas en los juegos, restaurantes oh cafés, niños con sus padres etc. Como si fuera un día normal.

Pero, para la familia Nikiforov no lo era. 

  — dime que es un mal sueño. — susurró Yuri. 

—  mi amor, es la realidad. — susurró con amargura el mayor, recargando su cabeza en el regazo de su amor. 

El azabache soltó un suspiro, poco después el gerente del lugar se acercó a ellos. 

  — Disculpe las molestias, ¿ustedes son la pareja Nikiforov? — se acercó un hombre de traje, con papeleos en la mano. 

— Así es. — contestó Viktor, levantando la mirada y levantándose quedando de frente con él, Yuri hizo lo mismo con la mirada baja. 

— Yo y mis empleados lamentamos mucho lo que pasó con su hijo. — hizo una reverencia, ambos le miraron sin expresión. 

— No lo diga como si simplemente se diera por perdido. Están buscando a mi hijo, ¿no es así? — habló Viktor, en un tono de seriedad algo escalofriante, Yuri no dijo nada, estaba de acuerdo con el tono que su esposo usó para dirigirse a el dueño del lugar.  

¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora