capítulo catorce: ¡seré padre!

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Era una mañana típica en moscú, helada, el cielo decorado de nubes grises adornando el cielo por completo, dejando en sí pequeños rayos de luz asomarse poco a poco entre las esponjosas nubes. Viktor había decidido hablar respecto el embarazo que ambos llevarían y dar la noticia abiertamente para las personas cercanas a ellos, sin delatar nada al público, aún no.

— señoras y señores, seré padre. — la firme voz de viktor retumbó en el lugar, llamando la atención de todos los presentes. La expresión en yuuri era de sorpresa total, notable molestia.

— dios mío, qué pendejada hiciste ahora nikiforov. — susurró colocando una mano sobre sus cabellos, como si de una madre enterándose del desastre de su hijo se tratase. — pensé que te casarías con el cerdo, ¿no puedes ver su expresión de pena? 

— debí explicarme mejor. — aclaró su garganta, tomando a yuri de los hombros. — ¡SEREMOS PADRES! — yuuri se sobresaltó por completo, sin entender qué era lo que ocurría.

— ¡¿HA?! 

— deja de gritar, yuura. — otabek se acercó, colocando su brazo alrededor de sus hombros.

— es difícil de explicar, pero sí, estoy esperando un bebé. 

— había escuchado anteriormente de esto, pero jamás pensé que ustedes...ugh, no quiero imaginar qué fue la asquerosidad que hicieron.

— no te quedas muy atrás. 

— beka, cierra la puta boca ahora mismo. 

— bien, pero, ¿cómo es esto posible? es decir, había escuchado de esto, pero jamás le presté gran atención. — preguntó otabek.

— iremos a su médico mejor, quiero explicaciones reales, he de suponer que tienen algún médico. — contestó yuuri, con los brazos cruzados.

(...)

— quiero explicaciones. — yuuri llegó al consultorio, golpeando levemente el escritorio de madera.

— yuuri, cálmate. 

— ¿quieres que me calme sabiendo que estos dos cerdos van a tener un bebé de la nada? 

— verán, aunque sea complejo de entender, hay un pequeño porcentaje de hombres en el mundo que en la formación dentro del útero de la madre, sucede una anomalía de la cual no se habla en biología, al menos no demasiado. En el desarrollo del aparato reproductor del hombre, se desarrolla un útero, el cuerpo hace de lo suyo para lograr almacenar vida, normalmente estos hombres tienen más hormonas que lo normal. El embrión se implanta en la pared abdominal, dentro del útero o fuera, la placenta se adosa a diferentes órganos: intestino, hígado, bazo, esto mismo puede causar una hemorragia masiva, el feto muere, provocando una muerte en ambos.

— esa parte no la mencionó antes, ¿morir? — yuri se había sobresaltado por completo, mirando con una expresión de susto total, viktor tomó la mano de yuri, sosteniéndola con fuerza.

— eso no pasará, cielo.

— hasta ahora todo va genial, ya que parece no ser tu caso. Tus resultados y análisis son muy buenos y saludables, no te preocupes. 

la palabra "muerte" aterraba a mi padre por completo. Era una de las primeras veces que papá yuri le veía tan inestable y triste, mi padre perdió a muchas personas importantes en su vida, le aterra el destino y el futuro, le aterra que algo nos suceda.

(...)

  — ¿por qué le dicen frijol?

  — bueno, es un punto negro pequeño. Además, la palabra "feto" no se oye muy bien. 

  — buena suerte o lo que sea. Debe ser difícil afrontarlo. 

  — gracias, yurio. — el azabache le regaló una cálida sonrisa, provocando un pequeño sonrojo de parte del rubio

  — queremos que ustedes sean los padrinos de este bebé. 

  — por mi no hay problema. No soy experto en niños, pero puedo hacer mi esfuerzo. 

  — ya, lo que sea. — yuuri estaba feliz, incluso si fingía ignorar el tema por completo. El evidente sonrojo en sus mejillas no se debía sólo por el frío de aquella tarde, se debía también por la emoción e ilusión que le causaba. Amaba a los bebés, por más que quisiera negarlo. La pareja se despidió, tomando ahora cada quién su propio camino. Otabek tomó la mano de su acompañante, suspirando con calma, el clima era bueno. — debemos ir al centro comercial.

— ¿necesitas algo? según yo en casa no falta nada de despensa. 

— tenemos que comprar cosas para ese mocoso, seré mejor padrino que cualquier otro, viktor se caerá de culo. — exclamó, el brillo en sus ojos era algo que para otabek, era divino, simplemente divino. El moreno se limitó a sonreír ampliamente, conocía a su pareja, sabía la emoción que las cosas pequeñas le causaban.

— bien, talco, pañales, ropita, mamilas, calcetas de tigre, me pregunto si venderán accesorios con temática de jaguar o tigre, eso es importante. — yuuri se vió interrumpido por otabek, mismo que se encargaba de manejar.

— pero, ¿eso no son cosas que compraran sus padres?

— esos viejos tienen un pésimo gusto de vestir, sabes. Ese bebé debe tener el mejor sentido de moda del mundo, ¿bien?

— se nota que la idea de ser el tío del bebé te hace ilusión, esa sonrisa tan linda que tienes no se ve todos los días.

— no te burles. 

— no me estoy burlando, te admiro.



¡Hicimos Historia! Yuri!!! On Ice.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora